La policía confirma que los padres de la niña gitana son un matrimonio búlgaro
La madre biológica ha declarado que quiere criar a la niña con sus otros hijos
María, el 'ángel rubio', ha hallado a sus padres. Las pruebas de ADN han demostrado que Sasha y Atanas Rusev, los búlgaros de etnia gitana interrogados este jueves por la policía, son los progenitores de la pequeña encontrada la pasada semana en un campamento romaní de Grecia. A ello apuntaban en las últimas horas todas las pruebas recabadas por las investigaciones policiales y periodísticas.
Sasha habría dado a luz a la pequeña María en enero de 2009 en un hospital de la localidad griega de Lamia. Se encontraba allí en compañía de su marido trabajando en los campos cercanos como temporera, según su relato. Siete meses después habrían decidido volver a Bulgaria, pero no tenían el dinero necesario para llevarse a la pequeña. Una pareja de griegos romaníes les habría propuesto entonces custodiar a María hasta su vuelta.
Así habría sucedido hasta la redada de la pasada semana en el campamento griego de Farsala, donde fue encontrada la pequeña. Sasha ha declarado no haber vuelto a por la niña debido a su pésima situación económica. La pareja tiene 10 hijos y vive en extrema pobreza. Cinco de los vástagos son de tez clara como María.
Pruebas de ADN
La coincidencia en las pruebas de ADN han arrojado luz al caso, pero se desconoce todavía si Sasha y Atanas cobraron dinero por dejar a la niña en Grecia. La policía tiene esa sospecha por una contradicción documental registrada en el hospital de Lamia. Sasha dijo que no estaba casada cuando registró al bebé, pero utilizó el apellido de su marido en la clínica donde dio a luz.
"No cogí dinero alguno por ella", explicó ayer la mujer a los medios personados frente a la estación de policía de Gurkovo, donde fue interrogada. Varios vecinos, sin embargo, declararon haber escuchado a la pareja decir que habían recibido unos 250 euros por la niña. Varios medios griegos han elaborado también sobre esa posibilidad y han aparecido supuestos empresarios e intermediarios con conocimiento del caso para apoyar la teoría.
Sasha está dispuesta ahora a recuperar a María. Así lo expresó ayer. Sólo cuando vio su foto en televisión, el pasado miércoles, supo que la pequeña era su hija perdida en Grecia: "No como y estoy enferma desde entonces", ha declarado.
Mercadeo de niños
El caso de María ha sensibilizado a la opinión pública helena sobre la existencia de redes de mercadeo de niños y de adopción ilegal. Una pareja helena residente en Atenas fue detenida en la mañana del viernes tras ser acusada de secuestro. Habrían comprado una niña de etnia gitana por 4.000 euros. Un conocido podría haber dado el chivatazo, poniendo a la policía sobre aviso.
La transacción habría sido realizada el pasado marzo en Zefyri, una localidad al norte de la capital. El bebé tenía sólo unos pocos días entonces. La pareja intentó registrarla en el ayuntamiento, pero sin éxito.
Otro caso similar se ha dado en la isla de Lesbos. Una niña fue encontrada viviendo en un campamento de gitanos ambulantes con dos personas que, según las pruebas de paternidad, no son sus verdaderos progenitores. Una mujer ha reclamado ser su madre y espera los resultados de la prueba de ADN. Es posible que emerjan más casos debido a la sensibilización de la sociedad griega contra las redes de contrabando de niños.
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