La “Jefa” era distante con la prensa, no le gustaban las fotos ni las entrevistas, “ ella era muy huevuda”, dicen los agentes policíacos.
Aunque la llegada de una dama al cuerpo policíaco no era reciente, pues en el departamento ya estaban incorporadas al menos seis mujeres que apoyan a los agentes mas culinos.
Sin embargo, el machismo, intereses y quizá pactos externos de sus subalternos, la colocaron en la mira del crimen organizado.
Fue una serie de especulaciones la que se desató, la “Jefa” tendría contactos federales que perturbarían más la intranquilidad del pueblo, calificado a nivel internacional como el más violento del mundo, titulo que a base de crímenes escaló Meoqui.
La Lic. Hermila García fue la primer mujer en asumir ese cargo en los más de trecientos años de este municipio, y a su llegada hubo recelo, por parte de otros mandos cuyo poder quedó rebajado a la nada.
“Parecen niñas cabrones” les decía la jefa en el pase de lista, y pudo ser la frase más inconveniente de su vida.
“El que nada debe nada teme...” respondió un día al cuestionarle su absurda decisión de andar sin protección y casi, casi desarmada, pues en su bolso guardaba su arma.
Previo a la visita de un importante mando militar en su oficina, la “Jefa” dijo “Yo tengo un ángel muy grande que me protege”, tres días después una caravana de patrullas de la policía federal invadió Meoqui en un operativo cuyo resultado nunca se hizo oficial.
Tres días después, su cuerpo yacía sin vida frente a una iglesia, no respetaron ni a Dios, menos a su ángel, ni mucho menos su género. La “Jefa” había caído abatida, practicamente indefensa.
Quince días después, un capo fue detenido.
Fue alumna de su patrón el “Profe Chava”, quien mucho lloró su muerte.
La carpeta del expediente de su crímen seguramente se encuentra empolvado en alguna oficina de gobierno.
Hoy se cumplen tres años de su muerte, y todo indica que no habrá homenaje para la “Jefa”.
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