La violencia en México está bajando. No de intensidad, está bajando en el mapa de la República. De Nuevo León, el foco rojo del crimen se desplazó a Veracruz. La semana pasada comenzó caliente: 32 reos, de tres penales diferentes, de manera simultánea, decidieron tomarse unas vacaciones y salir de los Centros de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Amatlán de los Reyes y Cosamalopan. El periodo vacacional fue muy corto para 14 de ellos que fueron capturados. Los restantes 18 andan por ahí practicando el turismo extremo, motivados por el documental México Royal Tour.
No obstante que las tres fugas de presos causaron alarma, más aún si se considera la manera casi sincrónica en que se efectuaron, la noticia fue opacada al día siguiente -la Fábrica Nacional de Asombros trabaja horas extras para lo que hoy nos escandaliza mañana parezca una película de Walt Disney-. El martes, víspera del XI Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores y Procuradores Generales de Justicia, aparecieron a unos metros del World Trade Center, sede de dicho encuentro, 35 personas muertas -23 hombres y 12 mujeres- que fueron abandonadas, con evidentes indicios de tortura, en un par de camionetas de redilas. Los cadáveres fueron llevados al Servicio Médico Forense del municipio de Boca del Río, situado en la surrealista esquina que forman las calles Juan Pablo II y Jesús Reyes Heroles. Las camionetas quedaron a disposición de quien se atreva a reclamarlas. En una de éstas los asesinos colocaron una manta con un comunicado que no fue difundido -peritos criptógrafos están tratando de descifrar la difícil caligrafía, hasta donde han podido vislumbrar se trata de un memorándum en contra de Los Zetas-.
El procurador de justicia estatal, Reynaldo Escobar Pérez, informó que la mayoría de los cuerpos fue identificada y se puede acreditar que pertenecían a individuos miembros de “cédulas de la delincuencia organizada”. “Se dedicaban a actividades del crimen organizado, tales como secuestro, extorsión y narcomenudeo” -informó Escobar, quien concluyó- “esto es algo que puede tranquilizar a la población, ya que todos tenían antecedentes penales”. No sé a usted, pero a mí lejos de tranquilizarme me causa inquietud la declaración del Procurador. Saber que 35 delincuentes, por más aviesos y torvos que hubieran sido, hayan sido torturados y aniquilados por otros delincuentes me da pavor. Y más aún el hecho de que la autoridad me invite a no preocuparme por ello, como si el hecho formara parte de una cadena lógica, natural y plausible de exterminio entre criminales.
El gobernador de la entidad, Javier Duarte, lamentó lo ocurrido no sin advertir que lamentaba más que los muertos hubieran escogido dedicarse a la delincuencia. En su Twitter escribió: “El mensaje es muy claro, en Veracruz no hay cabida para la delincuencia”. Sería bueno que Duarte explicara quiénes son los emisores del “mensaje muy claro”.
Los otros 14
La presencia de los procuradores y de los presidentes de tribunales de justicia motivó la implementación de un operativo de seguridad en el puerto de Veracruz y en Boca del Río -le aclaro al lector mal pensado que el operativo tuvo como objetivo proteger a los funcionarios, no salvaguardar a los jarochos de éstos-. A pesar del dispositivo de resguardo, el pasado jueves fueron ejecutadas 14 personas, cuyos cadáveres fueron arrojados en varias colonias de ambos municipios, según la información proporcionada por autoridades federales.
Sin embargo, Javier Duarte negó los hechos e incluso pidió a los reporteros que lo cuestionaban, revelar la fuente noticiosa. “A mí me llama la atención y yo le preguntaría a usted la fuente. ¿Cuál es la fuente de usted?, -preguntó el Gobernador tirándole a las escopetas-. Ante la insistencia de los reporteros para que precisara la existencia y número de muertos, Duarte ofreció a los comunicadores darles acceso a las instalaciones del Servicio Médico Forense.
Basados en este ofrecimiento, tres periodistas: Juan Carlos Alarcón, Jorge Flores y Arturo Moreno se dirigieron a reportear al Servicio Médico Forense, donde fueron agredidos por elementos de la Agencia Veracruzana de Investigación, quienes también secuestraron el material informativo y borraron fotos y grabaciones, según me hizo saber una fuente que estoy dispuesto a revelar al primer madrazo.
Para continuar con el estado de Veracruz, a lo ya escrito, habrá que agregar la aparición en la entidad de un grupo denominado Los Mata-Zetas -supuestamente sicarios del cártel Jalisco Nueva Generación-, quienes a través de una grabación en Internet se autoproclaman “el brazo armado del pueblo y para el pueblo” y en su mensaje expresan que tienen “prohibido la extorsión, el secuestro, el robo, las vejaciones y todo aquello que de una u otra forma afecte el patrimonio nacional, familiar, anímico y/o moral”, manifiestan respeto “a los poderes ejecutivos federales, estatales y municipales” y garantizan a las Fuerzas Armadas que su objetivo no es enfrentar al Estado, sino únicamente al cártel de Los Zetas, al que piensan “erradicar de raíz” (sic), el comunicado culmina haciéndole saber al “pueblo veracruzano que este flagelo -Los Zetas- de la sociedad no son invencibles y que ya no se dejen extorsionar”.
¿Quién está detrás de Los Mata-Zetas? ¿El cártel Jalisco Nueva Generación? ¿Es una organización paramilitar subvencionada con capital privado? ¿Es una creación del gobierno estatal? Surgen varias incógnitas. Sin tener ninguna respuesta, sólo me atrevo a pronosticar que se está gestando una Operación Jarocha, que va a inundar de sangre aquel “pedacito de patria que sabe sufrir y cantar”.
Zapatazo
Durante el II Informe del Gobernador de San Luis Potosí, Fernando Toranzo, Omar Jair Pineda Juárez lanzó un zapato contra el Ejecutivo estatal. Pineda Juárez, activista del Frente Amplio Opositor a la Compañía Minera San Javier, emuló a Muntazer al-Zi, periodista de Irak, quien en Bagdad lanzara sus dos zapatos contra el Presidente George Bush. La gesta fue similar no exacta, el periodista iraquí lanzó los dos zapatos que pasaron muy cerca del Mandatario texano; el activista mexicano sólo arrojó uno de ellos -el izquierdo correspondiente al pie con el que se levantó esa mañana-, que cayó a varios metros del Gobernador potosino. Los zapatos de Muntazer eran del 9, el de Omar del 7 y medio. El iraquí fue detenido y maltratado, resultó con una mano y varias costillas rotas, hemorragias internas y una herida en un ojo. El mexicano fue detenido por elementos de seguridad del Congreso estatal y, posteriormente, ese mismo día, puesto en libertad por órdenes de Toranzo.
El incidente provocó que la Conago (Conferencia Nacional de Gobernadores) en pleno tomara la determinación de diseñar un nuevo formato único de invitación para informes de gobierno. Éste podría decir lo siguiente: El Gobernador Constitucional del estado de (aquí el nombre del estado y del Gobernador -en ese orden-) se honra en invitar al C (nombre del invitado) a su (número ordinal) Informe de Gobierno, el próximo (fecha, hora y lugar). Se suplica a los asistentes ir descalzos.
Oí por ahí
La idea es de Quino, dibujante argentino, padre de Mafalda, con mucho gusto la suscribo: “Se debería empezar muriendo y así ese trauma quedaría superado. Luego te despiertas en un Hogar para Ancianos donde vas mejorando día con día. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. Luego, en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro. Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar el retiro de la vida laboral. Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo, no tienes problemas graves y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el colegio, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Y los últimos nueve meses te la pasas flotando, tranquilo, con calefacción central, room service, etc, etc. Y al final: ¡Abandonas este mundo en un orgasmo!”
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