Guerra sucia y simulación en el PAN de Meoqui

El cuerno que llamará la milicia azul a la batalla constitucional no ha sonado aún, sin embargo, la ofensiva interna en el PAN de Meoqui ha comenzado anticipadamente.


En Meoqui, la ciudad pequeña donde la política no se manifiesta con estrategias sino con guerra sucia y combativa, y donde persiste la única idea de perpetuar  el control que tienen unos cuantos "iluminatis" meoquenses, que no pierden, pues aún cuando "pierden" salen ganando.

De los aspirantes del PAN, solo quedan dos, y un tercero por aparecer, los primeros son un par de jóvenes que lo único que tienen en común su deseo de montar la misma silla.

Delegados de Acción Nacional ya ubican a ambos precandidatos como si se tratase de gladiadores.

En la esquina técnica se sitúa a Mario Villagrán quien según su curriculum, sin influencias políticas ni parentescos advenedizos, ha escalado varios peldaños hasta situarse en un lugar que cualquier mortal meoquense desearía conquistar. Pocos le conocen, pero igual opinan que esa es su mayor ventaja. Su método es sumar y conquistar la confianza de los panistas.

Del lado de los rudos, se encuentra Alfonso Chávez, quien es más conocido entre el pópulo como “El yerno de Chuy Villarreal” que por su propio nombre, y claro que es algo que lo dobla ante Villagrán a quien Chávez trata de ligar con ex funcionarios, amigos íntimos de su suegro y suyos también. De este joven abogado el único brillo que destella es el de su inmadurez política, pues se ha crecido menos que una semilla de cilantro, al refugiarse  bajo la sombra de su suegro, inmovilizándolo y exhibiéndolo como un político enano. El método de este precandidato es convencer a los delegados de que “su suegro no fue el de la transa” denostando paralelamente al equipo contrario, no al precandidato. Un panista de cepa dijo que con esa actitud el inexperto Chávez propone  dos cosas a la vez:

Primero.- Villagrán no tiene un pasado oscuro, por eso Chávez no lo desprestigia directamente.

Segundo.-No tiene ideas, ni pericia para forjar un proyecto sólido sin inventarse un pasado que nunca fue.

Para los priístas Alfonso Chávez el favorito, tanto que se atreven a apostar que la designación de Chávez como candidato del PAN catapultaría automáticamente  a Meny Duarte como el próximo presidente municipal, con lo que atenuaría aún más el PAN.


Pero personajes como Maquiavelo Cisneros nunca pierden, pues el ahora socio de Villarreal dominaría el PAN nuevamente colocando funcionarios a cambio de la derrota de Chávez, tal cual lo hiciera hace tres años con la derrota de su pupilo Ismael Pérez Pavía. 

Pérez Pavía, convertido en  tintorero y no en precandidato, simuló declinar a favor de Chávez con la condición de colocar regidores que en el futuro favorecerían los intereses de su manager político.

La reaparición de la autoexiliada Lorena Meléndez no obstaculizará lo que ya esta definido, aunque “la ausencia también es política” lo cierto es que ya se le se fue su tiempo y perdió buscando votos para otros.

Tiempo al tiempo. En política nada esta dicho, y menos en un municipio lleno de personajes políticos tan singulares como Meoqui, donde cualquier cosa puede suceder.
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