Felicidades, mis queridos maestros, ustedes son, o debieran ser, el activo más valioso de México, pues en sus manos tienen la responsabilidad, junto con los padres de familia, de educar y formar a niños, adolescentes y jóvenes para que éstos se incorporen a un mundo en permanente evolución e innovación. Educandos que deben adquirir los principios y actuar supeditados a valores éticos y morales para una convivencia civilizada y no sólo formarse en conocimientos y tecnología. Hoy, día del maestro, es indispensable que hagamos un alto en el camino y reflexionemos sobre este tema vital para nuestro país, para nuestras familias y para nuestros muchachos: la educación. Partamos de la siguiente premisa: un país no puede progresar sin calidad en su educación.
Los mexicanos no podemos estar satisfechos con los resultados de nuestro sistema educativo. Es más, tenemos derecho a indignarnos. Se ha aumentado considerablemente, el porcentaje de niños que cursan la primaria, pero se ha descuidado la calidad de su educación. Los resultados de las pruebas internacionales (PISA) y nacionales (ENLACE) dan resultados indignantes.
Es por esto que ahora hacemos 10 preguntas que merecen respuesta por parte de los maestros, de su sindicato, de la SEP y de los propios padres de familia. Entremos en materia.
1. ¿Por qué no contamos con un sistema integral de evaluación de los docentes —tanto los que van a ocupar una plaza como los que están en funciones— que permita garantizar su competencia y sirva para premiarlos o castigarlos? Las plazas, como hoy en día sucede, no debieran heredarse, venderse o retenerse en perjuicio de los educandos. Sólo maestros capaces y bien remunerados debieran ocuparlas.
2. ¿Por qué no tenemos un padrón confiable que garantice el cumplimiento de objetivos y responsabilidades de todos los maestros en los puestos para los que han sido seleccionados? Así se evitaría el uso y abuso de quienes cobran salarios en distintas plazas sin ocuparlas, o de aquellos ajenos al magisterio que cobran salarios sin razón alguna (aviadores).
3. ¿Por qué no se rinden cuentas claras a la sociedad sobre el enorme gasto gubernamental en educación? ¿Cuánto se gasta por escuela y dentro de ésta por alumno? ¿Qué cuentas rinde la escuela por la relación gasto-calidad educativa? ¿Por qué no se reconoce públicamente a los mejores directores y maestros?
4. ¿Cuándo se hará del conocimiento público el manejo de los recursos sindicales para evitar el enriquecimiento ilícito o uso indebido de los mismos? Estos recursos provienen, finalmente, de nuestros impuestos.
5. ¿Por qué no se dio continuidad con toda firmeza al programa Enciclomedia que tanta ilusión nos despertó no sólo a los padres de familia y a los educandos, sino a toda la sociedad mexicana? ¿No era la ruta adecuada para revolucionar la educación a través de modificar el sistema de memorización ya obsoleto y transitar al de contenidos digitales e investigación? Si en su manejo hubo corrupción ¿quiénes son y dónde están los culpables? ¿Es ésta una razón suficiente para detener su implementación?
6. ¿Qué se propone para evitar la pérdida de horas-alumno por huelgas o por otras causas injustificadas, siendo los estudiantes los más perjudicados? ¿Cómo evitar la rotación excesiva de los profesores? ¿Y estos largos puentes (3-5 de mayo) en donde los niños descansan mientras los padres trabajan?
7. ¿Qué se debe hacer para reducir la deserción en los niveles medios de la educación, lo cual provoca que adolescentes y jóvenes ingresen a la llamada generación de los ni-nis (ni estudian ni trabajan) y se convierten en presa fácil de la delincuencia?
8. ¿Cómo lograr una participación más activa de los padres de familia en los Consejos Escolares a nivel municipal, estatal y nacional, en forma tal que sean ellos los mejores vigilantes de la calidad educativa de sus hijos? ¿Acaso no son éstos su más valioso tesoro?
9. ¿Por qué la SEP no cumple con sus funciones de órgano federal y el sindicato se limita a proteger los legítimos intereses de sus agremiados, en vez de que ambos sostengan una relación de chantaje político que irrita a la sociedad?
10. ¿Por qué no entendemos que un sistema educativo de calidad, con énfasis en los sectores más vulnerables, es la mejor fórmula para combatir frontalmente la pobreza y la desigualdad que priva en nuestro país?
Bueno, mis queridos maestros, un abrazo muy fuerte para el 15 de mayo en que festejan su día. Ustedes, insisto, son el instrumento más importante para que el país pueda progresar y para ello necesitamos, es más, exigimos, que se preparen y capaciten permanentemente para cumplir responsablemente con esta misión.

Alberto Núñez Esteva
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