Este día es el último de un sexenio marcado por los claroscuros de una gestión que priorizó la lucha contra el crimen organizado, y que enfrentó exitosamente una inédita emergencia sanitaria por la influenza y una nueva crisis económica mundial.
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de noviembre.- Felipe Calderón llega hoy al día dos mil 192, el último de una gestión polémica, como lo fue la misma elección presidencial de la que emergió triunfador hace seis años.
El político michoacano marcó su línea desde los últimos días de 2006, cuando anunció su estrategia de combate a la delincuencia organizada, con la cual cosecharía lo mismo reconocimientos que críticas. El segundo mandatario panista adoptó un estilo más formal con el que marcó distancia respecto de su antecesor, aunque tampoco estuvo exento de anécdotas coloquiales. Enfrentó dentro de su partido una oposición que finalmente se cristalizó en una candidatura presidencial que no fue la que él impulsó. Su último esfuerzo se reflejó en haber conseguido una reforma laboral que podría abrir paso a otros cambios estructurales.
Las cifras del gobierno federal sobre la violencia desatada por la disputa entre grupos criminales y el combate del gobierno a éstos es de 47 mil 515 muertos entre el 1 de diciembre de 2006 y septiembre de 2011. Pero las cifras de distintos organismos no gubernamentales hablan de 60 mil, 70 mil, 80 mil y hasta 100 mil defunciones.
En las últimas horas al frente del Ejecutivo federal, Calderón defendió su política anticrimen. En Michoacán, donde empezó la “guerra” el 11 de diciembre de 2006, Calderón dijo que a pesar de las crisis, las limitaciones, el azote de la violencia y hasta la influenza, “actué siempre pensando en el bien de México y Michoacán”.
En el último año de gobierno, el presidente Calderón envió al Congreso de la Unión dos iniciativas preferentes, que fueron aprobadas: la laboral y la de transparencia para el gasto público, pero también concluyó su mandato con la iniciativa de que los Estados Unidos Mexicanos simplemente se llame México, como en los hechos todo mundo conoce y llama así.
Blanco de críticas por la violencia que generó la lucha contra la delincuencia, Calderón ya con un pie fuera del gobierno, el domingo 18 de noviembre, a su regreso de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz, España, en entrevista con Excélsior, no se echó para atrás en lo que fue la columna vertebral de todo su gobierno: la lucha contra el crimen organizado.
Responsabilizó a las bandas delincuenciales de la violencia: “Me queda muy claro que quienes son responsables de todas esas muertes son los delincuentes, y tienen que pagar por ello”, le dijo a Pascal Beltrán del Río, director editorial de este diario.
Calderón dijo que hay una gran incomprensión de lo ocurrido en su sexenio en materia de seguridad. Porque, dijo, “se trata de una violencia y de unos homicidios que son responsabilidad de una delincuencia que se prohijó, se toleró y se permitió, y que cuando brotó como una terrible supuración, cuando ésta estalló, pues había sido verdaderamente mucho tiempo perdido para hacerle frente”.
Rubén Aguilar Valenzuela, ex vocero del presidente Vicente Fox, sostuvo que antes de emprender una guerra Calderón “debió haber previsto todas las situaciones a las que se podría enfrentar, porque tu no vas a la guerra si no tienes buenas condiciones de ganarla y nunca las hubo”, dice el autor de El narco: la guerra fallida, que escribió junto con el ex canciller Jorge Castañeda.
Aguilar Valenzuela es de la idea de que la estrategia que emprendió el presidente Calderón desde el arranque de su mandato la debió recomponer a partir de la información que fue obteniendo.
“Sé que gente del más alto nivel del gobierno anterior habló con él para hacerle caer en la cuenta que iba al fracaso, pero tomó esa decisión; me parece que cometió un gran error, y junto con ello otro error gigante fue la forma en cómo comunicó la guerra.
“En ese doble error, Calderón se convirtió en el portavoz del narcotráfico. Un día sí, el siguiente también, hablaba de ese problema, el cual los medios están obligados a recoger porque era el Presidente el que hablaba del tema. Con esas mecánicas de presentarlos en la televisión hizo estrellas a los narcotraficantes, todo eso fue absurdo, él mismo le dio una dimensión enorme, lo convirtió en una caja de resonancia que me parece que alarga la idea de darle a ese guerra un uso político, pero un uso político que era suicida, en contra del gobierno”, subrayó Rubén Aguilar.
Prueba de lo que apuntó Aguilar Valenzuela es que el gobierno y el propio Presidente anunciaron con bombo y platillo que 25 de los 37 delincuentes más buscados fueron detenidos en estos seis años de gobierno.
Durante la administración calderonista hubo varios escándalos de corrupción que saltaron a los medios, como el del monumento conocido como la Estela de Luz que sirvió para conmemorar los 200 años de la Independencia de México y los 100 años de la Revolución Mexicana.
La obra no estuvo a tiempo y tuvo un sobrecosto de 375 millones de pesos. Desde San Lázaro, Pablo Escudero, hoy senador de la República y a principios de este año presidente de la Comisión de la Función Pública de la Cámara de Diputados, acusó que había malversación de fondos públicos, porque el costo real de la Estela de Luz se había disparado a mil 110 millones 575 mil pesos.
Otro de los casos en el ámbito de la corrupción tuvo que ver con la Comisión Federal de Electricidad, Néstor Moreno, quien era director de Operaciones de la paraestatal, recibió sobornos para favorecer a una empresa de Estados Unidos.
La Secretaría de la Función Pública inhabilitó por 17 años y seis meses a Moreno y lo obligó a parar una multa por 69 millones 649 mil 326 pesos, junto con Gustavo Salvador Torres, ex subdirector de Información y Administración de energía del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace); el ex gerente de Información y Administración de Energía, Ricardo Sosa Ríos; el ex gerente de Informática y Telecomunicaciones, Jorge Hernández Aguilar, y el ex jefe de la unidad de Operación y Evaluación Comercial, Hugo Ubieta Rodríguez.
Hace una cuantas semanas se conoció el caso de que empleados de Pronósticos Deportivos pusieron en marcha todo un mecanismo para ganar premios, haciendo que el interventor de la Secretaría de Gobernación no se diera cuenta de los chanchullos que hacía en el llamado sorteo Melate, por lo cual se quería embolsar 106 millones de pesos.
Los datos oficiales señalan que por el caso Melate la Función Pública sancionó a ocho funcionarios, a cuatro los multó con 182 millones pesos y su inhabilitación como servidores públicos por 20 años.
Héctor Hugo López Jiménez, subdirector de Concursos y Sorteos; José Luis Jiménez Mangas, ex director de Marcas Deportivas; Gustavo García Pérez, y Carlos Alberto López Martínez, coordinadores profesionales ejecutivos de Concursos y Sorteos, han sido señalados por el gobierno federal como los responsables.
Saldo final
Dos días antes del final del sexenio de Felipe Calderón, la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica presentó un balance de la administración que termina.
Liébano Sáenz, presidente de este grupo señaló que en la percepción de presidente ideal en escala de uno a cuatro, Calderón obtuvo calificación de 2.6 en el primer semestre de 2009; mientras que en el segundo semestre de 2012 el valor disminuyó a 1.9.
Respecto del cumplimiento de deberes del jefe de Ejecutivo, se reportó que en 2009 en calificación de 5 a 10, Felipe Calderón obtuvo 7.5; cifra que disminuyó a 6.8 en el primer semestre de 2010 mientras que en la medición más reciente alcanzó la de 7.2
El ex secretario particular del presidente Ernesto Zedillo apuntó en la presentación que en el estudio de los 41 municipios, la calificación promedio del mandatario que dejará Los Pinos en unas cuantas horas fue de 7.4. Los estados que mejor califican al presidente son Nuevo León, Nayarit, Tamaulipas, Colima y Zacatecas, mientras que los estados con los menores valores de calificación son Distrito Federal, Tabasco, Estado de México, Puebla y Morelos, entidad que fue gobernado por el PAN durante 12 años.
En la percepción de los ciudadanos el principal acierto del Presidente de México fue en materia de lucha contra el narcotráfico y combate a la delincuencia en 40.5 por ciento; seguro popular y salud, 16.9 por ciento; programas sociales, 16.1 por ciento, y carreteras e infraestructura, 7.4 por ciento. Los principales desaciertos fueron también la guerra contra el narcotráfico e inseguridad con 37.3 por ciento; la crisis económica y desempleo, 20.2 por ciento e incumplimiento de promesas, 4.6 por ciento.
En la percepción ciudadana respecto de la situación del país, 27.6 por ciento considera que está avanzando, 51.2 por ciento que está estancado y 21.2 por ciento considera que el país está retrocediendo.
Respecto de las condiciones en que Calderón hereda el país a Enrique Peña Nieto, respecto a cómo las recibió de parte de Vicente Fox, las percepciones son: 48.3 por ciento dice que Calderón deja mejor al país de lo que lo recibió y 49.9 por ciento que lo deja peor.
En materia de infraestructura 59.4 por ciento dice que lo deja mejor a lo que recibió y 38.1 por ciento peor a lo que recibió. En materia de servicios de salud 58.5 por ciento dice que deja al país mejor de lo que lo recibió y 40.1 por ciento peor. En materia económica 46.3 por ciento afirma que lo deja mejor a lo que recibió y 52 por ciento peor. En materia de seguridad 42 por ciento perciben que Calderón deja el país a Peña Nieto mejor de lo que lo recibió de Fox y 56.5 Por ciento que lo deja peor de como lo recibió.
Después de cumplir la responsabilidad que juró en una atropellada ceremonia el 1 de diciembre de 2006, Felipe Calderón, el Presidente número 72 del México independiente se marcha a Estados Unidos. El político michoacano aceptó la invitación que le hizo la Universidad de Harvard para participar académicamente en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy durante 2013.
En lo que fue el último mensaje en cadena nacional del presidente Calderón, el miércoles pasado, agradeció a los mexicanos “por su comprensión ante las muy difíciles decisiones que tuvimos que tomar para hacer frente a tantos y tan complejos desafíos”.
En este mensaje, en el cual Calderón deseó suerte a Enrique Peña Nieto, como próximo presidente de México, sustentó lo que será la huella en la historia de su administración en la historia, al agradecer a soldados, marinos, policías y ministerios públicos valientes “por defender a las familias mexicanas e insistió en que cuando la patria los necesitó dieron un paso adelante para defenderla”.
El político michoacano marcó su línea desde los últimos días de 2006, cuando anunció su estrategia de combate a la delincuencia organizada, con la cual cosecharía lo mismo reconocimientos que críticas. El segundo mandatario panista adoptó un estilo más formal con el que marcó distancia respecto de su antecesor, aunque tampoco estuvo exento de anécdotas coloquiales. Enfrentó dentro de su partido una oposición que finalmente se cristalizó en una candidatura presidencial que no fue la que él impulsó. Su último esfuerzo se reflejó en haber conseguido una reforma laboral que podría abrir paso a otros cambios estructurales.
Un sexenio de muertes
Las cifras calderonistas sobre la violencia desatada por grupos criminales es de 47 mil 515 muertos de 2006 a 2011; sin embargo, organismos no gubernamentales hablan de 60 mil, 70 mil, 80 mil y hasta 100 mil defunciones por rivalidad delincuencial en todo el sexenio.
El sexenio de Felipe Calderón Hinojosa —que está a un tris de decir adiós a la Presidencia de México— pasará a la historia por el número de muertos que dejó la lucha contra el crimen organizado. De los dos mil 192 días que gobernó, el presidente Calderón combatió a los criminales durante dos mil 182 días.Las cifras del gobierno federal sobre la violencia desatada por la disputa entre grupos criminales y el combate del gobierno a éstos es de 47 mil 515 muertos entre el 1 de diciembre de 2006 y septiembre de 2011. Pero las cifras de distintos organismos no gubernamentales hablan de 60 mil, 70 mil, 80 mil y hasta 100 mil defunciones.
En las últimas horas al frente del Ejecutivo federal, Calderón defendió su política anticrimen. En Michoacán, donde empezó la “guerra” el 11 de diciembre de 2006, Calderón dijo que a pesar de las crisis, las limitaciones, el azote de la violencia y hasta la influenza, “actué siempre pensando en el bien de México y Michoacán”.
En el último año de gobierno, el presidente Calderón envió al Congreso de la Unión dos iniciativas preferentes, que fueron aprobadas: la laboral y la de transparencia para el gasto público, pero también concluyó su mandato con la iniciativa de que los Estados Unidos Mexicanos simplemente se llame México, como en los hechos todo mundo conoce y llama así.
Blanco de críticas por la violencia que generó la lucha contra la delincuencia, Calderón ya con un pie fuera del gobierno, el domingo 18 de noviembre, a su regreso de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz, España, en entrevista con Excélsior, no se echó para atrás en lo que fue la columna vertebral de todo su gobierno: la lucha contra el crimen organizado.
Responsabilizó a las bandas delincuenciales de la violencia: “Me queda muy claro que quienes son responsables de todas esas muertes son los delincuentes, y tienen que pagar por ello”, le dijo a Pascal Beltrán del Río, director editorial de este diario.
Calderón dijo que hay una gran incomprensión de lo ocurrido en su sexenio en materia de seguridad. Porque, dijo, “se trata de una violencia y de unos homicidios que son responsabilidad de una delincuencia que se prohijó, se toleró y se permitió, y que cuando brotó como una terrible supuración, cuando ésta estalló, pues había sido verdaderamente mucho tiempo perdido para hacerle frente”.
Rubén Aguilar Valenzuela, ex vocero del presidente Vicente Fox, sostuvo que antes de emprender una guerra Calderón “debió haber previsto todas las situaciones a las que se podría enfrentar, porque tu no vas a la guerra si no tienes buenas condiciones de ganarla y nunca las hubo”, dice el autor de El narco: la guerra fallida, que escribió junto con el ex canciller Jorge Castañeda.
Aguilar Valenzuela es de la idea de que la estrategia que emprendió el presidente Calderón desde el arranque de su mandato la debió recomponer a partir de la información que fue obteniendo.
“Sé que gente del más alto nivel del gobierno anterior habló con él para hacerle caer en la cuenta que iba al fracaso, pero tomó esa decisión; me parece que cometió un gran error, y junto con ello otro error gigante fue la forma en cómo comunicó la guerra.
“En ese doble error, Calderón se convirtió en el portavoz del narcotráfico. Un día sí, el siguiente también, hablaba de ese problema, el cual los medios están obligados a recoger porque era el Presidente el que hablaba del tema. Con esas mecánicas de presentarlos en la televisión hizo estrellas a los narcotraficantes, todo eso fue absurdo, él mismo le dio una dimensión enorme, lo convirtió en una caja de resonancia que me parece que alarga la idea de darle a ese guerra un uso político, pero un uso político que era suicida, en contra del gobierno”, subrayó Rubén Aguilar.
Prueba de lo que apuntó Aguilar Valenzuela es que el gobierno y el propio Presidente anunciaron con bombo y platillo que 25 de los 37 delincuentes más buscados fueron detenidos en estos seis años de gobierno.
Durante la administración calderonista hubo varios escándalos de corrupción que saltaron a los medios, como el del monumento conocido como la Estela de Luz que sirvió para conmemorar los 200 años de la Independencia de México y los 100 años de la Revolución Mexicana.
La obra no estuvo a tiempo y tuvo un sobrecosto de 375 millones de pesos. Desde San Lázaro, Pablo Escudero, hoy senador de la República y a principios de este año presidente de la Comisión de la Función Pública de la Cámara de Diputados, acusó que había malversación de fondos públicos, porque el costo real de la Estela de Luz se había disparado a mil 110 millones 575 mil pesos.
Otro de los casos en el ámbito de la corrupción tuvo que ver con la Comisión Federal de Electricidad, Néstor Moreno, quien era director de Operaciones de la paraestatal, recibió sobornos para favorecer a una empresa de Estados Unidos.
La Secretaría de la Función Pública inhabilitó por 17 años y seis meses a Moreno y lo obligó a parar una multa por 69 millones 649 mil 326 pesos, junto con Gustavo Salvador Torres, ex subdirector de Información y Administración de energía del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace); el ex gerente de Información y Administración de Energía, Ricardo Sosa Ríos; el ex gerente de Informática y Telecomunicaciones, Jorge Hernández Aguilar, y el ex jefe de la unidad de Operación y Evaluación Comercial, Hugo Ubieta Rodríguez.
Hace una cuantas semanas se conoció el caso de que empleados de Pronósticos Deportivos pusieron en marcha todo un mecanismo para ganar premios, haciendo que el interventor de la Secretaría de Gobernación no se diera cuenta de los chanchullos que hacía en el llamado sorteo Melate, por lo cual se quería embolsar 106 millones de pesos.
Los datos oficiales señalan que por el caso Melate la Función Pública sancionó a ocho funcionarios, a cuatro los multó con 182 millones pesos y su inhabilitación como servidores públicos por 20 años.
Héctor Hugo López Jiménez, subdirector de Concursos y Sorteos; José Luis Jiménez Mangas, ex director de Marcas Deportivas; Gustavo García Pérez, y Carlos Alberto López Martínez, coordinadores profesionales ejecutivos de Concursos y Sorteos, han sido señalados por el gobierno federal como los responsables.
Saldo final
Dos días antes del final del sexenio de Felipe Calderón, la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica presentó un balance de la administración que termina.
Liébano Sáenz, presidente de este grupo señaló que en la percepción de presidente ideal en escala de uno a cuatro, Calderón obtuvo calificación de 2.6 en el primer semestre de 2009; mientras que en el segundo semestre de 2012 el valor disminuyó a 1.9.
Respecto del cumplimiento de deberes del jefe de Ejecutivo, se reportó que en 2009 en calificación de 5 a 10, Felipe Calderón obtuvo 7.5; cifra que disminuyó a 6.8 en el primer semestre de 2010 mientras que en la medición más reciente alcanzó la de 7.2
El ex secretario particular del presidente Ernesto Zedillo apuntó en la presentación que en el estudio de los 41 municipios, la calificación promedio del mandatario que dejará Los Pinos en unas cuantas horas fue de 7.4. Los estados que mejor califican al presidente son Nuevo León, Nayarit, Tamaulipas, Colima y Zacatecas, mientras que los estados con los menores valores de calificación son Distrito Federal, Tabasco, Estado de México, Puebla y Morelos, entidad que fue gobernado por el PAN durante 12 años.
En la percepción de los ciudadanos el principal acierto del Presidente de México fue en materia de lucha contra el narcotráfico y combate a la delincuencia en 40.5 por ciento; seguro popular y salud, 16.9 por ciento; programas sociales, 16.1 por ciento, y carreteras e infraestructura, 7.4 por ciento. Los principales desaciertos fueron también la guerra contra el narcotráfico e inseguridad con 37.3 por ciento; la crisis económica y desempleo, 20.2 por ciento e incumplimiento de promesas, 4.6 por ciento.
En la percepción ciudadana respecto de la situación del país, 27.6 por ciento considera que está avanzando, 51.2 por ciento que está estancado y 21.2 por ciento considera que el país está retrocediendo.
Respecto de las condiciones en que Calderón hereda el país a Enrique Peña Nieto, respecto a cómo las recibió de parte de Vicente Fox, las percepciones son: 48.3 por ciento dice que Calderón deja mejor al país de lo que lo recibió y 49.9 por ciento que lo deja peor.
En materia de infraestructura 59.4 por ciento dice que lo deja mejor a lo que recibió y 38.1 por ciento peor a lo que recibió. En materia de servicios de salud 58.5 por ciento dice que deja al país mejor de lo que lo recibió y 40.1 por ciento peor. En materia económica 46.3 por ciento afirma que lo deja mejor a lo que recibió y 52 por ciento peor. En materia de seguridad 42 por ciento perciben que Calderón deja el país a Peña Nieto mejor de lo que lo recibió de Fox y 56.5 Por ciento que lo deja peor de como lo recibió.
Después de cumplir la responsabilidad que juró en una atropellada ceremonia el 1 de diciembre de 2006, Felipe Calderón, el Presidente número 72 del México independiente se marcha a Estados Unidos. El político michoacano aceptó la invitación que le hizo la Universidad de Harvard para participar académicamente en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy durante 2013.
En lo que fue el último mensaje en cadena nacional del presidente Calderón, el miércoles pasado, agradeció a los mexicanos “por su comprensión ante las muy difíciles decisiones que tuvimos que tomar para hacer frente a tantos y tan complejos desafíos”.
En este mensaje, en el cual Calderón deseó suerte a Enrique Peña Nieto, como próximo presidente de México, sustentó lo que será la huella en la historia de su administración en la historia, al agradecer a soldados, marinos, policías y ministerios públicos valientes “por defender a las familias mexicanas e insistió en que cuando la patria los necesitó dieron un paso adelante para defenderla”.
Sello
2012
Hechos relevantes- Durante 2012, el Ejecutivo apostó a acorralar al crimen organizado, logrando la detención de más capos de la droga, pero se mantuvo el alto número de ejecuciones por rivalidad delincuencial.
- En la primera mitad del año, la disputa por la Presidencia de la República y el relevo en el Congreso de la Unión coparon la información en los diferentes medios de comunicación.
- La visita del Papa a Guanajuato trajo un mensaje de preocupación por los elevados niveles de violencia en el país.
- En la segunda mitad del año, la caída de dos líderes del cártel del Golfo y el abatimiento de Heriberto Lazcano, uno de los cabecillas de Los Zetas, significaron el debilitamiento de los cárteles de la droga.
- Luego de intensos debates, por primera vez se modificó la Ley Federal del Trabajo en 42 años.
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