Veintiún imágenes de la reina del pop en 1977 se subastarán el próximo 9 de noviembre
La entonces estudiante posó sin ropa y cobró apenas 10 dólares por fotografía
Una serena, desnuda e inocente Madonna será la protagonista de una puja que se llevará a cabo el próximo 9 de noviembre. Joven, tersa y morena, así es la modelo de las fotografías inéditas que subastará Jeremy Frommer, un empresario estadounidense que el año pasado compró todo el patrimonio de Bob Guccione, el fundador de la revista Penthouse, muerto en 2010. En las imágenes, que fueron tomadas en 1977, cuando Madonna Louise Ciccone estudiaba danza en la universidad de Michigan, la cantante apenas superaba la mayoría de edad.
En ese momento, la joven Madonna no tuvo ningún problema en posar desnuda ante la cámara del fotógrafo Herman Kulkens y lo más seguro es que no se imaginaba que casi cuatro décadas después, las imágenes esperarían recaudar decenas de miles de dólares. Tampoco se le ocurriría que diez años más tarde, cuando era toda una estrella del pop, dos de las más grandes cabeceras de la prensa erótica –Penthouse y Playboy– se enfrentarían en los tribunales en una encarnizada lucha por publicarlas.
Solo seis de ellas llegaron a ser publicadas en ambas revistas, de un total de 21 que resultaron de la sesión con Kulkens. Según recuerda hoy el fotógrafo en la prensa británica, nunca ha olvidado la impresión que le causó Madonna cuando la conoció en una clase de escultura. “Su cara me recordó a Cleopatra”, rememora el artista. En ese momento, la joven Ciccone firmó un documento en el que cedía todos los derechos al autor de las imágenes, a quien permitía “venderlas o usarlas como mejor le viniera”. A cambio, la hoy diva del pop recibió apenas 10 dólares por fotografía.
En una de las instantáneas, quizás la más misteriosa hasta ahora, Madonna aparece desnuda junto a otra chica, que le da la espalda a la cámara. La cantante le acaricia serenamente la melena. “Lo más loco de esta venta es que aún no sabemos quién es la chica con cuyo pelo juega Madonna en la foto”, explica al Daily Mail Jeremy Frommer, organizador de la subasta y dueño actual de las imágenes. El año pasado, este empresario y financiero compró todo el patrimonio de Bob Guccione, que murió en la bancarrota, víctima de un cáncer.
Solo seis de ellas llegaron a ser publicadas en ambas revistas, de un total de 21 que resultaron de la sesión con Kulkens. Según recuerda hoy el fotógrafo en la prensa británica, nunca ha olvidado la impresión que le causó Madonna cuando la conoció en una clase de escultura. “Su cara me recordó a Cleopatra”, rememora el artista. En ese momento, la joven Ciccone firmó un documento en el que cedía todos los derechos al autor de las imágenes, a quien permitía “venderlas o usarlas como mejor le viniera”. A cambio, la hoy diva del pop recibió apenas 10 dólares por fotografía.
En una de las instantáneas, quizás la más misteriosa hasta ahora, Madonna aparece desnuda junto a otra chica, que le da la espalda a la cámara. La cantante le acaricia serenamente la melena. “Lo más loco de esta venta es que aún no sabemos quién es la chica con cuyo pelo juega Madonna en la foto”, explica al Daily Mail Jeremy Frommer, organizador de la subasta y dueño actual de las imágenes. El año pasado, este empresario y financiero compró todo el patrimonio de Bob Guccione, que murió en la bancarrota, víctima de un cáncer.
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