- Al parecer el deudor ya pagó el arrendamiento, ya que la frutería continua abierta desde el día siguiente al cateo.
El sábado por la noche, agentes de la policía ministerial con destacamento en delicias, ejecutaron uno de los operativos más exagerados que se han registrado en la ciudad durante los últimos años.
Apoyados por la Dirección de Seguridad Pública, quienes tuvieron la oportunidad de lucir su equipo táctico, sitiaron y catearon un negocio denominado “Fruterías Ledezma” ubicado sobre la Av. Solidaridad y Prolongación de Av. Fernando Baeza en el Fracc. Las Torres.
La puerta de acceso al negocio se calificaba desde lejos que había sido derribada para ingresar al lugar, donde los agentes ministeriales permanecieron por espacio de una hora auscultando la planta baja y alta del inmueble.
Varios fisgones que se acercaron al lugar entre balbuceos trataban de adivinar que era lo que los agentes ministeriales buscaban con afán, y que al parecer que no pudieron encontrar, ya que cerca de la media noche se retiraron del lugar sin ninguna “novedad”.
Pronto se supo que la verdadera causa del cateo y la orden de aprehensión que se giró por parte del ministerio público y ejecutó por parte de ministeriales, fue por un problema de arrendamiento ya que al parecer el frutero padecía del síndrome de Don Ramón el de el “Chavo del 8”, pues el frutero baratero “no tenía para pagar la renta” y aunque los ministeriales buscaron hasta por debajo del colchón, no encontraron el pago de la renta.
Lo asombroso es lo que se pudiera calificar a simple vista como un uso excesivo de la fuerza pública, la cual se usó para solucionar un problema de morosidad en el pago de arrendamiento, lo cual pone en tela de juicio el criterio de las autoridades que en esta ocasión cayeron nuevamente en el exceso de la fuerza.
Apoyados por la Dirección de Seguridad Pública, quienes tuvieron la oportunidad de lucir su equipo táctico, sitiaron y catearon un negocio denominado “Fruterías Ledezma” ubicado sobre la Av. Solidaridad y Prolongación de Av. Fernando Baeza en el Fracc. Las Torres.
La puerta de acceso al negocio se calificaba desde lejos que había sido derribada para ingresar al lugar, donde los agentes ministeriales permanecieron por espacio de una hora auscultando la planta baja y alta del inmueble.
Varios fisgones que se acercaron al lugar entre balbuceos trataban de adivinar que era lo que los agentes ministeriales buscaban con afán, y que al parecer que no pudieron encontrar, ya que cerca de la media noche se retiraron del lugar sin ninguna “novedad”.
Pronto se supo que la verdadera causa del cateo y la orden de aprehensión que se giró por parte del ministerio público y ejecutó por parte de ministeriales, fue por un problema de arrendamiento ya que al parecer el frutero padecía del síndrome de Don Ramón el de el “Chavo del 8”, pues el frutero baratero “no tenía para pagar la renta” y aunque los ministeriales buscaron hasta por debajo del colchón, no encontraron el pago de la renta.
Lo asombroso es lo que se pudiera calificar a simple vista como un uso excesivo de la fuerza pública, la cual se usó para solucionar un problema de morosidad en el pago de arrendamiento, lo cual pone en tela de juicio el criterio de las autoridades que en esta ocasión cayeron nuevamente en el exceso de la fuerza.
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