Ejecuciones, adicción y maltrato de los padres dio lugar a la creación de refugios, donde se proporciona casa, familia, educación y talleres de diversas actividades a los menores.
México • La orfandad causada por el crimen organizado, que se eleva a más de 12 mil infantes tan solo en Ciudad Juárez, Chihuahua, así como la provocada por la adicción y el maltrato de los padres, muchos de ellos encarcelados por delitos contra la salud, dieron lugar a la conformación de las Aldeas Infantiles SOS México.
Samia Basilia, directora de las aldeas, explicó que se trata de una especie de hogar protector para los niños y niñas en riesgo, a través de cual se les ofrece un hogar con madre y hermanos sustitutos, además de todo tipo de actividades educativas y culturales.
“Se provee asistencia y cuidado profesional a niños huérfanos, abandonados, con algún tipo de discapacidad o separados de sus familias, mediante Aldeas Infantiles SOS, donde se aplican principios de ética, desarrollo, conforme a la Convención Sobre los Derechos de los Niños”.
En nueve aldeas creadas a lo largo del país se atiende a más de 800 niños, aunque el trabajo extramuros abarca hasta 2 mil infantes cuyos padres viven en situación de pobreza extrema y pueden abandonar a sus hijos. Algunas de esas aldeas se ubican en Comitán y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a raíz de la matanza de Acteal que dejó muchos huérfanos.
La brigada de la aldea se integra por un grupo multidisciplinario, de trabajadores sociales, psico-pedagogos y gente dispuesta a ayudar.
Su trabajo consiste en acompañar a las familias en la creación de espacios de protección, cuidado, alimentación y desarrollo integral para los niños y las niñas, menores de seis años e impulsar el desarrollo personal y laboral de las mujeres, para que junto con sus familias accedan a una mejor calidad de vida.
Se apoya, incluso, económicamente a los aldeanos independientes que desean superarse académicamente y alcanzar niveles de estudios superiores, una especialidad técnica que les permita enfrentar de mejor manera las exigencias sociales y laborales.
Un aspecto esencial, dijo, es que se brinda apoyo a niños y niñas con discapacidad, según la aprobación de cada caso por el patronato nacional, se establecen hogares y centros comunitarios y centros sociales temporales o permanentes, de acuerdo con las necesidades y recursos con los que cuenta la comunidad, ofreciendo servicios para el desarrollo integral de los niños y las niñas de cero a 12 años.
Las Aldeas Infantiles SOS México ofrecen cursos y talleres de educación, capacitación técnica y laboral y otros apoyos a mujeres abandonadas por la migración, incluyendo a los infantes que se encuentran en riesgo de abandono infantil por pobreza.
En esos hogares vivió Selena, quien llegó junto con su hermana Verónica y el pequeño Roberto, por sufrir de maltrato y abuso sexual. La Procuraduría General de Justicia determinó canalizar a los hermanos a la casa-hogar Ejército de Salvación, donde están bajo custodia.
La jovencita de 12 años habla poco y cuando lo hace es para corregir a su hermana Verónica, la cual se enreda en su edad, asegura tener seis, pero su expediente marca 10 años. Ambas fueron víctimas de la segunda mujer de su padre, que les pegaba a la menor provocación.
Ninguno, Selena, Verónica y Roberto, sabe leer ni escribir. Nunca han pisado una escuela. Su padre Samuel, un hombre de origen indígena, alcohólico y que aparentemente se dedica al comercio de las flores, jamás se preocupó por inscribirlas en alguna institución.
Claves
El objetivo
- Aldeas Infantiles SOS México es una institución no gubernamental, sin inclinación religiosa y de desarrollo social, que tiene como principal objetivo la formación de familias para niños y niñas que han perdido la protección de sus padres.
- No hay cifras oficiales sobre la dimensión del problema, pero se calcula que en México existen 1.4 millones de niños huérfanos en 100 ciudades del país.
- Los niños y niñas que crecen dentro de las familias de las aldeas tienen lo que necesitan: casa, una mamá, vestido, alimentación, educación, etcétera.
“Se provee asistencia y cuidado profesional a niños huérfanos, abandonados, con algún tipo de discapacidad o separados de sus familias, mediante Aldeas Infantiles SOS, donde se aplican principios de ética, desarrollo, conforme a la Convención Sobre los Derechos de los Niños”.
En nueve aldeas creadas a lo largo del país se atiende a más de 800 niños, aunque el trabajo extramuros abarca hasta 2 mil infantes cuyos padres viven en situación de pobreza extrema y pueden abandonar a sus hijos. Algunas de esas aldeas se ubican en Comitán y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a raíz de la matanza de Acteal que dejó muchos huérfanos.
La brigada de la aldea se integra por un grupo multidisciplinario, de trabajadores sociales, psico-pedagogos y gente dispuesta a ayudar.
Su trabajo consiste en acompañar a las familias en la creación de espacios de protección, cuidado, alimentación y desarrollo integral para los niños y las niñas, menores de seis años e impulsar el desarrollo personal y laboral de las mujeres, para que junto con sus familias accedan a una mejor calidad de vida.
Se apoya, incluso, económicamente a los aldeanos independientes que desean superarse académicamente y alcanzar niveles de estudios superiores, una especialidad técnica que les permita enfrentar de mejor manera las exigencias sociales y laborales.
Un aspecto esencial, dijo, es que se brinda apoyo a niños y niñas con discapacidad, según la aprobación de cada caso por el patronato nacional, se establecen hogares y centros comunitarios y centros sociales temporales o permanentes, de acuerdo con las necesidades y recursos con los que cuenta la comunidad, ofreciendo servicios para el desarrollo integral de los niños y las niñas de cero a 12 años.
Las Aldeas Infantiles SOS México ofrecen cursos y talleres de educación, capacitación técnica y laboral y otros apoyos a mujeres abandonadas por la migración, incluyendo a los infantes que se encuentran en riesgo de abandono infantil por pobreza.
En esos hogares vivió Selena, quien llegó junto con su hermana Verónica y el pequeño Roberto, por sufrir de maltrato y abuso sexual. La Procuraduría General de Justicia determinó canalizar a los hermanos a la casa-hogar Ejército de Salvación, donde están bajo custodia.
La jovencita de 12 años habla poco y cuando lo hace es para corregir a su hermana Verónica, la cual se enreda en su edad, asegura tener seis, pero su expediente marca 10 años. Ambas fueron víctimas de la segunda mujer de su padre, que les pegaba a la menor provocación.
Ninguno, Selena, Verónica y Roberto, sabe leer ni escribir. Nunca han pisado una escuela. Su padre Samuel, un hombre de origen indígena, alcohólico y que aparentemente se dedica al comercio de las flores, jamás se preocupó por inscribirlas en alguna institución.
Claves
El objetivo
- Aldeas Infantiles SOS México es una institución no gubernamental, sin inclinación religiosa y de desarrollo social, que tiene como principal objetivo la formación de familias para niños y niñas que han perdido la protección de sus padres.
- No hay cifras oficiales sobre la dimensión del problema, pero se calcula que en México existen 1.4 millones de niños huérfanos en 100 ciudades del país.
- Los niños y niñas que crecen dentro de las familias de las aldeas tienen lo que necesitan: casa, una mamá, vestido, alimentación, educación, etcétera.
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