Meoqui Chihuahua.-“Pobre Meoqui, ahora si se paso de lanza el gober, en un día se nos hundió el puente de arena” es el comentario de los más entendidos, otros le echan la culpa al profesor Salvador García y los más ignorantes, a los comerciantes del área de restaurantes del Vado, “por aferrarse a que pasen carros por ahí”. Ese enojo y frustración son consecuencia del hundimiento de 250 mil pesos que costó el puente provisional de tierra que construyó el gobierno estatal en el vado de Meoqui
Hace, ya no recuerdo cuanto tiempo, la creciente arrancó los restos fósiles de gran parte del viejo puente, dicen que fue una maldición de los duendes azules que perdieron la elección y quedaron el tercerisimo lugar, otros dicen que es por culpa de la sobreabundancia de tanto político homosexual y bisexual en el municipio de Meoqui ha escalado liderazgos hasta llegar incluso a importantes curules. Si esto es cierto solo Dios sabe que le espere a Delicias.
Lo cierto es que el gobierno estatal ya se gastó muchísimo dinero en experimentos fortuitos que lo único que han despertado es el enojo del pueblo.
Justa razón tienen los habitantes de tan olvidada mini metrópoli chihuahuense, pues muy marcadamente desde el apagón eléctrico que sufrieron durante la administración de ex alcalde Martín Siller, a quien perfilan los mas deshonestos del pueblo como posible secretario municipal, han percibido que su pueblo ha estado olvidado indefinidamente por los gobiernos estatales y el de César Duarte no es la excepción.
Pero que se olviden del pueblo que esta jodido no es una ofensa, pues en altas esferas políticas, la pobreza dicen que apesta. Lo vil y mezquino es que hagan de la desgracia del pueblo una ocasión para obtener dividendos.
No se sabe quien se este beneficiando directamente con los puentes de arena, pues ya van dos que se desmoronan. El juego seguirá hasta que un buen vaquero tenga los tamaños para exigir no un puente, sino por lo menos respeto a su gente.
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