El físico húngaro Tamas Vicsek, de la Universidad Eötvös de Budapest, ha estudiado la evolución de las relaciones sociales analizando una red de 30.000 individuos y las listas de contactos de los teléfonos móviles de 4 millones de usuarios. Uniendo los datos ha llegado a la conclusión de que los grandes grupos persisten durante más tiempo si sus miembros se renuevan. “La capacidad de cambiar la composición de los grupos grandes supone una mayor adaptabilidad”, asegura el investigador. Por el contrario, ha demostrado que los grupos pequeños suelen ser más estables, y que sólo si las relaciones entre sus miembros son duraderas el grupo permanece unido durante mucho tiempo.
Con estos resultados, Vicsek ha desarrollado una fórmula matemática que permite predecir si un individuo permanecerá en un grupo o lo abandonará.
Este físico, experto en modelizar el comportamiento social, también ha puesto números a algunos patrones de comportamiento de multitudes, como la creación de una “ola” en el público de un espectáculo deportivo. Según concluyó Vicsek hace unos años, se requiere un mínimo de personas para comenzar la ola, concretamente 30, y generalmente la ola circula en el sentido de las agujas del reloj y avanza a 12 metros por segundo (20 asientos).
Con estos resultados, Vicsek ha desarrollado una fórmula matemática que permite predecir si un individuo permanecerá en un grupo o lo abandonará.
Este físico, experto en modelizar el comportamiento social, también ha puesto números a algunos patrones de comportamiento de multitudes, como la creación de una “ola” en el público de un espectáculo deportivo. Según concluyó Vicsek hace unos años, se requiere un mínimo de personas para comenzar la ola, concretamente 30, y generalmente la ola circula en el sentido de las agujas del reloj y avanza a 12 metros por segundo (20 asientos).
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