Meoqui Chihuahua.-Ella es Doña Rosalía, como le llaman las niñas que le ayudan a pedir limosna. A esta mujer cuya edad y apariencia haría sospechar al más crédulo, un delito que salta a la vista: las niñas que piden limosna no son sus hijas, o lo que es peor, quizá ni siquiera sean de su familia, lo cual agrava el delito.
A esta mujer se le ha señalado en repetidas ocasiones de explotación infantil algunos dicen que las pequeñas que trae consigo son rentadas…pero nadie hace nada para impedirlo.
Quizá sea el mismo diablo que la protege o alguna autoridad que recibe dadivas de la mujer; será el sereno, pero este delicado caso que exponemos a criterio de la ciudadanía en esta ocasión, es un delito que salta a la vista en un mundo de ciegos que condenan mas a quien infringe la ley por un delito menor como no echarle la moneda al parquimetro o pasarse un Alto, que por delitos como la explotación de menores.
El pasado mes de septiembre, la misma mujer fue captada por nuestra cámara en ciudad Delicias realizando la misma actividad: pedir limosna apoyada por dos menores de edad, de entre 3 y 6 años, las cuales soportaban las inclemencias del clima en pleno verano, cuando el calor y la radiación del sol se volvían inaguantables.
La imagen fue subida a la red social Facebook, en donde rápidamente se desató la polémica y los comentarios dirigidos, mas contra quienes se supone ganan un sueldo y trabajan para que este tipo de situaciones no se presenten, no se hicieron esperar.
A partir de ello, la mujer fue retirada de ese lugar…pero el problema no fue resuelto.
Este mediodía volvimos a sorprender a la misma mujer en calles de Meoqui, pero al parecer en un mes le creció la familia, pues ahora utiliza a tres pequeñas las que le ayudan y no dos, como lo hacia en Delicias.
En el crucero del paseo Zaragoza, una menor que no superaba los dos años se alimentada con un biberón que a simple vista denotaba falta de higiene, mientras está era cargada en los brazos una pequeña de tan solo 6 años de edad que al mismo tiempo en que cargaba a la menor, pedía limosna a los automovilistas que esperaban el cambio de luz del semáforo.
Poco después se aproximo otra niña de aproximadamente 4 años de edad, mientras tanto la mujer pedía limosna en la en otra esquina. En pocas palabras la astuta mujer tenía totalmente cubierto el tráfico en las tres vías de circulación.
Al acercarnos a preguntarle sus datos inmediatamente llamo a las pequeñas y se hecho a correr rumbo a la parada de autobuses que conducen a Lázaro Cárdenas.
Momentos después, acudimos al DIF municipal en busca de una respuesta por parte de las autoridades, en cuanto a este tipo de actividades ilegales, en donde la presidenta de dicha institución, Sra. Ana Luz Tarango de García, dijo desconocer estos hechos.
Aseguró que la mujer sería boletinada a la policía local, para que la próxima vez que la mujer sea sorprendida realizando en este tipo de actividades será sujeta a una profunda investigación a fin de determinar si realmente las infantes que la acompañan son sus hijas o son prestadas o en el peor de los casos rentadas por terceras personas para llevar a cabo este tipo de actividades ilícitas, las cuales son catalogadas como explotación de menores, aun y cuando demostrara legalmente que las menores sean sus hijas.
La presidenta del DIF municipal reconoció que es un delito que los padres obliguen a sus hijos a pedir limosna, ya que se incurre en el ilícito de explotación infantil.
Manifestó que esta actividad se puede observar en repetidas ocasiones por la ciudad pero algunas de estas son porque los propios niños por voluntad propia ayudan a sus padres vendiendo algún tipo de comida o flores a lo cual se le conoce como trabajo infantil; aunque en otros casos los pequeños son obligados a pedir limosna, dinero que sus padres les quitan.
Dijo desconocer el caso aunque es muy probable que existan pero se tendría que comprobar que es una explotación infantil para lo cual se solicita ayuda de la población que detecte esta situación y la reporte al DIF para poder iniciar la búsqueda de una solución y ayuda tanto de padres como de los niños.
A esta mujer se le ha señalado en repetidas ocasiones de explotación infantil algunos dicen que las pequeñas que trae consigo son rentadas…pero nadie hace nada para impedirlo.
Quizá sea el mismo diablo que la protege o alguna autoridad que recibe dadivas de la mujer; será el sereno, pero este delicado caso que exponemos a criterio de la ciudadanía en esta ocasión, es un delito que salta a la vista en un mundo de ciegos que condenan mas a quien infringe la ley por un delito menor como no echarle la moneda al parquimetro o pasarse un Alto, que por delitos como la explotación de menores.
El pasado mes de septiembre, la misma mujer fue captada por nuestra cámara en ciudad Delicias realizando la misma actividad: pedir limosna apoyada por dos menores de edad, de entre 3 y 6 años, las cuales soportaban las inclemencias del clima en pleno verano, cuando el calor y la radiación del sol se volvían inaguantables.
La misma mujer con dos menores en Delicias en el crucero de la Soriana |
La imagen fue subida a la red social Facebook, en donde rápidamente se desató la polémica y los comentarios dirigidos, mas contra quienes se supone ganan un sueldo y trabajan para que este tipo de situaciones no se presenten, no se hicieron esperar.
A partir de ello, la mujer fue retirada de ese lugar…pero el problema no fue resuelto.
Este mediodía volvimos a sorprender a la misma mujer en calles de Meoqui, pero al parecer en un mes le creció la familia, pues ahora utiliza a tres pequeñas las que le ayudan y no dos, como lo hacia en Delicias.
En el crucero del paseo Zaragoza, una menor que no superaba los dos años se alimentada con un biberón que a simple vista denotaba falta de higiene, mientras está era cargada en los brazos una pequeña de tan solo 6 años de edad que al mismo tiempo en que cargaba a la menor, pedía limosna a los automovilistas que esperaban el cambio de luz del semáforo.
Poco después se aproximo otra niña de aproximadamente 4 años de edad, mientras tanto la mujer pedía limosna en la en otra esquina. En pocas palabras la astuta mujer tenía totalmente cubierto el tráfico en las tres vías de circulación.
Al acercarnos a preguntarle sus datos inmediatamente llamo a las pequeñas y se hecho a correr rumbo a la parada de autobuses que conducen a Lázaro Cárdenas.
Momentos después, acudimos al DIF municipal en busca de una respuesta por parte de las autoridades, en cuanto a este tipo de actividades ilegales, en donde la presidenta de dicha institución, Sra. Ana Luz Tarango de García, dijo desconocer estos hechos.
Aseguró que la mujer sería boletinada a la policía local, para que la próxima vez que la mujer sea sorprendida realizando en este tipo de actividades será sujeta a una profunda investigación a fin de determinar si realmente las infantes que la acompañan son sus hijas o son prestadas o en el peor de los casos rentadas por terceras personas para llevar a cabo este tipo de actividades ilícitas, las cuales son catalogadas como explotación de menores, aun y cuando demostrara legalmente que las menores sean sus hijas.
La presidenta del DIF municipal reconoció que es un delito que los padres obliguen a sus hijos a pedir limosna, ya que se incurre en el ilícito de explotación infantil.
Manifestó que esta actividad se puede observar en repetidas ocasiones por la ciudad pero algunas de estas son porque los propios niños por voluntad propia ayudan a sus padres vendiendo algún tipo de comida o flores a lo cual se le conoce como trabajo infantil; aunque en otros casos los pequeños son obligados a pedir limosna, dinero que sus padres les quitan.
Dijo desconocer el caso aunque es muy probable que existan pero se tendría que comprobar que es una explotación infantil para lo cual se solicita ayuda de la población que detecte esta situación y la reporte al DIF para poder iniciar la búsqueda de una solución y ayuda tanto de padres como de los niños.
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