Al llevarse celebrarse la primera sesión de cabildo del ayuntamiento 2010-2013 de este municipio, comenzó la grilla por primera vez en 24 años en la voz de una garganta priista, que aviso con ello al secretario y presidente y demás funcionarios, sería desde entonces la reencarnación de “Araceli Olivas” para la actual administración.
Con críticas un tanto agresivas hacia las decisiones tomadas por el alcalde en cuanto a la elección de algunos de sus funcionarios, la regidora Doña Argelia Silva, puso también en tela de juicio la “calidad moral” del secretario municipal César Jáuregui.
Entre señalamientos poco amenos pero seguramente esperados por el secretario, la regidora priista, propuso un depósito de 400,000 pesos como garantía por parte de quien estará vigilando y administrando las monedas y billetes que entren a las arcas del municipio, que estarán en manos de Homero Beltrán del Río.
Con un cúmulo de documentos sobre la mesa, que la verdad nadie sabe para que los cargan, los regidores llevaron a cabo el acto donde en menos de tres minuto se aprobó un deposito en garantía de 345,000 pesos que propuso el también regidor priista, Carlos Amaya Meléndez, propuesta que respaldo el presidente municipal Mario Mata Carrasco y posteriormente, con su “herramienta de trabajo” todos los regidores aprobaron por unanimidad levantando su dedo índice en señal de conformidad, mientras el secretario cabeceaba las grillas directas que le remitía la regidora antes mencionada.
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| Doña Argelia Silva y César Jáuregui / Compañerismo polaco |
Con críticas un tanto agresivas hacia las decisiones tomadas por el alcalde en cuanto a la elección de algunos de sus funcionarios, la regidora Doña Argelia Silva, puso también en tela de juicio la “calidad moral” del secretario municipal César Jáuregui.
Con un cúmulo de documentos sobre la mesa, que la verdad nadie sabe para que los cargan, los regidores llevaron a cabo el acto donde en menos de tres minuto se aprobó un deposito en garantía de 345,000 pesos que propuso el también regidor priista, Carlos Amaya Meléndez, propuesta que respaldo el presidente municipal Mario Mata Carrasco y posteriormente, con su “herramienta de trabajo” todos los regidores aprobaron por unanimidad levantando su dedo índice en señal de conformidad, mientras el secretario cabeceaba las grillas directas que le remitía la regidora antes mencionada.
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