Las menos sociales de todas las redes

Las del pasado 22-M fueron las elecciones de las redes sociales. Partidos políticos y candidatos se lanzaron a una carrera loca por ser los más modernos, los más activos, los más presentes y, sobre todo, los más influyentes en un medio hasta entonces ajeno para muchos de ellos. El objetivo: 'pescar' votos en ese océano de plataformas sociales y en las que aspiraban a acceder a un caladero de apoyos que nunca hubieran alcanzado con las armas propagandísticas habituales. Así, desde meses antes de la cita, partidos, agrupaciones locales y candidatos abrieron blogs, cuentas de Twitter, perfiles en Facebook... Las abrieron, las utilizaron -ellos o sus asesores, que no todo el que pone la foto pone la letra- y, ahora, muchos no recordarán ni su nombre de usuario ni su contraseña. Ya no hacen falta... hasta las próximas elecciones.

Esa ha sido la estrategia de las agrupaciones de Logroño de PP, PSOE y PR en Twitter y en Facebook. Sus muros y cronologías son un compendio de notas de prensa, mensajes, reuniones, fotos, programas, promesas... Electoralismo en estado puro. Comunicación en una única dirección. ¿Interacción con sus seguidores? Cero. Quizá no alcanzaron -o no les interesó- entender el concepto social.

Su defunción llegó pronto. Antes incluso que la jornada electoral. Antes, en el caso del PR, de la propia campaña ya que su último mensaje en Facebook es del 7 de mayo. El PP logroñés se cansó de Twitter el 19 de mayo; el PSOE, el 23 y con un mensaje de difícil interpretación: http://tomassantosalcalde.es/.

No sólo las agrupaciones locales de los partidos hacen aguas postelectorales en las redes sociales. Si ponemos nombres y apellidos, la web de Tomás Santos ha desaparecido; el último apunte del blog de Martínez Aldama es del 20 de mayo, diez días antes de olvidarse de Twitter; Pedro Sanz actualiza poco su blog y su Facebook sólo reproduce su agenda; Ángel Varea también ha desaparecido de Facebook; y el blog de Julio Revuelta ya sólo se nutre de noticias de otros medios. Otros se lanzaron con ganas al mundo de las redes sociales, pero se quedaron en la orilla. Por ejemplo, José Luis Pérez Pastor y Concepción Arruga (0 tweets) o Vicente Urquía (2).

Pero no todo es publicar. La esencia de estas plataformas es la interacción con los seguidores. Y ahí, buena parte de los políticos riojanos -al igual que los partidos- suspenden al convertir el pretendido diálogo en un aburrido monólogo.

Afortunadamente, estos casos son la excepción que confirma la regla. La política regional cuenta con grandes blogueros, 'twitteros' y usuarios de Facebook. Entre los primeros, Félix Caperos, Conrado Escobar, Dani Carrillo o Miguel González de Legarra, que no se limitan a un uso político y monologuístico de Twitter o de sus blogs. En Facebook la pelea parece estar en acumular amigos, donde César Luena y Henar Moreno ganan de calle aunque Carlos Cuevas y Javier Pagola, también tienen su tirón.