"El Clitoris" y la libertad del sexo virtual

Al negocio del sexo se le ha llamado “industria”, “mercado”, “mafia”, y cuantos términos puedan aparecer, y mueve demasiado dinero en todo el mundo; levanta “imperios”, hace a algunos afortunadas, y a muchas infortunadas, sin que la policía y la justicia impida el afán de inescrupulosos “empresarios”, chulos, padrotes, pimps, cafiches o proxenetas.
Que el sexo, aparte de ser procreativo es un placer y una actividad lucrativa ya lo sabíamos; ocurre ahora que gracias a las nuevas tecnologías se ha reiventado a sí mismo a través de internet y lo virtual. Las posibilidades de encontrar textos, imágenes, videos, chates o diálogos de claro contenido sexual o pornográfico, vencen cualquier filtro, censura o control, y se masifican.
La explotación sexual, que antes únicamente se hacía de manera directa, hoy también es virtual. Los vídeos caseros, los videos comerciales, cualesquier video es susceptible de compra-venta, de exhibición con segunda ganancia, de gancho comercial, de invitación a los teléfonos con trampa, a los timos de contagio de virus, y cuantos recursos pueda imaginarse.
Un “inocente” internauta inquiere: «¿Cuáles son las mejores web sobre sexo? Su pretexto es: «para poder ver cómo ellos lo hacen, y así no fallar yo cuando lo esté haciendo con mi novia». Ni cortos ni perezosos otros internautas responden. Y la mejor respuesta ELEGIDA POR LOS VOTANTES es: «xvideos.com, xlive.com,xhamster.com»
Se calcula que cada segundo del día hay una media de 28 mil usuarios consultando porno online sólo en Estados Unidos. Una especie de facebook sexual, "I Just Made Love", tiene casi 70 mil seguidores que sin reparos “cuentan cómo y dónde fue su última relación sexual: auto, sofá, cama, aire libre, pose, detalles, satisfacción o no. Y todos siguen contando sin parar a cada minuto.
Y la curiosidad se incrementa a la par que el número de especialistas y sabihondos.Sexólogos, psicólogos sexuales y documentalistas. Y hay quienes sugieren como Gisele Sousa Dias, que en un artículo bastante comentado trata sobre los “mitos”: largura fálica, artilugios, juguetes o videos, complicaciones cardiopáticas del Viagra, inerección, orgasmo femenino, etc.
Ha vuelto a renacer el pecado de la lujuria, con los apelativos de “adicto sexual o sexoadicto”, “maniático sexual o sexomaniaco”, y en el mejor de los casos, hipersexualidad o satiriasis, a cuyos estropicios y trastornos acuden los psicólogos especialistas. Pero, ¿es que el sexo es una enfermedad o una anomalía?, ¿qué diablos es el sexo?.
Liam Neeson, nominado al Oscar al mejor actor por su interpretación en La lista de Schindler, en 2004, encarnó a un biólogo norteamericano, Alfred Kinsey, quien realizó miles de entrevistas, reunió e interpretó esa información de primera fuente sobre el sexo, y en 1948 publicó El comportamiento sexual en el hombre, cuyas conclusiones no sólo fueron sorprendentes sino esclarecedoras. ( 1 )
Posteriormente vinieron el ginecólogo William Howell Masters, y su mujer la psicóloga Virginia Eshelman Johnson, que publicaron Human Sexual Response, en 1966, Human Sexual Inadequacy, en 1970), The Pleasure Bond, en 1975, y Homosexuality in Perspective, en 1979. Si Kinsey tuvo pasta de explorador de la verdad, Masters y Johnson, fueron, sobre todo, terapeutas.
Y a partir de allí, decenas, cientos y miles de estudiosos. Recientemente el documental: El Clítoris: Ese Gran Desconocido, trata sobre la Sexualidad Femenina, derrumbando tabúes. Varios médicos, sexólogos y expertos en el tema analizan las claves de la sexualidad femenina e ilustran bastante bien sobre esa parte íntima de la que nadie quizo hablar.
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( 1 ) La película alemana-norteamericana, “Kinsey”, de 2004, fue dirigida por Bill Condon. El trailer está en: http://www.youtube.com/watch?v=XjrDEv-sf7A&feature=related
( 2 ) El clítoris, es un documental de Cats & Dogs Films Sylicone et ART France. Está en You Tube, Vimeo, etc.