El movimiento de los universitarios en torno a “La #MarchaSoyYo132” no sólo ha unificado a los estudiantes del país, sino se ha convertido en un escudo que rechaza todo lo que huela al PRI, en la figura de Enrique Peña Nieto, y a Televisa, empresa a la que considera la “creadora” de la carrera presidencial del mexiquense y una opositora a las protestas de los jóvenes en México que exigen apertura en los medios de comunicación. “La #MarchaSoyYo132” ha tenido eco por su espontaneidad y porque no tiene etiquetas partidistas.
Aunque algunos medios en México aún subestiman este movimiento, es ya tema en las portadas de los principales diarios y revistas internacionales: The New York Times, The Washington Post, El País, The Guardian y The Economist, por citar algunos, están pendientes de este nuevo fenómeno protagonizado por la sociedad civil y que brotó gracias a la libertad que ofrecen Twitter, Youtube y Facebook, entre otras redes sociales. Por primera vez en la historia contemporánea del país, el rechazo de la sociedad civil contra un candidato y un partido –EPN y el PRI–, además de Televisa, ha mostrado que hay un segmento importante que no es más la masa dócil y manipulable que algunos medios de comunicación creen. Las protestas, además, han generado que el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, sume para su causa la animadversión de los jóvenes. Las encuestas, todas, coinciden que es ya el más cercano perseguidor de Peña Nieto y algunas incluso lo sitúan pisándole los pies. Por eso no suena raro que en Televisa se esté dando un golpe de timón.
El lunes pasado, mientras la etiqueta “La #MarchaSoyYo132” cumplía en México cuatro días a la cabeza de lo más mencionado en Twitter, el dueño de esa televisora, Emilio Azcárraga Jean, envió un mensaje de reconciliación con los estudiantes. A través de su cuenta en esa red social (@eazcarraga), el empresario escribió: “En Televisa valoramos a los jóvenes y escuchamos sus opiniones. Siempre estaremos abiertos a ellas”. Antes de ese mensaje, en el noticiero matutino “Primero Noticias”, que conduce Carlos Loret de Mola, se difundieron por primera vez, desde que comenzaron el 11 de mayo pasado en la Universidad Iberoamericana, imágenes de las protestas de estudiantes contra dicha cadena de televisión, así como en repudio al candidato Enrique Peña Nieto. Por más de 10 minutos, el programa reprodujo la protesta de estudiantes de la Ibero contra EPN.
También las protestas de estudiantes contra Televisa en sus instalaciones de Santa Fe y San Ángel. Y la mañana de ayer, Loret de Mola invitó a su programa a tres estudiantes de la Ibero: María José López, Rodrigo Serrano y Sandra Patargo. El periodista trató de inducir la charla, pero hasta en eso los estudiantes mostraron ser habilidosos. Loret de Mola les dijo que su movimiento parecía apoyar al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador e incluso les pidió que dijeran por quién van a votar, pero Sandra Patargo le reviró rápidamente: “¿Tú por quién vas a votar? El voto es libre y secreto”. Es difícil decir si está “Operación cicatriz” de Televisa con los estudiantes universitarios dará resultado. Lo que sí es previsible es que la televisora ceda más espacio a quienes no están con Peña Nieto, porque el candidato priísta ha perdido terreno justo ante quienes, se supone, deben ser sus clientes del futuro. Azcárraga Jean lo sabe bien y cuida sus intereses. Incluso si el tabasqueño ganara la elección del 1 de julio, también se volvería amlista.
Al final es un empresario y lo que más le importa a Televisa, es Televisa… * * * Aunque era un secreto a voces, ayer Manuel Espino Barrientos, ex presidente nacional del PAN, amigo del ex presidente Vicente Fox Quesada y enemigo público del presidente Felipe Calderón Hinojosa, confirmó que ya es parte del equipo de campaña del priísta Enrique Peña Nieto. Menos de seis años bastaron para que el de Durango pasara de ser el primer calderonista del país a un entusiasta peñista, quien ahora ha puesto a su organización civil “Volver a empezar” a favor de la causa priísta. Espino Barrientos acusó al presidente Calderón de no realizar la transición y de reactivar viejas prácticas que incluso criticó al partido que gobernó por años [el PRI]. Pero más allá del golpe mediático, el ex líder nacional de los panistas no abonará gran cosa a la causa tricolor.
Él tiene su propia historia negra. Un ejemplo: En abril de 2011, el diario La Jornada reveló los reportes que la Embajada de Estados Unidos en México envío al Departamento de Estado en torno al proceso electoral de 2006. A dos meses de los comicios, Espino, entonces presidente nacional del PAN, habló con Roberto Madrazo Pintado, el candidato del PRI, y los dos acordaron enfocar sus respectivas energías para erosionar el apoyo a Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con el cable 06MEXICO2409). “Espino explicó que era importante para la estrategia del PAN mantener a Madrazo, en su tercer lugar, como un jugador viable en la contienda, (porque) si se derrumba la campaña de Madrazo, los votos del PRI no van a migrar al PAN, sino al PRD”, cita el documento. El cable está fechado el 4 de mayo de 2006 y describe a un Manuel Espino feliz: por las encuestas, por los efectos de sus promocionales contra el candidato perredista y porque, juraba, tenía a varios gobernadores priístas en la bolsa.
“Espino nos dijo que él está fuertemente confiado en que el PAN tiene acuerdos sólidos con los gobernadores rebeldes del PRI que están ayudando a la campaña de Calderón secreta pero activamente, mientras de dientes para afuera apoyan a Madrazo”, informaron los funcionarios de la embajada.
En el cable, clasificado como “confidencial”, el presidente del PAN, que ya con Felipe Calderón en la Presidencia rompería de tajo con el michoacano, “atribuye la caída de AMLO en las encuestas a las malas estrategias de campaña del PRD, los ataques polémicos al presidente (Vicente) Fox”, y la decisión del perredista de no participar en el primer debate nacional. Espino acudió a la reunión con los funcionarios de la embajada de Estados Unidos acompañado de dos colaboradores, a quienes no se identifica en el cable. Los estadounidenses los describen “exultantes”: “Estaban muy contentos con el impacto de los promocionales del PAN que vinculaban a AMLO con la corrupción en la Ciudad de México durante su etapa como alcalde, y lo comparaban con el presidente venezolano (Hugo) Chávez”. Ahora, de nuevo, Espino Barrientos hace alianza con los priístas, aunque esta vez llega por la puerta de atrás.
Fuente: Sin Embargo
Aunque algunos medios en México aún subestiman este movimiento, es ya tema en las portadas de los principales diarios y revistas internacionales: The New York Times, The Washington Post, El País, The Guardian y The Economist, por citar algunos, están pendientes de este nuevo fenómeno protagonizado por la sociedad civil y que brotó gracias a la libertad que ofrecen Twitter, Youtube y Facebook, entre otras redes sociales. Por primera vez en la historia contemporánea del país, el rechazo de la sociedad civil contra un candidato y un partido –EPN y el PRI–, además de Televisa, ha mostrado que hay un segmento importante que no es más la masa dócil y manipulable que algunos medios de comunicación creen. Las protestas, además, han generado que el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, sume para su causa la animadversión de los jóvenes. Las encuestas, todas, coinciden que es ya el más cercano perseguidor de Peña Nieto y algunas incluso lo sitúan pisándole los pies. Por eso no suena raro que en Televisa se esté dando un golpe de timón.
El lunes pasado, mientras la etiqueta “La #MarchaSoyYo132” cumplía en México cuatro días a la cabeza de lo más mencionado en Twitter, el dueño de esa televisora, Emilio Azcárraga Jean, envió un mensaje de reconciliación con los estudiantes. A través de su cuenta en esa red social (@eazcarraga), el empresario escribió: “En Televisa valoramos a los jóvenes y escuchamos sus opiniones. Siempre estaremos abiertos a ellas”. Antes de ese mensaje, en el noticiero matutino “Primero Noticias”, que conduce Carlos Loret de Mola, se difundieron por primera vez, desde que comenzaron el 11 de mayo pasado en la Universidad Iberoamericana, imágenes de las protestas de estudiantes contra dicha cadena de televisión, así como en repudio al candidato Enrique Peña Nieto. Por más de 10 minutos, el programa reprodujo la protesta de estudiantes de la Ibero contra EPN.
También las protestas de estudiantes contra Televisa en sus instalaciones de Santa Fe y San Ángel. Y la mañana de ayer, Loret de Mola invitó a su programa a tres estudiantes de la Ibero: María José López, Rodrigo Serrano y Sandra Patargo. El periodista trató de inducir la charla, pero hasta en eso los estudiantes mostraron ser habilidosos. Loret de Mola les dijo que su movimiento parecía apoyar al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador e incluso les pidió que dijeran por quién van a votar, pero Sandra Patargo le reviró rápidamente: “¿Tú por quién vas a votar? El voto es libre y secreto”. Es difícil decir si está “Operación cicatriz” de Televisa con los estudiantes universitarios dará resultado. Lo que sí es previsible es que la televisora ceda más espacio a quienes no están con Peña Nieto, porque el candidato priísta ha perdido terreno justo ante quienes, se supone, deben ser sus clientes del futuro. Azcárraga Jean lo sabe bien y cuida sus intereses. Incluso si el tabasqueño ganara la elección del 1 de julio, también se volvería amlista.
Al final es un empresario y lo que más le importa a Televisa, es Televisa… * * * Aunque era un secreto a voces, ayer Manuel Espino Barrientos, ex presidente nacional del PAN, amigo del ex presidente Vicente Fox Quesada y enemigo público del presidente Felipe Calderón Hinojosa, confirmó que ya es parte del equipo de campaña del priísta Enrique Peña Nieto. Menos de seis años bastaron para que el de Durango pasara de ser el primer calderonista del país a un entusiasta peñista, quien ahora ha puesto a su organización civil “Volver a empezar” a favor de la causa priísta. Espino Barrientos acusó al presidente Calderón de no realizar la transición y de reactivar viejas prácticas que incluso criticó al partido que gobernó por años [el PRI]. Pero más allá del golpe mediático, el ex líder nacional de los panistas no abonará gran cosa a la causa tricolor.
Él tiene su propia historia negra. Un ejemplo: En abril de 2011, el diario La Jornada reveló los reportes que la Embajada de Estados Unidos en México envío al Departamento de Estado en torno al proceso electoral de 2006. A dos meses de los comicios, Espino, entonces presidente nacional del PAN, habló con Roberto Madrazo Pintado, el candidato del PRI, y los dos acordaron enfocar sus respectivas energías para erosionar el apoyo a Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con el cable 06MEXICO2409). “Espino explicó que era importante para la estrategia del PAN mantener a Madrazo, en su tercer lugar, como un jugador viable en la contienda, (porque) si se derrumba la campaña de Madrazo, los votos del PRI no van a migrar al PAN, sino al PRD”, cita el documento. El cable está fechado el 4 de mayo de 2006 y describe a un Manuel Espino feliz: por las encuestas, por los efectos de sus promocionales contra el candidato perredista y porque, juraba, tenía a varios gobernadores priístas en la bolsa.
“Espino nos dijo que él está fuertemente confiado en que el PAN tiene acuerdos sólidos con los gobernadores rebeldes del PRI que están ayudando a la campaña de Calderón secreta pero activamente, mientras de dientes para afuera apoyan a Madrazo”, informaron los funcionarios de la embajada.
En el cable, clasificado como “confidencial”, el presidente del PAN, que ya con Felipe Calderón en la Presidencia rompería de tajo con el michoacano, “atribuye la caída de AMLO en las encuestas a las malas estrategias de campaña del PRD, los ataques polémicos al presidente (Vicente) Fox”, y la decisión del perredista de no participar en el primer debate nacional. Espino acudió a la reunión con los funcionarios de la embajada de Estados Unidos acompañado de dos colaboradores, a quienes no se identifica en el cable. Los estadounidenses los describen “exultantes”: “Estaban muy contentos con el impacto de los promocionales del PAN que vinculaban a AMLO con la corrupción en la Ciudad de México durante su etapa como alcalde, y lo comparaban con el presidente venezolano (Hugo) Chávez”. Ahora, de nuevo, Espino Barrientos hace alianza con los priístas, aunque esta vez llega por la puerta de atrás.
Fuente: Sin Embargo
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