En 903 minutos, algo más de 15 horas, 54180 segundos al cambio, se pueden hacer muchas cosas. Hay quien lo emplea en cruzar el Atlántico desde Europa o en volar hasta el extremo más oriental de Asia. Los más privilegiados pueden llegar a cubrir una ultramaratón e incluso recuperarse del susto. Cada uno decide a qué dedicar tanto tiempo. Aunque hay veces que es la suerte la que toma la decisión por ti. Así le ha ocurrido a Fernando Torres, abonado a la sequía goleadora desde que fichase por el Chelsea. Para su fortuna, ante el West Ham, en su partido número 14 como 'blue', el maleficio se rompió y 'The Kid' vuelve a respirar: "Ahora tengo menos presión". [Así está la Premier]
Su estreno goleador con el Chelsea era cuestión de tiempo. Pero los días pasaban y los 58 millones de euros que Abramovich pagó por Fernando Torres en el mercado de invierno parecían multiplicarse por momentos. Sin embargo, la lluvia y el barro de Stamford Bridge rompieron el hechizo. Y eso que el delantero madrileño, como viene siendo habitual en los últimos partidos, empezó en el banquillo. Allí aguardó hasta el último cuarto de hora, cuando Carlo Ancelotti le llamó para sustituir al marfileño Didier Drogba.
En una de esas jugadas trompicadas, tras un contragolpe, anotaba su primer gol con la camiseta del Chelsea. El delantero español aprovechó un balón suelto del francés Nicolas Anelka para adentrarse en el área del West Ham. Se dejó el balón detrás, enganchado en el barro, lo recuperó, se giró y, con la pierna izquierda, anotó su primer gol en Londres. El de la sentencia al choque. El reloj a cero tras 768 de sequía como jugador del Chelsea.
"He tenido que esperar catorce partidos para marcar con el Chelsea. No me esperaba esto cuando llegué. Doy las gracias a mis compañeros que me apoyaron. Ahora tengo un poco menos de presión. Espero que la cosa cambie", relataba aún emocionado por los intensos 15 minutos vividos.
La grada de Stamford Bridge coreó el nombre del jugador español, que también participó en el que redondeó la victoria. Cuando envió una pelota que recogió el francés Florent Malouda, que marcó el tercero.
"Fue un momento muy importante para él y para todos los seguidores que ansiaban un gol de Fernando. Fue fantástico y ahora su futuro en este club también lo será. El gran problema fue que llegó a un nuevo equipo y no resultó sencilla la relación con sus nuevos compañeros y la adaptación al juego en tan poco tiempo", desvelaba su técnico, Carlo Ancelotti.
Era el final de una larga pesadilla de 903 minutos. Los que acumuló sin marcar con el Liverpool (1 partido), la selección española (2) y el Chelsea (13). Una anécdota más en su hoja de ruta que le hará recordar durante mucho tiempo el sabor de su primer gol con el Chelsea.
Su estreno goleador con el Chelsea era cuestión de tiempo. Pero los días pasaban y los 58 millones de euros que Abramovich pagó por Fernando Torres en el mercado de invierno parecían multiplicarse por momentos. Sin embargo, la lluvia y el barro de Stamford Bridge rompieron el hechizo. Y eso que el delantero madrileño, como viene siendo habitual en los últimos partidos, empezó en el banquillo. Allí aguardó hasta el último cuarto de hora, cuando Carlo Ancelotti le llamó para sustituir al marfileño Didier Drogba.
En una de esas jugadas trompicadas, tras un contragolpe, anotaba su primer gol con la camiseta del Chelsea. El delantero español aprovechó un balón suelto del francés Nicolas Anelka para adentrarse en el área del West Ham. Se dejó el balón detrás, enganchado en el barro, lo recuperó, se giró y, con la pierna izquierda, anotó su primer gol en Londres. El de la sentencia al choque. El reloj a cero tras 768 de sequía como jugador del Chelsea.
"He tenido que esperar catorce partidos para marcar con el Chelsea. No me esperaba esto cuando llegué. Doy las gracias a mis compañeros que me apoyaron. Ahora tengo un poco menos de presión. Espero que la cosa cambie", relataba aún emocionado por los intensos 15 minutos vividos.
La grada de Stamford Bridge coreó el nombre del jugador español, que también participó en el que redondeó la victoria. Cuando envió una pelota que recogió el francés Florent Malouda, que marcó el tercero.
"Fue un momento muy importante para él y para todos los seguidores que ansiaban un gol de Fernando. Fue fantástico y ahora su futuro en este club también lo será. El gran problema fue que llegó a un nuevo equipo y no resultó sencilla la relación con sus nuevos compañeros y la adaptación al juego en tan poco tiempo", desvelaba su técnico, Carlo Ancelotti.
Era el final de una larga pesadilla de 903 minutos. Los que acumuló sin marcar con el Liverpool (1 partido), la selección española (2) y el Chelsea (13). Una anécdota más en su hoja de ruta que le hará recordar durante mucho tiempo el sabor de su primer gol con el Chelsea.
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