Un 'dossier' de la DEA revela que en 1985 'El Chapo' ya había alcanzado una “posición importante” entre los narcotraficantes mexicanos. El 'Jefe de jefes' lo puso al frente del manejo logístico de La Federación, para coordinar los vuelos Colombia-México.
Joaquín El Chapo Guzmán es el heredero del cártel de Guadalajara, que en los años 80 encabezaron los narcotraficantes Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero.
Con la promoción de Juan José Esparragoza, El Azul, otro de los personajes clave del narcotráfico en México, Félix Gallardo nombró en 1986 a El Chapo Guzmán como responsable logístico de operar los envíos de cocaína de Colombia a México para La Federación, la organización que controlaba la operación del narco mexicano.
Meses antes, Caro Quintero fue detenido y encarcelado, acusado de asesinar en Guadalajara al agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena Salazar. Más tarde, también caería El Azul, pero El Chapo ya era el contacto clave en la relación con los capos colombianos.
Lo anterior es parte de la información contenida en un dossier especial de la Agencia Antidrogas de EU (DEA por sus siglas en inglés) calificado como “sensible” o “delicado”. Fragmentos de ese documento fueron revelados esta semana por la cadena de televisión estadounidense Univisión.
La revelación del contenido del dossier se da justo cuanto la DEA anunció la recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve al arresto o enjuiciamiento de Rafael Caro Quintero, quien después de 28 años de cárcel, acusado del asesinato del agente Camarena, fue liberado en agosto pasado, al obtener un amparo.
A continuación, algunos de los aspectos principales del reporte de Univisión:
Posicionamiento
En 1985, El Chapo Guzmán ya había alcanzado una posición relativamente importante en el mundo del narcotráfico mexicano. En este año Guzmán trabajaba como supervisor de cultivos de marihuana del Rancho Zamora en la población de Nombre de Dios, estado de Durango.
El rancho era propiedad de Gilberto Caro Rodríguez, tío de los Caro Quintero. Aparentemente la DEA se enteró de la existencia de Guzmán a raíz de un allanamiento que las autoridades mexicanas hicieron al Rancho Zamora.
Después de la acción judicial, se reportó que Guzmán Loera y otros traficantes “convencieron al gobernador de Durango para que permitiera el asesinato del jefe de seguridad del estado en represalia por la redada a la plantación”, señala el informe.
Operación en Durango
A Guzmán lo tenía ubicado la DEA en un departamento en Durango, que antes había sido arrendado por Salvador Peralta Pérez, comandante de la Policía Judicial Federal en Durango. El reporte señala que Peralta Pérez fue transferido a Interpol, pero antes recomendó a El Chapo con el propietario del departamento para que continuara arrendándolo.
El propietario declararía que horas después de que el agente Camarena fue secuestrado, el departamento comenzó a ser protegido por miembros del Ejército. “Esto indica que Guzmán Loera había llegado a un nivel dentro de La Federación que podía exigir protección del gobierno corrupto a los más altos niveles”, dice el informe.
La Federación
La DEA atribuye el ascenso de Guzmán en la llamada Federación – agrupación de grandes capos de la droga- a Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul, considerado entonces como uno de los principales lugartenientes de la organización.
En una reunión en 1986, antes de caer preso, Esparragoza “puso a Guzmán Loera a cargo del manejo logístico de la Federación”, señala el reporte. En esa posición, Miguel ängel Félix Gallardo, el Jefe de jefes, le encomendó a El Chapo la coordinación de los vuelos con cocaína que llegaban a México desde Colombia.
Guzmán trabajaba con los intermediarios del Cartel de Medellín, Jaime García García y Jairo Forero Pulido, afirma el reporte.
La DEA se enteró que los narcotraficantes colombianos pusieron a Guzmán el sobrenombre de El rápido, porque fue el primero que garantizó la entrega de la mercancía en Estados Unidos en un período de 48 horas después de recibida.
Entre 1987 y 1989 la organización de El Chapo manejaba entre 10 y 12 toneladas de cocaína que despachaban los colombianos.
Viaje a Colombia
Los colombianos estaban tan agradecidos que le ofrecieron una fiesta organizada por el narcotraficante del Cartel del Norte, Iván Urdinola Grajales. “Guzmán Loera voló a Colombia en un Learjet privado acompañado por un entorno que él presentó como oficiales de la policía mexicana”, sostiene el reporte.
Los agentes reseñan una larga lista de oficiales cómplices de Guzmán, quien se convirtió en el hombre que le “abría las puertas” del gobierno mexicano a los narcotraficantes colombianos cuando tenían problemas de personal que había sido detenido en México.
Entre los contactos importantes de Guzmán, la DEA menciona a Enrique Álvarez del Castillo, quien fue gobernador de Jalisco (1983-1988) y titular de la Procuraduría General de la República (PGR), entre 1988 y 1991, en el inicio del gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Licencia en California
El reporte de la DEA sobre El Chapo revela también que Guzmán compró dos automóviles modelo Corvette en Boulevard Auto Sales, de Los Angeles, California, para regalarlos a comandantes de la policía en Sonora.
Uno de los automóviles lo registró a nombre de Max Aragón. Ese fue el nombre que Guzmán utilizó para obtener una licencia de conducir en California.
Joaquín El Chapo Guzmán es el heredero del cártel de Guadalajara, que en los años 80 encabezaron los narcotraficantes Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero.
Con la promoción de Juan José Esparragoza, El Azul, otro de los personajes clave del narcotráfico en México, Félix Gallardo nombró en 1986 a El Chapo Guzmán como responsable logístico de operar los envíos de cocaína de Colombia a México para La Federación, la organización que controlaba la operación del narco mexicano.
Meses antes, Caro Quintero fue detenido y encarcelado, acusado de asesinar en Guadalajara al agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena Salazar. Más tarde, también caería El Azul, pero El Chapo ya era el contacto clave en la relación con los capos colombianos.
Lo anterior es parte de la información contenida en un dossier especial de la Agencia Antidrogas de EU (DEA por sus siglas en inglés) calificado como “sensible” o “delicado”. Fragmentos de ese documento fueron revelados esta semana por la cadena de televisión estadounidense Univisión.
La revelación del contenido del dossier se da justo cuanto la DEA anunció la recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve al arresto o enjuiciamiento de Rafael Caro Quintero, quien después de 28 años de cárcel, acusado del asesinato del agente Camarena, fue liberado en agosto pasado, al obtener un amparo.
A continuación, algunos de los aspectos principales del reporte de Univisión:
Posicionamiento
En 1985, El Chapo Guzmán ya había alcanzado una posición relativamente importante en el mundo del narcotráfico mexicano. En este año Guzmán trabajaba como supervisor de cultivos de marihuana del Rancho Zamora en la población de Nombre de Dios, estado de Durango.
El rancho era propiedad de Gilberto Caro Rodríguez, tío de los Caro Quintero. Aparentemente la DEA se enteró de la existencia de Guzmán a raíz de un allanamiento que las autoridades mexicanas hicieron al Rancho Zamora.
Después de la acción judicial, se reportó que Guzmán Loera y otros traficantes “convencieron al gobernador de Durango para que permitiera el asesinato del jefe de seguridad del estado en represalia por la redada a la plantación”, señala el informe.
Operación en Durango
A Guzmán lo tenía ubicado la DEA en un departamento en Durango, que antes había sido arrendado por Salvador Peralta Pérez, comandante de la Policía Judicial Federal en Durango. El reporte señala que Peralta Pérez fue transferido a Interpol, pero antes recomendó a El Chapo con el propietario del departamento para que continuara arrendándolo.
El propietario declararía que horas después de que el agente Camarena fue secuestrado, el departamento comenzó a ser protegido por miembros del Ejército. “Esto indica que Guzmán Loera había llegado a un nivel dentro de La Federación que podía exigir protección del gobierno corrupto a los más altos niveles”, dice el informe.
La Federación
La DEA atribuye el ascenso de Guzmán en la llamada Federación – agrupación de grandes capos de la droga- a Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul, considerado entonces como uno de los principales lugartenientes de la organización.
En una reunión en 1986, antes de caer preso, Esparragoza “puso a Guzmán Loera a cargo del manejo logístico de la Federación”, señala el reporte. En esa posición, Miguel ängel Félix Gallardo, el Jefe de jefes, le encomendó a El Chapo la coordinación de los vuelos con cocaína que llegaban a México desde Colombia.
Guzmán trabajaba con los intermediarios del Cartel de Medellín, Jaime García García y Jairo Forero Pulido, afirma el reporte.
La DEA se enteró que los narcotraficantes colombianos pusieron a Guzmán el sobrenombre de El rápido, porque fue el primero que garantizó la entrega de la mercancía en Estados Unidos en un período de 48 horas después de recibida.
Entre 1987 y 1989 la organización de El Chapo manejaba entre 10 y 12 toneladas de cocaína que despachaban los colombianos.
Viaje a Colombia
Los colombianos estaban tan agradecidos que le ofrecieron una fiesta organizada por el narcotraficante del Cartel del Norte, Iván Urdinola Grajales. “Guzmán Loera voló a Colombia en un Learjet privado acompañado por un entorno que él presentó como oficiales de la policía mexicana”, sostiene el reporte.
Los agentes reseñan una larga lista de oficiales cómplices de Guzmán, quien se convirtió en el hombre que le “abría las puertas” del gobierno mexicano a los narcotraficantes colombianos cuando tenían problemas de personal que había sido detenido en México.
Entre los contactos importantes de Guzmán, la DEA menciona a Enrique Álvarez del Castillo, quien fue gobernador de Jalisco (1983-1988) y titular de la Procuraduría General de la República (PGR), entre 1988 y 1991, en el inicio del gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Licencia en California
El reporte de la DEA sobre El Chapo revela también que Guzmán compró dos automóviles modelo Corvette en Boulevard Auto Sales, de Los Angeles, California, para regalarlos a comandantes de la policía en Sonora.
Uno de los automóviles lo registró a nombre de Max Aragón. Ese fue el nombre que Guzmán utilizó para obtener una licencia de conducir en California.
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