Fieles a San Judas Tadeo comenzaron a llegar desde la madrugada de este domingo a la Iglesia de San Hipólito, en avenida y Paseo de la Reforma, para partícipes, como cada año, de la festividad de este santo.
Feligreses desde niños hasta adultos mayores, incluso madres con bebés en brazos, y sobre ellos o a un costado el santo ingresan a la iglesia de San Hipólito a paso lento por la gran afluencia a la que convoca cada mes y cada año San Judas Tadeo.
La asistencia no se limita a nadie, sólo hay que tener paciencia para entrar, pues en el los fieles llegan venerando al “patrón de las causas difíciles” con rezos, el rostro lleno de lágrimas, caminando con muletas, de rodillas o en sillas de .
También, con la mirada hacia el cielo o mano extendidas y con la esperanza, sobre todo, de ser agraciados con un milagro, que les dé una nueva oportunidad de vida.
Hay fieles que llegan al lugar para dar gracias por algún milagro que les hizo, o también los hay quienes llegan sólo para saludarlo y festejarlo en su día.
Afuera, decenas de puestos ambulantes venden todo tipo de objetos religiosos alusivos al gran santo, desde rosarios, velas pequeñas, medianas y grandes, figuras del santo de diversos materiales y de todos los tamaños.
Esta vendimia es acompañada por comerciantes de comida, desde tamales, atole, quesadillas, incluso pozole y pancita.
A lo largo de este día y hasta que expire el domingo se espera el arribo de feligreses en peregrinaciones, solos o en compañía de la familia, con ofrendas, mandas, agradecimientos y aclamando y orando por el bienestar de alguien o de sí mismo.
En tanto, en las inmediaciones del templo hay cierres y cortes a la circulación, por lo que las calles Puente de Alvarado, Balderas, lateral de Reforma, Hidalgo y Juárez se han visto afectadas desde la víspera.
Los fieles que emergen de todos los puntos en torno a esta iglesia, cargan en , cruzados o la estatua diminuta, pequeña, grande o gigante del santo “siempre tan milagroso”, con el ánimo de mejorar su situación familiar, , laboral y de salud.
Feligreses desde niños hasta adultos mayores, incluso madres con bebés en brazos, y sobre ellos o a un costado el santo ingresan a la iglesia de San Hipólito a paso lento por la gran afluencia a la que convoca cada mes y cada año San Judas Tadeo.
La asistencia no se limita a nadie, sólo hay que tener paciencia para entrar, pues en el los fieles llegan venerando al “patrón de las causas difíciles” con rezos, el rostro lleno de lágrimas, caminando con muletas, de rodillas o en sillas de .
También, con la mirada hacia el cielo o mano extendidas y con la esperanza, sobre todo, de ser agraciados con un milagro, que les dé una nueva oportunidad de vida.
Hay fieles que llegan al lugar para dar gracias por algún milagro que les hizo, o también los hay quienes llegan sólo para saludarlo y festejarlo en su día.
Afuera, decenas de puestos ambulantes venden todo tipo de objetos religiosos alusivos al gran santo, desde rosarios, velas pequeñas, medianas y grandes, figuras del santo de diversos materiales y de todos los tamaños.
Esta vendimia es acompañada por comerciantes de comida, desde tamales, atole, quesadillas, incluso pozole y pancita.
A lo largo de este día y hasta que expire el domingo se espera el arribo de feligreses en peregrinaciones, solos o en compañía de la familia, con ofrendas, mandas, agradecimientos y aclamando y orando por el bienestar de alguien o de sí mismo.
En tanto, en las inmediaciones del templo hay cierres y cortes a la circulación, por lo que las calles Puente de Alvarado, Balderas, lateral de Reforma, Hidalgo y Juárez se han visto afectadas desde la víspera.
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