La familia mexicana Reyes Salazar, acosada por el narcotráfico, pidió hoy ayuda a la ONU para que se garantice su seguridad tras el asesinato de cinco de sus miembros, en su mayoría activistas sociales en Ciudad Juárez (norte).
Marisela y Olga Lidia Reyes Salazar, hermanas de Josefina -la activista asesinada en 2010- y de Elías y Malena, cuyos cadáveres fueron hallados hoy junto al de Luisa Omelas, esposa del joven, exigieron en Ciudad de México protección efectiva para el resto de la familia.
"Ya no queremos más hostigamiento ni que se corra riesgo de la vida de uno más. Tememos por la vida de nuestros familiares, así como de todos los que nos han apoyado", reconoció Marisela.
Visiblemente afectada, hizo un llamamiento a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y al Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas para que les ayuden a garantizar su seguridad.
Las hermanas Reyes ofrecieron la rueda de prensa ante el Senado mexicano, donde permanecían junto con su madre desde el lunes pasado para exigir el regreso "con vida" de los dos hermanos y una cuñada, desaparecidos el pasado día 7 de febrero, cuando fueron secuestrados.
Aunque, a su juicio, los tres nuevos asesinatos "se enmarcan en una creciente ola de acoso sistemático a la familia por parte del Estado", Olga Lidia adelantó que no abandonarán su "lucha por justicia".
"Así como esclarecieron la muerte del agente de Estados Unidos (Jaime Zapata, asesinado recientemente) así exigimos se esclarezca la muerte de todos nuestros hermanos", reclamó.
Ambas hermanas criticaron la "ineptitud" de las autoridades locales de Ciudad Juárez, así como de las federales para evitar nuevos asesinatos, que atribuyen a "grupos paramilitares".
"Estamos -dijo Olga Lidia- con la frente en alto, somos luchadores sociales y defenderemos nuestra honorabilidad y por eso es que estamos dando la cara".
Por su parte, el portavoz de la familia, Adrián Fuentes, reiteró su petición para que dimita el fiscal del caso, ya que "no ha podido proteger a la familia ni a la población de Ciudad Juárez".
Ante la invitación a acudir a una reunión este mediodía en la secretaría (ministerio) de Gobernación para tratar su situación, rechazaron acudir porque a su juicio "llega demasiado tarde".
La familia levantará esta tarde su protesta en Ciudad de México para viajar a Ciudad Juárez y preparar los funerales de sus tres allegados y posteriormente tiene previsto acudir ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar su caso. EFE ea/asc/vv
Marisela y Olga Lidia Reyes Salazar, hermanas de Josefina -la activista asesinada en 2010- y de Elías y Malena, cuyos cadáveres fueron hallados hoy junto al de Luisa Omelas, esposa del joven, exigieron en Ciudad de México protección efectiva para el resto de la familia.
"Ya no queremos más hostigamiento ni que se corra riesgo de la vida de uno más. Tememos por la vida de nuestros familiares, así como de todos los que nos han apoyado", reconoció Marisela.
Visiblemente afectada, hizo un llamamiento a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y al Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas para que les ayuden a garantizar su seguridad.
Las hermanas Reyes ofrecieron la rueda de prensa ante el Senado mexicano, donde permanecían junto con su madre desde el lunes pasado para exigir el regreso "con vida" de los dos hermanos y una cuñada, desaparecidos el pasado día 7 de febrero, cuando fueron secuestrados.
Aunque, a su juicio, los tres nuevos asesinatos "se enmarcan en una creciente ola de acoso sistemático a la familia por parte del Estado", Olga Lidia adelantó que no abandonarán su "lucha por justicia".
"Así como esclarecieron la muerte del agente de Estados Unidos (Jaime Zapata, asesinado recientemente) así exigimos se esclarezca la muerte de todos nuestros hermanos", reclamó.
Ambas hermanas criticaron la "ineptitud" de las autoridades locales de Ciudad Juárez, así como de las federales para evitar nuevos asesinatos, que atribuyen a "grupos paramilitares".
"Estamos -dijo Olga Lidia- con la frente en alto, somos luchadores sociales y defenderemos nuestra honorabilidad y por eso es que estamos dando la cara".
Por su parte, el portavoz de la familia, Adrián Fuentes, reiteró su petición para que dimita el fiscal del caso, ya que "no ha podido proteger a la familia ni a la población de Ciudad Juárez".
Ante la invitación a acudir a una reunión este mediodía en la secretaría (ministerio) de Gobernación para tratar su situación, rechazaron acudir porque a su juicio "llega demasiado tarde".
La familia levantará esta tarde su protesta en Ciudad de México para viajar a Ciudad Juárez y preparar los funerales de sus tres allegados y posteriormente tiene previsto acudir ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar su caso. EFE ea/asc/vv
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