Delicias Chihuahua.-Un adolescente deliciense pudiera perder la oportunidad de continuar con sus estudios debido a la obstinación y mezquindad que han hecho notoria los directivos de la preparatoria 20-30 al negarse terminantemente a entregarle su certificado de secundaría al ex alumno, arguyendo un adeudo que sus padres ya no pudieron pagar por falta de recursos.
Por motivos meramente económicos, los padres del joven estudiante -que por razones obvias omitiremos su nombre- tuvieron que frenar sus estudios, por lo cual fue inevitable que abandonara escuela, ya que al poco tiempo de que su hijo ingresara a dicho plantel, los gastos escolares terminaron por asfixiar la economía familiar, pues a pesar de que sacrificaron considerablemente el los gastos en el hogar, las elevadas cuotas agotaron los recursos familiares, siendo ya insuficientes para continuar solventando los gastos que se generaban mientras un miembro de la familia llevaba a cabo sus estudios en la prestigiada institución educativa.
Sin embargo tras pasar una mala racha decidieron inscribir al joven en otra escuela, donde el costo de las colegiaturas es mucho más accesible para su bolsillo, decisión que quedó solo en el intento pues resulta que el Profr. Martín Coronado, director de la preparatoria 20-30, se negó a entregarle su certificado de secundaria, poniendo como excusa, un adeudo que se dejó con la escuela.
A partir de esa problemática, los padres del estudiante hicieron un convenio verbal con Martín Coronado, director de la preparatoria 20-30 quien a su vez les aseguró, que una vez que saldaran el 50 por ciento del adeudo, liberaría el documento que en estos momentos es indispensable para que su hijo continúe sus estudios en otra institución.
Pero una vez que con sacrificios y pidiendo prestado con amigos y familiares lograron reunir el sesenta por ciento del adeudó, el acuerdo, cuya única garantía era la palabra y el honor del director Martín Coronado, se desvanecieron al igual que su esperanza de rescatar el documento, ya que al final, les dijeron que “le hicieran como pudieran pero hasta que no pague el total y den baja definitiva a su hijo no les van a regresar el certificado”
En conclusión el joven tiene únicamente 10 días para presentar su certificado de secundaria para ser inscrito en otra escuela, pero tal parece, que debido a las políticas al interior de la escuela, perderá el semestre.
Cabe señalar que la familia afectada esta integrada por cuatro personas, y el ingreso semanal no rebasa siquiera los mil pesos, por lo que será muy difícil que logren saldar el adeudo.
Pero, lo que seguramente no sabe el director de la preparatoria 20-30 ni los padres del estudiante afectado es que la retención de documentos oficiales como lo es el certificado de secundaría es un delito federal y bastará con que los padres del menor acudan a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para reclamar el certificado de educación secundaria y tenga adeudo o no tienen que otorgárselo, además de que pueden iniciar un procedimiento disciplinario en la Sep (jurídico) a fin de sancionar este tipo de arbitrariedades que continuamente se presentan en las escuelas, en donde abusan de la ignorancia de los padres de familia, en cuanto a aspectos legales se refiere.
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| MARTIN CORONADO, DIRECTOR DE LA PREPARATORIA 20-30 |
Por motivos meramente económicos, los padres del joven estudiante -que por razones obvias omitiremos su nombre- tuvieron que frenar sus estudios, por lo cual fue inevitable que abandonara escuela, ya que al poco tiempo de que su hijo ingresara a dicho plantel, los gastos escolares terminaron por asfixiar la economía familiar, pues a pesar de que sacrificaron considerablemente el los gastos en el hogar, las elevadas cuotas agotaron los recursos familiares, siendo ya insuficientes para continuar solventando los gastos que se generaban mientras un miembro de la familia llevaba a cabo sus estudios en la prestigiada institución educativa.
Sin embargo tras pasar una mala racha decidieron inscribir al joven en otra escuela, donde el costo de las colegiaturas es mucho más accesible para su bolsillo, decisión que quedó solo en el intento pues resulta que el Profr. Martín Coronado, director de la preparatoria 20-30, se negó a entregarle su certificado de secundaria, poniendo como excusa, un adeudo que se dejó con la escuela.
A partir de esa problemática, los padres del estudiante hicieron un convenio verbal con Martín Coronado, director de la preparatoria 20-30 quien a su vez les aseguró, que una vez que saldaran el 50 por ciento del adeudo, liberaría el documento que en estos momentos es indispensable para que su hijo continúe sus estudios en otra institución.
Pero una vez que con sacrificios y pidiendo prestado con amigos y familiares lograron reunir el sesenta por ciento del adeudó, el acuerdo, cuya única garantía era la palabra y el honor del director Martín Coronado, se desvanecieron al igual que su esperanza de rescatar el documento, ya que al final, les dijeron que “le hicieran como pudieran pero hasta que no pague el total y den baja definitiva a su hijo no les van a regresar el certificado”
En conclusión el joven tiene únicamente 10 días para presentar su certificado de secundaria para ser inscrito en otra escuela, pero tal parece, que debido a las políticas al interior de la escuela, perderá el semestre.
Cabe señalar que la familia afectada esta integrada por cuatro personas, y el ingreso semanal no rebasa siquiera los mil pesos, por lo que será muy difícil que logren saldar el adeudo.
Pero, lo que seguramente no sabe el director de la preparatoria 20-30 ni los padres del estudiante afectado es que la retención de documentos oficiales como lo es el certificado de secundaría es un delito federal y bastará con que los padres del menor acudan a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para reclamar el certificado de educación secundaria y tenga adeudo o no tienen que otorgárselo, además de que pueden iniciar un procedimiento disciplinario en la Sep (jurídico) a fin de sancionar este tipo de arbitrariedades que continuamente se presentan en las escuelas, en donde abusan de la ignorancia de los padres de familia, en cuanto a aspectos legales se refiere.
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