Para contrarrestar los incrementos en los insumos para fabricar tortillas, productores del alimento anunciaron ayer un ajuste en el precio, al pasar de 10 pesos que cuesta actualmente el kilo hasta 15 pesos.
El aumento fue informado a la población a través de desplegados de prensa por la Asociación Mexicana de Tortilleros Río Bravo, que aglutina a una parte de los comerciantes del gremio quienes también manifestaron su inconformidad por la imposibilidad de frenar los aumentos que, consideran, golpean a sus consumidores.
En el documento publicado justifican la medida señalando que las harineras productoras de maíz nixtamalizado les notificaron un nuevo incremento de 10 por ciento en la harina, que se une a los aumentos graduales en luz, gas, gasolina, papel, refacciones, entre otros.
En estos momentos el salario mínimo diario para Ciudad Juárez es de 57.46 pesos, por lo que para las familias que sólo obtienen ese sueldo, el nuevo precio de la tortilla representa la cuarta del ingreso familiar.
A su vez, las harineras justificaron las alzas por la eliminación del subsidio federal a ese sector y a los desastres naturales que sufrieron los cultivos de maíz, lo cual obligó a importar ese producto agrícola de fuera de México.
“Las harineras productoras de maíz (nixtamalizado) nos notifican un nuevo incremento en la harina de maíz de un 10 por ciento (650 pesos por tonelada), aumento efectivo a partir del 10 de noviembre del 2010. Este incremento es un nuevo golpe a la economía de los productores y consumidores de tortilla de maíz”, consideró la Asociación Mexicana de Tortilleros Río Bravo, a través del desplegado en el que firma como responsable Miguel Ángel Salazar Gamboa.
En la publicación manifestaron también su temor a que en el mes de enero próximo se tenga que realizar un nuevo ajuste por la oleada de incrementos que tradicionalmente se presentan cada año en esas fechas.
“Debido a estos incrementos en nuestra materia prima e insumos, los industriales de la masa y la tortilla nos vemos en la necesidad de hacer un ajuste en el precio de la tortilla que será hasta 15 pesos por kilo”, se enfatizó.
De acuerdo con información oficial de la Profeco, el precio de ese alimento no está controlado por el Gobierno federal y está sujeto a la oferta y la demanda.
El aumento fue informado a la población a través de desplegados de prensa por la Asociación Mexicana de Tortilleros Río Bravo, que aglutina a una parte de los comerciantes del gremio quienes también manifestaron su inconformidad por la imposibilidad de frenar los aumentos que, consideran, golpean a sus consumidores.
En el documento publicado justifican la medida señalando que las harineras productoras de maíz nixtamalizado les notificaron un nuevo incremento de 10 por ciento en la harina, que se une a los aumentos graduales en luz, gas, gasolina, papel, refacciones, entre otros.
En estos momentos el salario mínimo diario para Ciudad Juárez es de 57.46 pesos, por lo que para las familias que sólo obtienen ese sueldo, el nuevo precio de la tortilla representa la cuarta del ingreso familiar.
A su vez, las harineras justificaron las alzas por la eliminación del subsidio federal a ese sector y a los desastres naturales que sufrieron los cultivos de maíz, lo cual obligó a importar ese producto agrícola de fuera de México.
“Las harineras productoras de maíz (nixtamalizado) nos notifican un nuevo incremento en la harina de maíz de un 10 por ciento (650 pesos por tonelada), aumento efectivo a partir del 10 de noviembre del 2010. Este incremento es un nuevo golpe a la economía de los productores y consumidores de tortilla de maíz”, consideró la Asociación Mexicana de Tortilleros Río Bravo, a través del desplegado en el que firma como responsable Miguel Ángel Salazar Gamboa.
En la publicación manifestaron también su temor a que en el mes de enero próximo se tenga que realizar un nuevo ajuste por la oleada de incrementos que tradicionalmente se presentan cada año en esas fechas.
“Debido a estos incrementos en nuestra materia prima e insumos, los industriales de la masa y la tortilla nos vemos en la necesidad de hacer un ajuste en el precio de la tortilla que será hasta 15 pesos por kilo”, se enfatizó.
De acuerdo con información oficial de la Profeco, el precio de ese alimento no está controlado por el Gobierno federal y está sujeto a la oferta y la demanda.
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