Pocas horas antes de que la Cámara de Diputados diera media sanción a la ley de identidad de género, ayer se conoció que las fuerzas de seguridad federales deberán respetar la identidad sexual autopercibida por travestis, transexuales y transgénero, ya sean agentes de los distintos organismo o detenidos. Así lo dispuso la ministra de Seguridad, Nilda Garré, a través de la Resolución 1.181/2011, que será publicada en los próximos días en el boletín oficial.
De esta manera, a partir de ahora, las personas “trans” deberán ser reconocidas por la identidad sexual con la que se identifiquen, desde su vestimenta y uniforme, pasando por la utilización de las instalaciones diferenciadas por sexo (baños y vestuarios) y hasta la asignación de tareas. En el caso de los presos, deberán ser alojados en celdas acordes a su sexualidad autopercibida. La norma incluso obliga a respetar, dentro de cada organismo, los nombres de pila que adopten los “trans”.
La nueva disposición ya fue remitida a los jefes de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura Naval y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Y tiene como objetivo respetar el “derecho a ser quien se es” y combatir “conductas transfóbicas y homofóbicas”, según adelantó el Ministerio de Seguridad a través de un comunicado.
La medida no alcanzaría, por ahora, a las fuerzas militares. “No tenemos información de que se esté trabajando en algo parecido”, respondieron desde la oficina de prensa del Ministerio de Defensa, encabezado por Arturo Puricelli, ante una consulta de este diario.
“No tenemos una estadística de cuántos agentes harán uso de este nuevo derecho, pero la medida la tomamos a partir de pedidos concretos que recibimos de personas ‘trans’ de las fuerzas que nos solicitaban asistencia”, relató a El Cronista Natalia Federman, directora de Derechos Humanos del Ministerio comandado por Garré.
Más allá de cuantas personas hagan uso del nuevo derecho adquirido, la funcionaria resaltó que “esta resolución aliviará a aquellos que están en un proceso de transformación y desde lo institucional hay que evitarles más obstáculos”.
El personal de las fuerzas que quieran readecuar su nombre de género deberán pedirlo al Centro Integral de Género de la institución y, según aclara la resolución, “en ningún caso se exigirá cirugía de reasignación sexual ni tratamiento hormonal para la concesión del trámite”.
“Esperamos que resoluciones similares se extiendan a todo el país y para ello ya estamos trabajando con los Ministerios de Seguridad de varias provincias”, adelantó Esteban Paulón, presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, en un comunicado que celebraba la medida. En tanto, Marcela Romero, Presidenta de ATTTA consideró que “esta resolución mejora considerablemente las condiciones laborales para las compañeras y compañeros ‘trans’”.
De esta manera, a partir de ahora, las personas “trans” deberán ser reconocidas por la identidad sexual con la que se identifiquen, desde su vestimenta y uniforme, pasando por la utilización de las instalaciones diferenciadas por sexo (baños y vestuarios) y hasta la asignación de tareas. En el caso de los presos, deberán ser alojados en celdas acordes a su sexualidad autopercibida. La norma incluso obliga a respetar, dentro de cada organismo, los nombres de pila que adopten los “trans”.La nueva disposición ya fue remitida a los jefes de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura Naval y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Y tiene como objetivo respetar el “derecho a ser quien se es” y combatir “conductas transfóbicas y homofóbicas”, según adelantó el Ministerio de Seguridad a través de un comunicado.
La medida no alcanzaría, por ahora, a las fuerzas militares. “No tenemos información de que se esté trabajando en algo parecido”, respondieron desde la oficina de prensa del Ministerio de Defensa, encabezado por Arturo Puricelli, ante una consulta de este diario.
“No tenemos una estadística de cuántos agentes harán uso de este nuevo derecho, pero la medida la tomamos a partir de pedidos concretos que recibimos de personas ‘trans’ de las fuerzas que nos solicitaban asistencia”, relató a El Cronista Natalia Federman, directora de Derechos Humanos del Ministerio comandado por Garré.
Más allá de cuantas personas hagan uso del nuevo derecho adquirido, la funcionaria resaltó que “esta resolución aliviará a aquellos que están en un proceso de transformación y desde lo institucional hay que evitarles más obstáculos”.
El personal de las fuerzas que quieran readecuar su nombre de género deberán pedirlo al Centro Integral de Género de la institución y, según aclara la resolución, “en ningún caso se exigirá cirugía de reasignación sexual ni tratamiento hormonal para la concesión del trámite”.
“Esperamos que resoluciones similares se extiendan a todo el país y para ello ya estamos trabajando con los Ministerios de Seguridad de varias provincias”, adelantó Esteban Paulón, presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, en un comunicado que celebraba la medida. En tanto, Marcela Romero, Presidenta de ATTTA consideró que “esta resolución mejora considerablemente las condiciones laborales para las compañeras y compañeros ‘trans’”.
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