Caracas. LA LUCHA del presidente Hugo Chávez contra el cáncer tomó otro giro sorprendente este fin de semana, al anunciar que el líder izquierdista de Venezuela regresaba a Cuba para iniciar un tratamiento de quimioterapia.
“No es tiempo de morir. Es tiempo de vivir”, dijo Chávez al abordar el avión a La Habana. Pidió a sus colaboradores permanecer unidos durante el tiempo que dure el tratamiento.
En el último mes, Chávez había mantenido en estricto secreto la información sobre su salud, pero en días más recientes generó encabezados con sus inesperados anuncios y apariciones.
El más reciente ocurrió el viernes cuando, tras reunirse con el presidente electo del Perú, Ollanta Humala, Chávez dijo a los reporteros que había solicitado permiso de la Legislatura -una medida meramente simbólica- para regresar a La Habana.
El Presidente dedicó buena parte de junio a someterse a una serie de intervenciones quirúrgicas para remover un absceso y un tumor canceroso en la región pélvica, antes de efectuar un sorpresivo retorno a Venezuela.
“Esta segunda fase se iniciará en unos días con la aplicación de quimioterapia, científicamente planeada, en detalle”, agregó Chávez. “Estoy seguro, repito, que la segunda etapa contribuirá a seguir la ruta hacia la recuperación de mi salud”. No quedó claro cuánto tiempo Chávez permanecería en Cuba.
Previo al viaje, el Mandatario había obtenido la autorización que requiere la constitución por parte de la Asamblea Nacional, reunida en una sesión especial el sábado por la mañana. El presidente de la asamblea, Fernando Soto Rojas, aseguró que la oposición votó en favor de otorgar el permiso a Chávez, pero con la condición de que el gobierno emita a la brevedad un reporte sobre la verdadera condición del Presidente, “para que los venezolanos estén enterados de los riesgos”.
Como parte de los planes de contingencia que hizo antes de partir, Chávez acordó delegar algunas de sus funciones al vicepresidente Elías Jaua y al ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani.
El Vicepresidente, explicó Chávez, estará a cargo de transferencias presupuestarias a ministerios y dependencias del gobierno, así como otros asuntos relacionados con gastos y presupuesto, mientras Giordani supervisará todo lo relativo a ingresos y egresos fiscales, importaciones y exportaciones, y temas relacionados.
Antes de emprender el vuelo, hizo un reconocimiento especial a las Fuerzas Armadas y nombró a cinco nuevos generales, incluyendo al titular de la guardia presidencial. En los últimos días habían surgido versiones de que había fracturas entre los altos mandos civiles y militares.
“Si llegara a disminuirse mi capacidad física, yo sería el primero en hacer lo que dicta la Constitución, ceder el poder al Vicepresidente, pero hasta el momento eso no ha ocurrido”, aseveró Chávez. “El divisionismo interno es como un cáncer en el cuerpo político”, concluyó. (Con información de AP)
“No es tiempo de morir. Es tiempo de vivir”, dijo Chávez al abordar el avión a La Habana. Pidió a sus colaboradores permanecer unidos durante el tiempo que dure el tratamiento.
En el último mes, Chávez había mantenido en estricto secreto la información sobre su salud, pero en días más recientes generó encabezados con sus inesperados anuncios y apariciones.
El más reciente ocurrió el viernes cuando, tras reunirse con el presidente electo del Perú, Ollanta Humala, Chávez dijo a los reporteros que había solicitado permiso de la Legislatura -una medida meramente simbólica- para regresar a La Habana.
El Presidente dedicó buena parte de junio a someterse a una serie de intervenciones quirúrgicas para remover un absceso y un tumor canceroso en la región pélvica, antes de efectuar un sorpresivo retorno a Venezuela.
“Esta segunda fase se iniciará en unos días con la aplicación de quimioterapia, científicamente planeada, en detalle”, agregó Chávez. “Estoy seguro, repito, que la segunda etapa contribuirá a seguir la ruta hacia la recuperación de mi salud”. No quedó claro cuánto tiempo Chávez permanecería en Cuba.
Previo al viaje, el Mandatario había obtenido la autorización que requiere la constitución por parte de la Asamblea Nacional, reunida en una sesión especial el sábado por la mañana. El presidente de la asamblea, Fernando Soto Rojas, aseguró que la oposición votó en favor de otorgar el permiso a Chávez, pero con la condición de que el gobierno emita a la brevedad un reporte sobre la verdadera condición del Presidente, “para que los venezolanos estén enterados de los riesgos”.
Como parte de los planes de contingencia que hizo antes de partir, Chávez acordó delegar algunas de sus funciones al vicepresidente Elías Jaua y al ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani.
El Vicepresidente, explicó Chávez, estará a cargo de transferencias presupuestarias a ministerios y dependencias del gobierno, así como otros asuntos relacionados con gastos y presupuesto, mientras Giordani supervisará todo lo relativo a ingresos y egresos fiscales, importaciones y exportaciones, y temas relacionados.
Antes de emprender el vuelo, hizo un reconocimiento especial a las Fuerzas Armadas y nombró a cinco nuevos generales, incluyendo al titular de la guardia presidencial. En los últimos días habían surgido versiones de que había fracturas entre los altos mandos civiles y militares.
“Si llegara a disminuirse mi capacidad física, yo sería el primero en hacer lo que dicta la Constitución, ceder el poder al Vicepresidente, pero hasta el momento eso no ha ocurrido”, aseveró Chávez. “El divisionismo interno es como un cáncer en el cuerpo político”, concluyó. (Con información de AP)
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