Los presidentes guiados por el sexo

• Larry Flyn divulga las aventuras sexuales de algunos presidentes estadounidenses en su nuevo libro titulado 'One nation under sex' 

 

Hace 35 años fue el protagonista de  un juicio que conmocionó a Estados Unidos, y cuyo resultado transformó para siempre el concepto de libertad de expresión en un país hasta entonces muy afecto a la censura. Y ahora Larry Flynt, el fundador de la revista Hustler,intenta conmocionar otra vez, pero de una manera completamente diferente a cuando se limitaba a publicar fotos eróticas. 

El legendario editor, quien desde hace tres décadas permanece en una silla de ruedas tras sufrir un atentado, ha publicado un libro en el que revela los secretos sexuales de un buen número de presidentes estadounidenses. Eso sí, consciente de que no muchos se iban a tomar en serio el voluminoso tratado, que bajo el título One nation under sex llegará a las librerías de Estados Unidos este 26 de abril, Flynt le pidió ayuda a un académico, David Eisenbach, un profesor de historia de la prestigiosa Universidad de Columbia. 

No es esta la primera vez que el famoso pornógrafo ha probado suerte como escritor. Lleva ya publicados otros tres libros, dos de ellos sobre su propia vida y un tercero en donde, de manera similar a lo que ha hecho en su última publicación, arremetió contra los políticos de su país, pero sin olvidar numerosos elementos autobiográficos. 

El nuevo libro, que como todos los demás intenta enfurecer a los sectores más conservadores de Estados Unidos, no dice nada que no se supiera antes, pero logra demostrar que varios presidentes norteamericanos han seguido diligentemente aquella teoría que dice "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago". 

Por ejemplo, el libro cuenta con lujo de detalles cómo, en los inicios de la historia independiente de Estados Unidos, Benjamin Franklin ayudó a salvar a la flamante revolución seduciendo a mujeres francesas. También le recuerda a los orgullosos estadounidenses que James Madison, el prócer que ejerció la presidencia del país entre 1809 y 1817, fue un famoso cornudo, ya que se hicieron públicos los casos extramatrimoniales de su esposa Dolley. Más escandalosa fue sin duda la relación que James Buchanan, quien gobernó EE. UU. entre 1857 y 1861, mantuvo con el dueño de una plantación donde no faltaban los esclavos, un dato que los secesionistas usaron en su momento para empujar su causa. En el libro de Flynt y Eisenbach ni siquiera se salva uno de las figuras más reverenciadas por todos los sectores de la sociedad estadounidense, Abraham Lincoln. Según los autores, éste solía compartir su cama con hombres en las casas en las que se hospedaba, aun cuando se tratara de residencias de gente adinerada en las que lo que no faltaba eran las habitaciones. Más cerca en la historia, Flynt también señala las relaciones lésbicas que mantuvo la famosa feminista Elenonor Roosevelt, quien fuera la esposa de Franklin Delano Roosevelt, el idolatrado presidente de Estados Unidos que gobernó entre 1933 y 1945. De más está decir que el libro documenta las conquistas amorosas de John F. Kennedy y no pasa por alto el romance de Bill Clinton con Monica Lewinsky. 

En una entrevista para promocionar el libro, Flynt señaló que su intención no fue desacreditar a los primeros mandatarios sino más bien demostrar que todos estamos hechos de carne y hueso: "No tengo nada contra un presidente mujeriego si puede mantener un presupuesto equilibrado, pero creo que la discreción en este tipo de cosas es muy importante". Lo cierto es que ni Flynt ni Eisenbach tuvieron que buscar demasiado para encontrar la información necesaria para el libro. Todo lo que necesitaban estaba en el Archivo de la Nación, y en las numerosas bibliotecas presidenciales que existen en Estados Unidos.