"NO TENGO MIEDO...POR ESO ME VOY DE CHIHUAHUA"
Nació en Delicias en 1956, creció en un pueblo lleno oportunidades y esperanzas, estudio en la escuela 305 y sus Secundaria la hizo en la Leyes de Reforma…y paso el tiempo y aquel pueblo pintoresco cambio y se convirtió en ciudad, una ciudad, donde abunda el miedo.
Su talento como pintor poco ha sido reconocido en Delicias, su pueblo natal, aunque nunca ha sido un grafitero, algunos se atreven a citarle como “El pintor urbano”, su atrabajo, mas por talento que por elección, le da para vivir sin hambre y mantener a su familia.
De Elías Salas pueden decirse muchas cosas, posee un espíritu vago como todo artista relegado, y es este ultimo adjetivo el que lo ha llevado a realizar su mas grande “locura” -dirán muchos- al apostarse en la presidencia municipal en son de protesta por la violencia, algo a lo que ninguno antes se había atrevido.
Aunque es una protesta contra la violencia, la realidad es que no protesta contra nadie, solo por el miedo que lo ha embargado hasta obligarlo ha desafiarlo.
¿Le teme Elías Salas a alguien en particular? – preguntamos.
El modesto hombre de cabellos alborotados responde tranquilamente que su protesta no es contra los delincuentes, no contras las autoridades, “es una necesidad, que hoy desahogo, es algo que tenia que hacer antes de marcharme de mi pueblo querido”, responde con nervio y prudencia.
El objetivo del también reportero de un medio digital deliciense, es reunir los recursos necesarios, para irse de Chihuahua. Ello lo logrará, dice, vendiendo sus pinturas en la presidencia municipal donde ha establecido una casa de campaña, a la que ahora llama su hogar, donde al salir deja una nota en la entrada de la tienda de campaña, la cual reza, “Fui a comer regreso en unos 5 minutos”.
Platicamos un buen rato con el maestro Elías, en breve resumen de sus palabras la siguiente frase se ajusta a perfecto todo lo que dicho por el artista frente y detrás de la cámara: “No tengo miedo, por eso me voy”.
Su reproche va dirigido a “NADIE” y durara 10 días, por lo menos, hasta que logre alcanzar una meta para pagar su mudanza, a menos que la mano generosa del alcalde deliciense lo alcance y sufrague sus gastos, o algún funcionario que no tolere ver su casita a media explanada de la alcaldía tendrá que pasar la charola con los burócratas locales y así facilitar el escape el singular personaje deliciense que, irónicamente lo hará al igual que lo hacen cuando sus actos, los que lo obligan marcharse cuando hacen sus fechorías, “con rumbo desconocido...”
Cabe señalar que el activista hasta el momento no cuenta con ningun tipo de protección, segun lo señaló.
Nació en Delicias en 1956, creció en un pueblo lleno oportunidades y esperanzas, estudio en la escuela 305 y sus Secundaria la hizo en la Leyes de Reforma…y paso el tiempo y aquel pueblo pintoresco cambio y se convirtió en ciudad, una ciudad, donde abunda el miedo.
Su talento como pintor poco ha sido reconocido en Delicias, su pueblo natal, aunque nunca ha sido un grafitero, algunos se atreven a citarle como “El pintor urbano”, su atrabajo, mas por talento que por elección, le da para vivir sin hambre y mantener a su familia.
De Elías Salas pueden decirse muchas cosas, posee un espíritu vago como todo artista relegado, y es este ultimo adjetivo el que lo ha llevado a realizar su mas grande “locura” -dirán muchos- al apostarse en la presidencia municipal en son de protesta por la violencia, algo a lo que ninguno antes se había atrevido.
Aunque es una protesta contra la violencia, la realidad es que no protesta contra nadie, solo por el miedo que lo ha embargado hasta obligarlo ha desafiarlo.
¿Le teme Elías Salas a alguien en particular? – preguntamos.
El modesto hombre de cabellos alborotados responde tranquilamente que su protesta no es contra los delincuentes, no contras las autoridades, “es una necesidad, que hoy desahogo, es algo que tenia que hacer antes de marcharme de mi pueblo querido”, responde con nervio y prudencia.
El objetivo del también reportero de un medio digital deliciense, es reunir los recursos necesarios, para irse de Chihuahua. Ello lo logrará, dice, vendiendo sus pinturas en la presidencia municipal donde ha establecido una casa de campaña, a la que ahora llama su hogar, donde al salir deja una nota en la entrada de la tienda de campaña, la cual reza, “Fui a comer regreso en unos 5 minutos”.
Platicamos un buen rato con el maestro Elías, en breve resumen de sus palabras la siguiente frase se ajusta a perfecto todo lo que dicho por el artista frente y detrás de la cámara: “No tengo miedo, por eso me voy”.
Su reproche va dirigido a “NADIE” y durara 10 días, por lo menos, hasta que logre alcanzar una meta para pagar su mudanza, a menos que la mano generosa del alcalde deliciense lo alcance y sufrague sus gastos, o algún funcionario que no tolere ver su casita a media explanada de la alcaldía tendrá que pasar la charola con los burócratas locales y así facilitar el escape el singular personaje deliciense que, irónicamente lo hará al igual que lo hacen cuando sus actos, los que lo obligan marcharse cuando hacen sus fechorías, “con rumbo desconocido...”
Cabe señalar que el activista hasta el momento no cuenta con ningun tipo de protección, segun lo señaló.
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