El reloj marcaba las 9:55 horas, era una de las mañanas mas frías de este invierno, en el cielo el sol en su esplendor todo lo hacia visible, y enfrente de la casa de el “che”, decenas de niños en una primaria ubicada a escasos 20 metros de donde murió ejecutado, no fueron motivo suficientes para disuadir que manos d
esconocidas dispararan en 5 ocasiones contra la victima en la puerta de su casa con una pistola calibre .38mm.
Los disparos ocasionaron que los vecinos de los alrededores salieran de sus casas, de una manera similar a lo que hacen las hormigas cuando se les chifla en el hormiguero; la única diferencia es que los insectos corren asustados y los vecinos corrieron, pero al chisme.
La unidad de emergencias hizo su aparición varios minutos después, el paramédico no se tomo ni la molestia de acercar la ambulancia, ya no era necesario, simplemente cumplió con el protocolo, y confirmo la muerte de la victima.
En el lugar hizo su penosa aparición el director de seguridad pública, sus palabras fueron simples, tan simples como la muerte de un desconocido para los policías municipales quienes revisaban con su morbosa mirada la escena del crimen mientras uno de ellos tomaba fotografías del cadáver, tal vez con el fin de venderlas a algún medio sensacionalista o para su propia y lúgubre colección.
El director de seguridad pública se apresuro a explicar a los medios brevemente que el fallecido contaba con varios ingresos a la cárcel municipal y era el sospechoso de un asalto ocurrido horas antes en esta ciudad. ¿Sería una simple explicación, o una disculpa para los afanosos sicarios? La respuesta, flota en el aire.
ya va para 2 años su muerte, el era mi tio y apenas que estoy leyendo me di cuenta que hay algunos errores, en primer lugar tenia 30 años y en segundo no era su casa. Esa es la casa de un vecino donde se quizo esconder. Pero aun asi me gusto su redaccion, nomas por esos errores.
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