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La aleatoria renuncia del jefe de comunicación social en Delicias, pone en evidencia fallas administrativas eventuales y falta de liderazgo.
El escape de la caverna azul ubicada en altos de la presidencia municipal de Delicias, y en cuya puerta un letrero de vinil marca el terreno de los insatisfechos con la leyenda “Comunicación Social”, por parte de el jefe de dicho departamento gubernamental, Víctor Gaytán Robles, es tan inminente como lo puede ser inevitable.
Luego de enviar un boletín con fines que creaban ampliamente un escenario de antagonismo entre la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Delicias, y la alcaldía, desechando la sobriedad con que escriben los boletines que envian a los medios de comunicación, así como fallas administrativas, que se advierten como un posible “golpe de estado” por parte de sus subalternos, apoyados por otros entes que con afán colaboran para que Gaytán salga huyendo cual célibe asustado.
Impuesto por poderes fácticos como muchos otros enclenques que se han disfrazado de servidores públicos, Gaytán Robles, quien se incorporó a la actual administración el pasado 7 de Marzo del año en curso, le bastaron un par de días para convirtiese en una marioneta manejada por muchos hilos. Su carácter débil y quebradizo, no soportó mucho tiempo el jaloneo al que voluntariamente se expuso luego de fiarse en un equipo que en realidad nunca ha existido.
Este domingo, el jefe del departamento de comunicación social, no pudo más, la presión que él mismo generó con su inopia, terminó obligándolo a ignorar el timbre de su celular, y no responderle las llamadas al alcalde Mario Mata.
Pero Gaytán lejos de tener autonomía como jefe de comunicación social, no ha sido más que una leal e incondicional figurilla al servicio de quienes le ofrecieron protección y que en breve clavaron alfileres en su espalda, y no con los fines terapéuticos de la acupuntura, sino con fines nocivos, técnica de canibalismo político a la que se han expuesto todas aquellas almas que se han sentado en el protervo sillón negro concedido a quien ocupe dicho cargo.
La inminente fuga del penquillo negro, será el bastión ideal para que la sobrina del galeno árabe abra sus labios y deje escapar su dulce voz de sirena, e intente por enésima vez apoderarse del maligno sillón negro y terminar con el hechizo que se ha impregnado en dicha oficina, lo cual el edil deberá ver como un último y fatal recurso, porque ciertamente existen marionetas con hilos que son de acero, creados precisamente para que se arruine la marioneta mucho antes que la tracción y poder de quien las impulsa.
El último párrafo puede parecer extracto de un cuento de hadas, pero se ha escrito solo para aquellos que tienen la pericia de mezclar la fantasía con la realidad.
Hasta el momento el exseminarista ya es considerado en su equipo como exjefe de comunicación social, y dentro de su círculo de “amistades” ya se rumora que la salida de Gaytán es en apego a “errores” que se confabularon en su contra. Por lo pronto el celular del jefe de comunicación social continúa apagado y no da señales de vida, sin embargo será preciso ver el trabajo de convencimiento para que el penquillo negro regrese el corral y se refugie nuevamente tras esas trancas hostiles y azules donde ni los fotógrafos ya soportan el aullido de los coyotes.
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