Consciente de que en México el reto en materia de bancarización es todavía enorme, Grupo Progreso, con sede en Delicias, Chihuahua, está en proceso de integrar cuatro de sus firmas financieras –unión de crédito, casa de cambio, sofipo y sofom- para convertirse en un banco de nicho regional que se denominaría Banco Progreso de Chihuahua.
Jaime Ramón Herrera Corral, director general corporativo de Grupo Progreso –con una historia de 36 años-, explica a El Economista que se trabaja desde hace tiempo en ese objetivo y que ya están en proceso de solicitud y de entrega de la documentación respectiva a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
A diferencia de Estados Unidos, donde hay cerca de 1,500 bancos, en nuestro país sólo operan 42 y dos más acaban de ser autorizados. Y aunque se ha avanzado en la creación de otras figuras como las sofomes, sofipos y uniones de crédito para avanzar en el proceso de inclusión financiera, se requiere, dice Herrera Corral, evolucionar hacia figuras que tengan capacidades completas.
Es decir, que no solamente sean instrumentos de colocación, que no sólo sean instrumentos de crédito, sino que sea una intermediación completa, tienen qué evolucionar. Es lo que va a ocurrir en los próximos años. Claramente, esto va a llevar a que México cuente en los próximos años con una estructura bancaria más amplia”, sostiene.
No obstante, quien durante cerca de 30 años fungió como funcionario de FIRA y Finrural aclara que este proceso tiene que darse en orden. “En aras de generar una mayor inclusión financiera, no podemos perder los niveles de control, de riesgo, de capitalización que debemos tener. Si por tratar de crecer lo hacemos de una manera desordenada, se nos puede revertir en el corto y mediano plazo”.
Es en este marco en el que Grupo Progreso busca integrar cuatro de sus entidades financieras con las que ya operan y aprovechar su cartera total de 2,200 millones de pesos, captación de 3,000 millones y más de 50 sucursales, para convertirse en banca de nicho regional.
—¿Cómo va el proceso ante la autoridad? ¿Se concretará este mismo año?
Bueno, estamos buscando que pueda concretarse lo más pronto posible. Obviamente, la autoridad, en este caso la CNBV, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, tienen procesos establecidos de cumplimiento sobre la integración de documentos, de todo lo que se requiere. Estamos haciendo el esfuerzo de que sea en esta misma administración, hay toda la buena voluntad de las autoridades. Hemos hablado tanto con el presidente de la CNBV (Guillermo Babatz), quien se ha mostrado bastante proactivo y positivo hacia el proyecto, y de igual forma con el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y con el propio secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
—¿Es conveniente que se resuelva antes de que concluya el sexenio?
Quisiéramos que así fuera. Sabemos que son procesos que llevan tiempo. Nosotros hemos iniciado desde hace ya algún tiempo, pero en nuestro caso, dado que se diversificaron las figuras, lo hace un poquito más complejo; hay que hacer un proceso de fusiones y de transformaciones que lo están haciendo un proceso más laborioso. Yo quisiera que fuera este mismo año, pero de lo contrario, sabemos que con el apoyo de la autoridad lo podremos lograr en los primeros meses del 2013.
—¿Cómo se llamaría el banco?
El grupo se ha denominado desde hace 36 años Progreso. Quisiéramos mantener la misma imagen, el posicionamiento que ya tiene. Sin embargo, quisiéramos llamarlo Banco Progreso de Chihuahua, ahí tiene uno que conciliar con los nombres.
—¿Usted quedaría al frente?
Habría que ver con el Consejo de Administración, con la asamblea de accionistas, que son los que determinarían la estructura que desarrollaríamos. Hoy tengo la responsabilidad de ver todas las empresas (del grupo) y buscaríamos mantener esa integridad con cada uno de los consejos.
SE CONCENTRARÍAN EN EL NORTE
Herrera Corral destaca que, en conjunto, las cuatro entidades financieras integran un capital de alrededor de 300 millones de pesos, mientras que para la conformación de un banco de nicho se requieren cerca de 260 millones.
Banco Progreso de Chihuahua podría captar ahorro, dar crédito y brindar otros servicios ligados a estos como cuentas de cheques, de ahorro y tarjetas de crédito.
A pesar de que concentrarían su operación en el norte del país, principalmente en Chihuahua, también operarían en otras entidades y atenderán a diversos sectores como el agropecuario, de servicios, comercio, turismo y de la construcción. El objetivo es crecer de manera importante en los siguientes cinco años.
Yo estoy optimista y convencido de que es un enorme reto. Las disposiciones emitidas a través de Basilea III lo agarran bien posicionado. El reto es cómo construir sobre esos cimientos. Al final, lo que necesitamos es dar más crédito”, concluye, y afirma que en el país hay muchas oportunidades para el sector financiero.
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