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"No había tenido sexo en tres años, pero lo hicimos seis veces", comenta Pauline.
Con 330 kilos, Pauline Potter fue declarada como la mujer más gorda del mundo por el Libro Guinness. Sin embargo, la estadounidense estaría a punto de perder su récord gracias a una dieta a base de sexo.
La mujer de 48 años decidió prestarle más atención a su salud y adelgazar. Pero, como le era casi imposible dejar los chocolates y las hamburguesas, eligió una dieta sin dudas muchísimo más divertida, basada en maratones de sexo.
Por lo pronto, la dieta le está funcionando: adelgazó 44 kilos.
La mujer explicó que subió 127 kilos tras su divorcio, pero a raíz del flamante título mundial, su ex marido volvió corriendo a sus brazos. "Hizo falta que engordara para que me diera cuenta de cuánto me importa", expresó Alex, ahora compañero de ejercicios de alcoba de Pauline.
Ahora, la mujer pesa 285 kilos y puede ponerse de pie nuevamente, algo que era impensable en septiembre del año pasado, cuando entró en el Libro Guinness. Entonces dependía de los cuidados de su hijo de 19 años, Dillion, quien también sufre de obesidad.
"No había tenido sexo en tres años, pero lo hicimos seis veces", comentó encantada Pauline a la web de la revista Closer.
"Él se puso al mando porque yo no podía moverme mucho y fue muy atento. Tuve orgasmos todas las veces -aseguró Pauline-. Nos encanta el juego previo, los masajes y el sexo en sí. Yo también le doy placer a Alex. Mi cama está reforzada y, aunque no puedo comprar lencería sexy, me envuelvo en una sábana linda".
Por su parte, el marido comentó: "Es difícil acomodar a Pauline y encontrar sus áreas de placer porque tiene demasiada grasa en la pelvis. Pero me excita saber que está satisfecha. Aunque una vez, cuando estaba ella arriba, casi me asfixia".
La mujer de 48 años decidió prestarle más atención a su salud y adelgazar. Pero, como le era casi imposible dejar los chocolates y las hamburguesas, eligió una dieta sin dudas muchísimo más divertida, basada en maratones de sexo.
Por lo pronto, la dieta le está funcionando: adelgazó 44 kilos.
La mujer explicó que subió 127 kilos tras su divorcio, pero a raíz del flamante título mundial, su ex marido volvió corriendo a sus brazos. "Hizo falta que engordara para que me diera cuenta de cuánto me importa", expresó Alex, ahora compañero de ejercicios de alcoba de Pauline.
Ahora, la mujer pesa 285 kilos y puede ponerse de pie nuevamente, algo que era impensable en septiembre del año pasado, cuando entró en el Libro Guinness. Entonces dependía de los cuidados de su hijo de 19 años, Dillion, quien también sufre de obesidad.
"No había tenido sexo en tres años, pero lo hicimos seis veces", comentó encantada Pauline a la web de la revista Closer.
"Él se puso al mando porque yo no podía moverme mucho y fue muy atento. Tuve orgasmos todas las veces -aseguró Pauline-. Nos encanta el juego previo, los masajes y el sexo en sí. Yo también le doy placer a Alex. Mi cama está reforzada y, aunque no puedo comprar lencería sexy, me envuelvo en una sábana linda".
Por su parte, el marido comentó: "Es difícil acomodar a Pauline y encontrar sus áreas de placer porque tiene demasiada grasa en la pelvis. Pero me excita saber que está satisfecha. Aunque una vez, cuando estaba ella arriba, casi me asfixia".
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