MEOQUI CHIH.-Incomparable a lo que sucedía en años anteriores, cuando, incluso siendo oposición, los priístas celebraban el aniversario del revolucionario institucional, el día de ayer el PRI de Meoqui lució gris, y sin festejo por el 84 aniversario de su fundación.
Contrario a lo que ocurre dentro del mismo partido político que llevó a César Duarte a sentarse en el sillón de gobernador, y quien ayer durante su visita al municipio dijo, “no aflojaremos en la seguridad de Meoqui”, priístas creen que no hubo festejo en el partido debido a la denuncia penal que el líder del PRI en Meoqui, Juan Márquez, puso en contra de varios integrantes, tras de recibir supuestas notas donde había escritas amenazas de muerte en el mes de octubre.
Curiosa y hábilmente la denuncia aparecen como sospechosos de dichas amenazas a simpatizantes del aspirante más fuerte, por lo que no descartan se trate de un ardid político planeado y allanado por un ex alcalde y aspirante a la presidencia emanado del PRI, a fin de asegurar espacios para el y su gente.
Más que ser “sospechosos”, Ignacio Gurrola Gil, quien ha pasado parte de su vida defendiendo los intereses del PRI y Marcela Duarte, la Doña entrona del PRI, seguidos por Javier Beltrán, cuya personalidad es similar a la del oso Winnie Pooh, han sido victimas de tal ardid, lo cual ya dejó fuera de toda posibilidad para participar siquiera para una regiduría.
Sin embargo, dicen los sabios que al karma no se le puede engañar.
Contrario a lo que ocurre dentro del mismo partido político que llevó a César Duarte a sentarse en el sillón de gobernador, y quien ayer durante su visita al municipio dijo, “no aflojaremos en la seguridad de Meoqui”, priístas creen que no hubo festejo en el partido debido a la denuncia penal que el líder del PRI en Meoqui, Juan Márquez, puso en contra de varios integrantes, tras de recibir supuestas notas donde había escritas amenazas de muerte en el mes de octubre.
Curiosa y hábilmente la denuncia aparecen como sospechosos de dichas amenazas a simpatizantes del aspirante más fuerte, por lo que no descartan se trate de un ardid político planeado y allanado por un ex alcalde y aspirante a la presidencia emanado del PRI, a fin de asegurar espacios para el y su gente.
Más que ser “sospechosos”, Ignacio Gurrola Gil, quien ha pasado parte de su vida defendiendo los intereses del PRI y Marcela Duarte, la Doña entrona del PRI, seguidos por Javier Beltrán, cuya personalidad es similar a la del oso Winnie Pooh, han sido victimas de tal ardid, lo cual ya dejó fuera de toda posibilidad para participar siquiera para una regiduría.
Sin embargo, dicen los sabios que al karma no se le puede engañar.
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