La Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco informó que determinó dar de baja a cuatro funcionarias que participaron en la fiesta con strippers en las instalaciones del área de Delitos Sexuales en julio de 2008, pero que apenas se divulgó la semana pasada en los medios y redes sociales.
La fiesta provocó un escándalo por las palabras y actos en donde le dicen a una de las involucradas hoy cesadas y entusiasmada de bailar con timidez con un stripper, “¡no se limite licenciada!
Según la procuraduría se realizaron investigaciones que determinaron “la pérdida de confianza de 9 de los participantes”, de manera que la dependencia informó que ya dieron de baja a cuatro más: la agente del Ministerio Público Ana Bertha Castañeda Hernández, a la secretaria Ana Alejandra Álvarez Díaz, a la actuaria Nancy Sahagún Ortega y a la policía investigadora Patricia Cruz García.
De los nueve participantes en la fiesta, cinco ya habían sido dados de baja. Dentro de las investigaciones no precisó cuál fue el “cuerpo del delito”, si el stripper o el hecho de haber realizado la mencionada fiesta en la propia Procuraduría.
De esta forma, la Procuraduría da un aparente golpe al hampa organizada y que se da al interior del organismo, presidio por un acusado de pederastia como es el caso del procurador Tomás Coronado.
La medida de despidos parece ser un cobro de facturas al interior del organismo y una venganza política.
La fiesta provocó un escándalo por las palabras y actos en donde le dicen a una de las involucradas hoy cesadas y entusiasmada de bailar con timidez con un stripper, “¡no se limite licenciada!
Según la procuraduría se realizaron investigaciones que determinaron “la pérdida de confianza de 9 de los participantes”, de manera que la dependencia informó que ya dieron de baja a cuatro más: la agente del Ministerio Público Ana Bertha Castañeda Hernández, a la secretaria Ana Alejandra Álvarez Díaz, a la actuaria Nancy Sahagún Ortega y a la policía investigadora Patricia Cruz García.
De los nueve participantes en la fiesta, cinco ya habían sido dados de baja. Dentro de las investigaciones no precisó cuál fue el “cuerpo del delito”, si el stripper o el hecho de haber realizado la mencionada fiesta en la propia Procuraduría.
De esta forma, la Procuraduría da un aparente golpe al hampa organizada y que se da al interior del organismo, presidio por un acusado de pederastia como es el caso del procurador Tomás Coronado.
La medida de despidos parece ser un cobro de facturas al interior del organismo y una venganza política.
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