Tribuna
Por: Luis Camacho
Aunque sigue siendo muy elevado el costo del huevo en la región, para la ausencia de un par de ellos, no hay es justificación que sea valida.
Se dice que ya no es nuevo, sin embargo, el semblante del alcalde Mario Mata tiene, bajo el ceño fruncido, mil y un problemas se sospechan escondidos.
Subrepticio bajo su mirada, luce encubierto el otro orbe donde habita el edil: el mundo de la política.
Declaraciones de un diputado priísta que quiere ser su sucesor, así como el pésimo desempeño de algunas dependencias municipales, entre ellas y como siempre, no escapa de la lista, mas al contrario, la encabeza, el departamento de comunicación social, que aparte de ineficiente, caro le ha salido al munícipe deliciense.
Cuenta la leyenda, que el pasado 15 de septiembre un grito se escucho en el penal de Delicias, y el edil fue testigo; nadie más estuvo ahí, nadie se enteró, ningún elemento de comunicación social hizo aparición en el acto, menos notificaron a la prensa de insólito acto donde por primera vez en la historia de Delicias, los presos conmemoraron el Grito de Dolores. Pero, es una leyenda, no hay indicios de que haya ocurrido, vamos, ni siquiera una imagen de celular, de esas que suelen enviar en los boletines, algo que no sería criticable si no se contara con un fotógrafo y una cámara fotográfica con un valor superior a los 30 mil pesos, cuyo uso, aun se ignora.
No se descartan despidos después del segundo informe, así se dijo el año pasado y no ocurrió nada.
En Meoqui, tampoco es para que el alcalde ande sereno, con la ola de ejecuciones, que lejos de disminuir va en aumento, simplemente el profe Chava parece que ya se aclimató a las presiones o simplemente las ignora, ¿que le queda? Si hacerle al héroe no le aseguraría un monumento en su honor, solo esperar a que el presidente electo Enrique Peña Nieto tome posesión y lo auxilie…un milagro.
Del estado no ha llegado apoyo a Meoqui, ni siquiera moral, mucho menos económico, tampoco en materia de desarrollo social, ya dejando muy atrás la extinta seguridad.
Preocupa que Meoqui solo sea noticia por notas rojas, incomoda eso al edil, y los ciudadanos se enfadan por lo mismo al leer en los diarios y medios electrónicos solo noticias negativas acerca de su pueblo. Por ello, no estaría de más que los burócratas dejaran la pereza y por primera vez se pusieran a trabajar a favor de la comunidad, o al menos informaran lo que hacen en el municipio, ya que día a día al cuestionar lo único que atinan a responder es, “no hay novedad”.
El pasado 15 de septiembre nadie supo del Grito de Meoqui, no se avisó, ni la hora, nada. La joven encargada de comunicación no sabía, su hermana, secretaria de los regidores, se mofa ver que un reportero cuestiona a su hermana. A nadie le importa la imagen de Meoqui, y los regidores, padecientes de estreñimiento, se limitan a cobrar su nomina, ¿y a Meoqui? que se lo lleve el diablo.
Si Meoqui al menos contara con un secretario municipal con carácter firme y determinación, mucho le ayudaría al ayuntamiento.
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