Pocas fechas logran un impacto y participación de buena parte de los mexicanos como el Día de la Virgen de Guadalupe. Casi nada provoca el sentido de identidad y el fervor del pueblo como la "morenita de Tepeyac".
Verónica Rodríguez llegó de rodillas hasta el Santuario de Guadalupe; viajó de Gómez Palacio a Durango para cumplir con una manda a la "virgencita", para pedirle por el descanso eterno de su madre quien falleció el 2 de diciembre, víctima de cáncer.
Como ella, cientos de duranguenses se presentaron desde ayer ante la Virgen. Para pedirle que aligere la pesada carga que llevan sobre los hombros o simplemente para agradecerle por los "favores" recibidos.
Entre ellos, Rosario García agradeció que su bebé que nació de siete meses está bien y le pidió por la seguridad de su esposo que se tuvo que ir a trabajar a la Sierra para dar sustento a su familia.
Asimismo, grupos que hicieron su procesión corriendo desde el interior del estado, dieron muestra de que el fervor guadalupano no es ajeno a los jóvenes.
Fiesta pagana mezclada con religiosidad El sociólogo Pedro Peralta Chavarría, del Instituto de Ciencias Sociales de la UJED, expuso que en esta fecha queda en evidencia que es más fuerte el fervor del pueblo que los cánones de la iglesia católica.
Y es que, los mexicanos adoran a la Virgen como ellos la conciben. De ahí que haya elementos paganos, como las danzas, en la celebración.
Origen El sociólogo detalló que desde el origen de la humanidad se ha pensado en dioses que expliquen los fenómenos que en esos momentos son inexplicables para el nivel de desarrollo de las comunidades.
Cuando llegaron los españoles a México ya se hacían romerías durante el mes de diciembre para rendir pleitesía a una de las tantas diosas.
Los conquistadores quisieron imponer la Virgen que ellos traían, a la cual, honraban en septiembre. Pero al ver que no hubo forma de hacer que los indígenas la veneraran, optaron por cambiar la fecha de septiembre a diciembre, aprovechando que ya existía esa romería e incluso la pusieron morena para que se acercara más al físico de los nativos.
"Siempre se ha visto la dependencia ante una deidad superior en los seres humanos. Hay que invocar a alguien que te ayude a resolver problemas, a entender algo para lo que no se tiene solución", indicó.
En este sentido, las personas no tienen solución para muchísimos problemas: económicos, sociales, de seguridad, afectivos, entre otros, por lo que recurren a deidades como la Virgen de Guadalupe.
"En México la Virgen de Guadalupe es símbolo de identidad, no hay algo que unifique tanto en cuanto a creencia e identidad. Representa el mestizaje, es nuestra referencia histórica y de vivencia", añadió.
Piden por lo mismo El hombre es un ser religioso por naturaleza, a veces se piensa que la modernidad va a suplir la religiosidad pero eso no ocurre. El ser humano tiene necesidad de referencias a lo divino por lo que la Virgen de Guadalupe sigue siendo un códice abierto para la cultura mexicana y la gente conserva una gran devoción, explicó el párroco del Santuario, Manuel Ramírez Retana.
"El escepticismo se da en ámbitos de la sociedad pero al final de la existencia de cada persona hay una necesidad de Dios. Quién ante una imagen de la Virgen de Guadalupe no siente la necesidad de orar", comentó.
Él mismo ha sido testigo de cómo la gente entra al Santuario y se transforma, "he visto a personas que aparentemente llegan duras, quebrándose ante la imagen de la Virgen de Guadalupe", citó.
Precisó que las peticiones, año con año y pese a los cambios que ha habido de la sociedad, siguen siendo en torno a lo básico: casa, vestido, salud y sustento.
"La gente ante la Virgen de Guadalupe pide por su bienestar y el de su familia. Por la salud de sus hijos, por su pareja, por el trabajo. No han cambiado las peticiones de la gente, siguen teniendo las mismas necesidades. Quizá ante otros ámbitos de la sociedad se piden otras cosas pero a la Virgen se le pide lo de siempre: casa, salud, vestido, sustento y bienestar", dijo.
Nuevo templo no ha sido terminado Durante los últimos ocho años se han gastado tres millones 500 mil pesos en la construcción del nuevo templo a la Virgen de Guadalupe, obra que, a 23 años de haber sido iniciada, apenas registra un avance del 40 por ciento.
Así lo informaron recientemente autoridades clericales, quienes descartaron malos manejos en la construcción de esta obra y pidieron el apoyo de los feligreses para poder terminarla.
El 1 de enero de 1989 se puso la primera piedra del nuevo Santuario y, desde entonces, se organizaron actividades para reunir fondos para la construcción, mismos que no han sido suficientes.
El párroco del Santuario, Manuel Ramírez Retana, indicó que de 2004 a la fecha se han gastado tres millones y medio de pesos. "Sin embargo, es necesario reconocer que mucho del proyecto no lo tenemos cuantificado porque la gente nos trae ladrillo, varilla o nos regala mano de obra", indicó.
Asimismo, negó la posibilidad de un mal manejo financiero, "a final de cuentas somos simplemente administradores de lo que la gente nos da (...) Nos gustaría tener mucho más recursos y medios para acabarlo en un año o dos pero trabajamos con lo que el pueblo de Dios nos está dando". Al reconocer que la obra ha sido lenta, refirió que la ciudadanía está acostumbrada a un ritmo de construcción civil ágil por inversiones directas; pero aquí se construye en la medida que los católicos aportan.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis, Enrique Sánchez Martínez, afirmó que el motivo por el que no se ha concluido este nuevo templo es falta de capital y apeló a que, en este tiempo de fervor guadalupano, se pueda motivar a los católicos a hacer donaciones para la obra. Expuso que no se ha recurrido a donativos ni del Gobierno del Estado ni de otras instancias.
Peregrinos Se programaron más de 200 peregrinaciones al Santuario del 20 de noviembre al 12 de diciembre, desde las 8:00 hasta las 22:00 horas.
Afluencia Autoridades municipales estiman que 150 mil personas visitarán durante todo este día el Santuario de Guadalupe. Llegarán tanto al viejo como al nuevo templo.
Tradición Fue el 12 de diciembre de 1531 cuando la "morenita" se apareció a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en el Cerro del Tepeyac, de acuerdo a la tradición.
Verónica Rodríguez llegó de rodillas hasta el Santuario de Guadalupe; viajó de Gómez Palacio a Durango para cumplir con una manda a la "virgencita", para pedirle por el descanso eterno de su madre quien falleció el 2 de diciembre, víctima de cáncer.
Como ella, cientos de duranguenses se presentaron desde ayer ante la Virgen. Para pedirle que aligere la pesada carga que llevan sobre los hombros o simplemente para agradecerle por los "favores" recibidos.
Entre ellos, Rosario García agradeció que su bebé que nació de siete meses está bien y le pidió por la seguridad de su esposo que se tuvo que ir a trabajar a la Sierra para dar sustento a su familia.
Asimismo, grupos que hicieron su procesión corriendo desde el interior del estado, dieron muestra de que el fervor guadalupano no es ajeno a los jóvenes.
Fiesta pagana mezclada con religiosidad El sociólogo Pedro Peralta Chavarría, del Instituto de Ciencias Sociales de la UJED, expuso que en esta fecha queda en evidencia que es más fuerte el fervor del pueblo que los cánones de la iglesia católica.
Y es que, los mexicanos adoran a la Virgen como ellos la conciben. De ahí que haya elementos paganos, como las danzas, en la celebración.
Origen El sociólogo detalló que desde el origen de la humanidad se ha pensado en dioses que expliquen los fenómenos que en esos momentos son inexplicables para el nivel de desarrollo de las comunidades.
Cuando llegaron los españoles a México ya se hacían romerías durante el mes de diciembre para rendir pleitesía a una de las tantas diosas.
Los conquistadores quisieron imponer la Virgen que ellos traían, a la cual, honraban en septiembre. Pero al ver que no hubo forma de hacer que los indígenas la veneraran, optaron por cambiar la fecha de septiembre a diciembre, aprovechando que ya existía esa romería e incluso la pusieron morena para que se acercara más al físico de los nativos.
"Siempre se ha visto la dependencia ante una deidad superior en los seres humanos. Hay que invocar a alguien que te ayude a resolver problemas, a entender algo para lo que no se tiene solución", indicó.
En este sentido, las personas no tienen solución para muchísimos problemas: económicos, sociales, de seguridad, afectivos, entre otros, por lo que recurren a deidades como la Virgen de Guadalupe.
"En México la Virgen de Guadalupe es símbolo de identidad, no hay algo que unifique tanto en cuanto a creencia e identidad. Representa el mestizaje, es nuestra referencia histórica y de vivencia", añadió.
Piden por lo mismo El hombre es un ser religioso por naturaleza, a veces se piensa que la modernidad va a suplir la religiosidad pero eso no ocurre. El ser humano tiene necesidad de referencias a lo divino por lo que la Virgen de Guadalupe sigue siendo un códice abierto para la cultura mexicana y la gente conserva una gran devoción, explicó el párroco del Santuario, Manuel Ramírez Retana.
"El escepticismo se da en ámbitos de la sociedad pero al final de la existencia de cada persona hay una necesidad de Dios. Quién ante una imagen de la Virgen de Guadalupe no siente la necesidad de orar", comentó.
Él mismo ha sido testigo de cómo la gente entra al Santuario y se transforma, "he visto a personas que aparentemente llegan duras, quebrándose ante la imagen de la Virgen de Guadalupe", citó.
Precisó que las peticiones, año con año y pese a los cambios que ha habido de la sociedad, siguen siendo en torno a lo básico: casa, vestido, salud y sustento.
"La gente ante la Virgen de Guadalupe pide por su bienestar y el de su familia. Por la salud de sus hijos, por su pareja, por el trabajo. No han cambiado las peticiones de la gente, siguen teniendo las mismas necesidades. Quizá ante otros ámbitos de la sociedad se piden otras cosas pero a la Virgen se le pide lo de siempre: casa, salud, vestido, sustento y bienestar", dijo.
Nuevo templo no ha sido terminado Durante los últimos ocho años se han gastado tres millones 500 mil pesos en la construcción del nuevo templo a la Virgen de Guadalupe, obra que, a 23 años de haber sido iniciada, apenas registra un avance del 40 por ciento.
Así lo informaron recientemente autoridades clericales, quienes descartaron malos manejos en la construcción de esta obra y pidieron el apoyo de los feligreses para poder terminarla.
El 1 de enero de 1989 se puso la primera piedra del nuevo Santuario y, desde entonces, se organizaron actividades para reunir fondos para la construcción, mismos que no han sido suficientes.
El párroco del Santuario, Manuel Ramírez Retana, indicó que de 2004 a la fecha se han gastado tres millones y medio de pesos. "Sin embargo, es necesario reconocer que mucho del proyecto no lo tenemos cuantificado porque la gente nos trae ladrillo, varilla o nos regala mano de obra", indicó.
Asimismo, negó la posibilidad de un mal manejo financiero, "a final de cuentas somos simplemente administradores de lo que la gente nos da (...) Nos gustaría tener mucho más recursos y medios para acabarlo en un año o dos pero trabajamos con lo que el pueblo de Dios nos está dando". Al reconocer que la obra ha sido lenta, refirió que la ciudadanía está acostumbrada a un ritmo de construcción civil ágil por inversiones directas; pero aquí se construye en la medida que los católicos aportan.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis, Enrique Sánchez Martínez, afirmó que el motivo por el que no se ha concluido este nuevo templo es falta de capital y apeló a que, en este tiempo de fervor guadalupano, se pueda motivar a los católicos a hacer donaciones para la obra. Expuso que no se ha recurrido a donativos ni del Gobierno del Estado ni de otras instancias.
Peregrinos Se programaron más de 200 peregrinaciones al Santuario del 20 de noviembre al 12 de diciembre, desde las 8:00 hasta las 22:00 horas.
Afluencia Autoridades municipales estiman que 150 mil personas visitarán durante todo este día el Santuario de Guadalupe. Llegarán tanto al viejo como al nuevo templo.
Tradición Fue el 12 de diciembre de 1531 cuando la "morenita" se apareció a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en el Cerro del Tepeyac, de acuerdo a la tradición.
0 comments so far,add yours