En 2010 un joven ingeniero ruso llamado Andrey Ternovsky ideó un servicio de videoconferencia para encontrar interlocutores aleatorios que obtuvo millones de usuarios en pocas semanas y revolucionó el mundo de las redes sociales. Chatroulette era una idea sencilla, barata y atractiva. Sin embargo, la herramienta se vio inundado por un gran problema: los usuarios exhibicionistas. Ternovsky tuvo que perfeccionar su tecnología para acabar con la “plaga de nudistas”, aunque ya era demasiado tarde.
Tres años después, otro servicio de vídeo vuelve a sufrir la lacra de los contenidos pornográficos. Vine, la aplicación de clips de 6 segundos, propiedad de Twitter, solo lleva cuatro días en el mercado, pero los vídeos de genitales están inundando el servicio. Una búsqueda rápida de términos como #sex o #porn llevan rápidamente a todo este material sensible.
La empresa de 140 caracteres debe andarse con cuidado porque su aplicación, disponible solo para iPhone por el momento, podría ser expulsada de la App Store. Apple es bastante estricta en cuanto a las aplicaciones que contienen imágenes pornográficas, como demostraba hace poco al eliminar la app de la comunidad fotográfica 500px.
La cuestión es que Twitter no incluye en los términos de servicio de Vine ninguna mención a que los contenidos sexuales explícitos estén prohibidos. Sí advierte de que los usuarios son responsables de lo que suben.
La empresa de microblogging ha querido aclarar a TechCrunch que sí que cuenta con un mecanismo para que los propios usuarios denuncien contenidos inapropiados u ofensivos: “Los vídeos que han sido marcados como inapropiados contará con un mensaje de advertencia para que la persona que los va a visualizar tenga que pinchar antes de verlos. Aquellos clips sobre aviso que violen nuestras políticas serán eliminados del sitio y la cuenta de usuario que los han subido serán borradas”.
Tres años después, otro servicio de vídeo vuelve a sufrir la lacra de los contenidos pornográficos. Vine, la aplicación de clips de 6 segundos, propiedad de Twitter, solo lleva cuatro días en el mercado, pero los vídeos de genitales están inundando el servicio. Una búsqueda rápida de términos como #sex o #porn llevan rápidamente a todo este material sensible.
La empresa de 140 caracteres debe andarse con cuidado porque su aplicación, disponible solo para iPhone por el momento, podría ser expulsada de la App Store. Apple es bastante estricta en cuanto a las aplicaciones que contienen imágenes pornográficas, como demostraba hace poco al eliminar la app de la comunidad fotográfica 500px.
La cuestión es que Twitter no incluye en los términos de servicio de Vine ninguna mención a que los contenidos sexuales explícitos estén prohibidos. Sí advierte de que los usuarios son responsables de lo que suben.
La empresa de microblogging ha querido aclarar a TechCrunch que sí que cuenta con un mecanismo para que los propios usuarios denuncien contenidos inapropiados u ofensivos: “Los vídeos que han sido marcados como inapropiados contará con un mensaje de advertencia para que la persona que los va a visualizar tenga que pinchar antes de verlos. Aquellos clips sobre aviso que violen nuestras políticas serán eliminados del sitio y la cuenta de usuario que los han subido serán borradas”.
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