ÉXICO, D.F. (apro).- Los atentados perpetrados contra 18 instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Michoacán, el pasado domingo 27, sacaron a relucir la advertencia que días antes hizo el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, respecto a que esa entidad ya se convirtió en un “Estado fallido” en poder del crimen organizado.
Patiño Velázquez, en una carta pastoral fechada el pasado 15 de octubre, aseguró categórico que Michoacán ya tiene “todas las características de un Estado fallido”.
Y detalló:
“Los grupos criminales: Familia Michoacana, Zetas, Nueva Generación y Caballeros Templarios, principalmente, se lo disputan (al estado) como si fuera un botín. La costa: para la entrada de droga y los insumos para la producción de las drogas sintéticas. La Sierra Madre del Sur y la zona aguacatera: para el cultivo de mariguana y amapola, el establecimiento de laboratorios para la producción de drogas sintéticas y refugio de los grupos criminales. Las ciudades más importantes y todo el Estado: para el trasiego y comercio de droga, ´venta de seguridad´ (cuotas), secuestros, robos y toda clase de extorsión”.
En su carta pastoral, dirigida a los fieles michoacanos, el obispo Patiño agrega:
“Han aumentado los levantones, los secuestros, los asesinatos, el cobro de cuotas se ha generalizado y familias enteras han tenido que emigrar por el miedo y la inseguridad que se está viviendo”.
Asimismo, el prelado asegura que algunas áreas de gobierno tienen nexos con el crimen. Señala al respecto:
“Los gobiernos municipales y la policía están sometidos o coludidos con los criminales, y cada vez más crece el rumor que el gobierno estatal también está al servicio del crimen organizado, lo que provoca desesperanza y desilusión en la sociedad”.
Por último, Patiño Velázquez señala que, hasta el momento, ha fracasado la estrategia del Ejército, la Marina y la Policía Federal para combatir a las bandas del narcotráfico:
“Hasta le fecha no hemos visto la efectividad de su estrategia, porque no se ha capturado a ninguno de los capos principales del crimen organizado, aun sabiendo dónde se encuentran… Nos llama la atención cómo no han sido capaces de descubrir las casas de seguridad del crimen organizado”.
Así, estas denuncias del prelado siguen vigentes ante los atentados contra las instalaciones de la CFE, situadas en los municipios de Aguililla, Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Apatzingán, Sahuayo, La Piedad, Zinapécuaro, Uruapan, Zamora, Ciudad Hidalgo, Tuxpan y Morelia.
Patiño Velázquez, en una carta pastoral fechada el pasado 15 de octubre, aseguró categórico que Michoacán ya tiene “todas las características de un Estado fallido”.
Y detalló:
“Los grupos criminales: Familia Michoacana, Zetas, Nueva Generación y Caballeros Templarios, principalmente, se lo disputan (al estado) como si fuera un botín. La costa: para la entrada de droga y los insumos para la producción de las drogas sintéticas. La Sierra Madre del Sur y la zona aguacatera: para el cultivo de mariguana y amapola, el establecimiento de laboratorios para la producción de drogas sintéticas y refugio de los grupos criminales. Las ciudades más importantes y todo el Estado: para el trasiego y comercio de droga, ´venta de seguridad´ (cuotas), secuestros, robos y toda clase de extorsión”.
En su carta pastoral, dirigida a los fieles michoacanos, el obispo Patiño agrega:
“Han aumentado los levantones, los secuestros, los asesinatos, el cobro de cuotas se ha generalizado y familias enteras han tenido que emigrar por el miedo y la inseguridad que se está viviendo”.
Asimismo, el prelado asegura que algunas áreas de gobierno tienen nexos con el crimen. Señala al respecto:
“Los gobiernos municipales y la policía están sometidos o coludidos con los criminales, y cada vez más crece el rumor que el gobierno estatal también está al servicio del crimen organizado, lo que provoca desesperanza y desilusión en la sociedad”.
Por último, Patiño Velázquez señala que, hasta el momento, ha fracasado la estrategia del Ejército, la Marina y la Policía Federal para combatir a las bandas del narcotráfico:
“Hasta le fecha no hemos visto la efectividad de su estrategia, porque no se ha capturado a ninguno de los capos principales del crimen organizado, aun sabiendo dónde se encuentran… Nos llama la atención cómo no han sido capaces de descubrir las casas de seguridad del crimen organizado”.
Así, estas denuncias del prelado siguen vigentes ante los atentados contra las instalaciones de la CFE, situadas en los municipios de Aguililla, Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Apatzingán, Sahuayo, La Piedad, Zinapécuaro, Uruapan, Zamora, Ciudad Hidalgo, Tuxpan y Morelia.
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