La adicción al sexo es un tema que, más allá del ámbito psiquiátrico, está rodeado de mitos y prejuicios culturales ¿Cómo diferenciar a una persona que disfruta su sexualidad de manera libre (y responsable), de otra que realmente necesita tratamiento?
Vean aquí las diferencias entre una persona con alto líbido sexual y una verdadera adicta al sexo, según el portal Avantsex.
1. Transparencia: Una persona que disfruta del sexo de manera sana deja las reglas del juego en claro. Los adictos al sexo guardan secretos, engañan y mienten. Y se engañan a ellos mismos.
2. Satisfacción: Las personas que disfrutan del sexo, luego de tener su relación se sienten con energía y satisfechos. Los adictos al sexo sienten cosas como vacío y vergüenza, y necesitan de una dosis que resulta más dolorosa y dañina para sus vidas.
3. Los otros: Quienes gozan de una vida sexual sana tienen más intereses en la vida y otras personas hacen parte de su círculo con fines más allá de la atracción. Los adictos al sexo viven en función de tener relaciones y esto media en su propio narcisimo.
4. Los otros (parte 2): Las parejas sexuales, para las personas que no son adictas al sexo, tienen vida propia y tienen sus límites. Por el contrario, para los que necesitan de su dosis sexual, estas solamente existen para su propia gratificación (y obviamente para usarlos como les plazca). Igualmente, los adictos al sexo tienen relaciones pero para evitar la intimidad.
5. Porno: La pornografía puede complementar la vida sexual de alguien con alto líbido, o puede verse para ser disfrutada en persona. Los adictos al sexo la necesitan para sustituir la realidad por lo que ofrece el mundo virtual.
6. Masturbación: Al igual que el porno, la masturbación ayuda para complementar la vida sexual y puede brindar satisfacción. Un adicto crónico al sexo usa esta práctica como método recurrente y pernicioso de gratificación, hasta el punto de lesionarse.
7. Vida real: El sexo no impide tener relaciones y carreras exitosas, si se disfruta del sexo ya saben cómo. Los adictos sexuales llevan a tal grado su obsesión, que pueden terminar arruinando su carrera, relaciones y alejándose de sus familias. Incluso pueden quedar en bancarrota.
9. Degradación: Y no solo en actos sexuales. Los adictos al sexo atraen a personas con baja autoestima que harían lo que sea por tener una relación (así todo lo demás en su vida funcione).
10. Tiempo: Los adictos al sexo dejan que el sexo los controle y planifican su vida en torno a. Los que tienen vidas sexuales sanas, administran el cómo, dónde y con quien tienen relaciones sexuales.
Vean aquí las diferencias entre una persona con alto líbido sexual y una verdadera adicta al sexo, según el portal Avantsex.
1. Transparencia: Una persona que disfruta del sexo de manera sana deja las reglas del juego en claro. Los adictos al sexo guardan secretos, engañan y mienten. Y se engañan a ellos mismos.
2. Satisfacción: Las personas que disfrutan del sexo, luego de tener su relación se sienten con energía y satisfechos. Los adictos al sexo sienten cosas como vacío y vergüenza, y necesitan de una dosis que resulta más dolorosa y dañina para sus vidas.
3. Los otros: Quienes gozan de una vida sexual sana tienen más intereses en la vida y otras personas hacen parte de su círculo con fines más allá de la atracción. Los adictos al sexo viven en función de tener relaciones y esto media en su propio narcisimo.
4. Los otros (parte 2): Las parejas sexuales, para las personas que no son adictas al sexo, tienen vida propia y tienen sus límites. Por el contrario, para los que necesitan de su dosis sexual, estas solamente existen para su propia gratificación (y obviamente para usarlos como les plazca). Igualmente, los adictos al sexo tienen relaciones pero para evitar la intimidad.
5. Porno: La pornografía puede complementar la vida sexual de alguien con alto líbido, o puede verse para ser disfrutada en persona. Los adictos al sexo la necesitan para sustituir la realidad por lo que ofrece el mundo virtual.
6. Masturbación: Al igual que el porno, la masturbación ayuda para complementar la vida sexual y puede brindar satisfacción. Un adicto crónico al sexo usa esta práctica como método recurrente y pernicioso de gratificación, hasta el punto de lesionarse.
7. Vida real: El sexo no impide tener relaciones y carreras exitosas, si se disfruta del sexo ya saben cómo. Los adictos sexuales llevan a tal grado su obsesión, que pueden terminar arruinando su carrera, relaciones y alejándose de sus familias. Incluso pueden quedar en bancarrota.
9. Degradación: Y no solo en actos sexuales. Los adictos al sexo atraen a personas con baja autoestima que harían lo que sea por tener una relación (así todo lo demás en su vida funcione).
10. Tiempo: Los adictos al sexo dejan que el sexo los controle y planifican su vida en torno a. Los que tienen vidas sexuales sanas, administran el cómo, dónde y con quien tienen relaciones sexuales.
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