Once terroristas y siete rehenes occidentales muertos. Es el trágico balance del asalto final del ejército argelino a las instalaciones de la refinería de gas de In Amenas, según fuentes de seguridad. El ministro de Defensa británico, Philip Hammond, ha confirmado en una rueda de prensa que se ha puesto fin al secuestro "con una operación que ha llevado a más muertos". Tanto él como el presidente frances Francois Hollande han apoyado al gobierno argelino.
Tras 72 horas de tenso secuestro, las negociaciones con el grupo armado islamista habían llegado a un punto muerto y el gobierno de Argel ordenó al mediodía una operación de rescate a la desesperada para evitar que los yihadistas se inmolaran con sus prisioneros.
No pudo ser, ya que los secuestradores prefirieron aparentemente morir matando que rendirse a las fueras especiales. Otros 16 prisioneros, sin embargo, habrían sido rescatados por el comando de intervención, según Reuters, entre los cuales se encontrarían dos ciudadanos estadounidenses, dos alemanes y un portugués.
En plena confusión de noticias procedentes del interior de la planta gasística, algunos medios señalan igualmente el descubrimiento reciente de 15 cuerpos quemados que podrían ser algunos de los fallecidos durante el asalto del pasado viernes, cuando los siete helicópteros y los tanques que rodeaban las instalaciones no permitieron la salida de cinco todoterrenos en lo que un grupo de milicianos trataba de fugarse con algunos prisioneros occidentales. Cuatro de los vehículos fueron bombardeados y otro interceptado. El gobierno de Argel, que siempre se ha mostrado inflexible a la hora de negociar con terroristas en el pasado, decidió unilateralmente mandar un mensaje de fuerza a los raptores. Y fue una carnicería.
"Querían tomar a extranjeros como rehenes y trasladarlos a Mali, para presionar a Francia y otros países implicados en la intervención militar contra los islamistas en el norte de dicho país africano", declaró una fuente de la Defensa argelina. Quienes han vivido para contarlo hablan de un grupo de guerrilleros de diferentes nacionalidades, vestidos con uniformes del ejército, armados con fusiles automáticos de asalto, ametralladoras cohetes y lanzagranadas, que sabían perfectamente la situación de todas las casetas donde montaban guardia los gendarmes, ordenaron inmediatamente parar la producción de la fábrica y mostraron desde el principio un notable conocimiento del lugar. "Parecían combatientes experimentados y bien organizados", señaló anoche una de las víctimas a la televisión francesa de BFMTV.
La operación Serval con que Francia combate desde hace una semana a la coalición terrorista que se ha apoderado de todo el norte de su ex colonia había sido puesta como excusa, en un primer momento, para la toma de la central gasística. Pero pronto los terroristas propusieron soltar a sus cautivos a cambio de la liberación de dos islamistas que cumplen condena actualmente en cárceles de los Estados Unidos: el paquistaní Aafia Siddiqui y el egipcio Omar Abdel-Rahman, este último, cerebro del atentado en 1993 contra el Wold Trade Center neoyoquino.
Ni Argelia ni la Casa Blanca se mostraron dispuestas en ningún momento a negociar sobre esos temas. Así que el gobierno de Abdelmalek Sellal optó por la solución militar, que ha terminado de manera dramática. Cierto es que en la refinería trabajaban hasta 2.000 personas y la mayoría logró esconderse o escaparse durante estos días o bien fue liberada por los soldados. Pero varias decenas de rehenes han perecido a consecuencia de los dos ataques efectuados por el ejército: el primero el jueves, con ayuda de tanques y helicópteros, y el segundo hoy, domingo, con tropas de asalto.
A falta de confirmación oficial, entre los rehenes fallecidos desde el miércoles, habría ciudadanos con pasaporte belga, estadounidense, japonés, británico y francés... que sumarían un total de entre 25 y 27 víctimas. Ahora especialistas en explosivos del ejército argelino buscan contra reloj en las instalaciones de In Amenas las bombas que presuntamente los yihadistas habrían dejado colocadas para hacer explotar todo si sus planes fracasaban.
Además, los comandos rastrean In Amenas en pos de los últimos desaparecidos. Noruega, Japón y el Reino Unido han asegurado que tienen todavía ciudadanos sin localizar, escondidos o acaso muertos. De ahí que el presidente galo François Hollande, en un discurso pronunciado esta tarde en Tulle (Corrèze), especificara que "a pesar de lo que se diga, la operación de rescate aún no ha concluido"...
Tras 72 horas de tenso secuestro, las negociaciones con el grupo armado islamista habían llegado a un punto muerto y el gobierno de Argel ordenó al mediodía una operación de rescate a la desesperada para evitar que los yihadistas se inmolaran con sus prisioneros.
No pudo ser, ya que los secuestradores prefirieron aparentemente morir matando que rendirse a las fueras especiales. Otros 16 prisioneros, sin embargo, habrían sido rescatados por el comando de intervención, según Reuters, entre los cuales se encontrarían dos ciudadanos estadounidenses, dos alemanes y un portugués.
En plena confusión de noticias procedentes del interior de la planta gasística, algunos medios señalan igualmente el descubrimiento reciente de 15 cuerpos quemados que podrían ser algunos de los fallecidos durante el asalto del pasado viernes, cuando los siete helicópteros y los tanques que rodeaban las instalaciones no permitieron la salida de cinco todoterrenos en lo que un grupo de milicianos trataba de fugarse con algunos prisioneros occidentales. Cuatro de los vehículos fueron bombardeados y otro interceptado. El gobierno de Argel, que siempre se ha mostrado inflexible a la hora de negociar con terroristas en el pasado, decidió unilateralmente mandar un mensaje de fuerza a los raptores. Y fue una carnicería.
Detalles de la operación
Explosiones, disparos... De acuerdo con AFP, al ver que las fuerzas de seguridad lograban avanzar hasta el punto en la sala de calderas donde se hallaban atrincherados, los raptores habrían decidido ejecutar a sus prisioneros y caer como mártires de Alá. Así concluye una de las páginas más sanguinarias del terrorismo islamista en el Magreb, que se inició el pasado miércoles 16 con la ocupación de este núcleo industrial que refina el 18% del gas producido en Argelia, por parte de 32 combatientes fuertemente armados de la brigada Los Que Firman Con Sangre, liderada por el temible Mokhtar Ben Mokhtar, un caudillo disidente de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)."Querían tomar a extranjeros como rehenes y trasladarlos a Mali, para presionar a Francia y otros países implicados en la intervención militar contra los islamistas en el norte de dicho país africano", declaró una fuente de la Defensa argelina. Quienes han vivido para contarlo hablan de un grupo de guerrilleros de diferentes nacionalidades, vestidos con uniformes del ejército, armados con fusiles automáticos de asalto, ametralladoras cohetes y lanzagranadas, que sabían perfectamente la situación de todas las casetas donde montaban guardia los gendarmes, ordenaron inmediatamente parar la producción de la fábrica y mostraron desde el principio un notable conocimiento del lugar. "Parecían combatientes experimentados y bien organizados", señaló anoche una de las víctimas a la televisión francesa de BFMTV.
La operación Serval con que Francia combate desde hace una semana a la coalición terrorista que se ha apoderado de todo el norte de su ex colonia había sido puesta como excusa, en un primer momento, para la toma de la central gasística. Pero pronto los terroristas propusieron soltar a sus cautivos a cambio de la liberación de dos islamistas que cumplen condena actualmente en cárceles de los Estados Unidos: el paquistaní Aafia Siddiqui y el egipcio Omar Abdel-Rahman, este último, cerebro del atentado en 1993 contra el Wold Trade Center neoyoquino.
Ni Argelia ni la Casa Blanca se mostraron dispuestas en ningún momento a negociar sobre esos temas. Así que el gobierno de Abdelmalek Sellal optó por la solución militar, que ha terminado de manera dramática. Cierto es que en la refinería trabajaban hasta 2.000 personas y la mayoría logró esconderse o escaparse durante estos días o bien fue liberada por los soldados. Pero varias decenas de rehenes han perecido a consecuencia de los dos ataques efectuados por el ejército: el primero el jueves, con ayuda de tanques y helicópteros, y el segundo hoy, domingo, con tropas de asalto.
A falta de confirmación oficial, entre los rehenes fallecidos desde el miércoles, habría ciudadanos con pasaporte belga, estadounidense, japonés, británico y francés... que sumarían un total de entre 25 y 27 víctimas. Ahora especialistas en explosivos del ejército argelino buscan contra reloj en las instalaciones de In Amenas las bombas que presuntamente los yihadistas habrían dejado colocadas para hacer explotar todo si sus planes fracasaban.
Además, los comandos rastrean In Amenas en pos de los últimos desaparecidos. Noruega, Japón y el Reino Unido han asegurado que tienen todavía ciudadanos sin localizar, escondidos o acaso muertos. De ahí que el presidente galo François Hollande, en un discurso pronunciado esta tarde en Tulle (Corrèze), especificara que "a pesar de lo que se diga, la operación de rescate aún no ha concluido"...
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