Creativa, disparatada y soñadora, la historia de Little Edie es como un cuento oscuro de princesa. Ella era la despampanante prima mayor de Jackie Onassis y Lee Radziwill, la única hija de una hermana de su padre, la excéntrica tía Edith Bouvier (o Big Edie), una artista frustrada de quien Little Edie heredó la debilidad por el espectáculo.
Little Edie (Edith Bouvier Beale), la mayor de tres hermanos, nació en 1917 en el seno de una rica familia de la costa este.
Little Edie, conocida como Body Beautiful Beale, hizo su debut en sociedad y era una bella princesa de Park Avenue. Su belleza y singular estilo le valió un lugar destacado en las crónicas de sociedad y fue modelo de Macy´s. Durante la inauguración de John F. Kennedy en 1961, ella le dijo al patriarca Kennedy que si el joven Joe hubiese vivido, ella hubiese sido Primera Dama en lugar de Jackie Bouvier, su prima.
Peculiar salto a la fama
Descubierta en enero de 1972, desafiante y enigmática, en medio de un jardín salvaje que rodeaba la mansión deteriorada en la que vivía con su madre, Little Edie (que ya tenía 60 años) posaba para la portada del New York Magazine vestida con un abrigo de visón y su icónico turbante, que creaba con jerséis y toallas y adornaba con un lujoso broche. Siempre tenía la cabeza cubierta pues sufría un caso devastador de alopecia.
Aquella insólita portada desvelaba la decadente historia de Big y Little Edie. Tras sucesivas redadas de las autoridades locales, Grey Gardens –nombre con el que era conocida la deteriorada mansión– y sus habitantes se hacían más famosos. Las dos mujeres vivían desde hacía décadas con gatos y mapaches y el aspecto de la casa incomodaba al vecindario de millonarios.
¿Princesas convertidas en indigentes? ¿Cómo llegaron a este estado? Phelan Beale, el padre de Little Edie, las abandonó en 1934 y, aunque pagó la manutención de sus hijos, a su esposa no le pasó un peso. En esa época, Little Edie vivía en Nueva York, pero su madre le pidió que regresara a los Hamptons, y allí quedó atrapada. Madre e hija vivieron años en la deteriorada mansión, sin dinero, vendiendo joyas, comiendo de latas y teniendo sueños de grandeza.
No fue hasta el escándalo en los medios que las glamorosas primas, Jackie y Lee, (la primera de ellas casada en aquel entonces con uno de los hombres más ricos del mundo, el armador griego Onassis) pusieron el dinero para arreglar la casa.
Luego, Grey Gardens fue descubierta por dos documentalistas, pioneros en el cine verité. A pesar del hedor a pis de gato, ellos encontraron “una mina de oro”. El documental Grey Gardens, estrenado en Cannes en 1976, se convirtió en una obra de culto.
Desde entonces, las excéntricas protagonistas, reinas de la decadencia, han ejercido una oscura fascinación en la escena y el mundo de la moda. Desde entonces, generaciones de diseñadores, cineastas, dramaturgos y escritores se han rendido a las protagonistas de este relato gótico.
Fascinados con ellas
El musical Grey Gardens llegó a los escenarios de Broadway en 2007 y ganó tres premios Tony. Tres años después, la cadena HBO estrenó Grey Gardens, una miniserie con Jessica Lange en el papel de Big Edie y Drew Barrymore en el de Little Edie.
“Creo que la razón por la que muchos están fascinados con ella, especialmente en la industria de la moda, es que Little Edie tenía un elemento divertido en la manera que vestía, similar a una niña en el closet de su mamá. Hay una fascinación en convertirse en algo diferente a quien eres y escaparte de la realidad”, dijo Catherine Marie Thomas, diseñadora de vestuario en el filme de HBO. Y eso hacía Little Edie, escapaba su realidad a través de la moda, pues ella la creaba e inventaba “couture hecho en casa”. La decadente princesa del reciclaje decía: “lo mejor es llevar panties bajo una falda corta; así te la puedes quitar y usarla como una capa”.
Contrario a toda lógica, Little Edie, una mujer que vivía por debajo de la línea de pobreza en una casa hecha ruinas, emergió y es hoy un verdadero icono de la moda.
Las Beale fueron pioneras de la mezcla, la improvisación y el vintage. Desde Marc Jacobs, quien bautizó uno de sus bolsos como Little Edie Bag, hasta Philip Lim, quien les dedicó una de sus colecciones, la lista de diseñadores que se declaran deudores de su estilo incluye a John Galliano, Calvin Klein y Peter Som.
Un año después del estreno del documental, Big Edie murió en South Hampton y en 1979 su hija vendió la casa. Little Edie logró cumplir su sueño: pisar los escenarios de Nueva York y actuó en un show que recibió duras críticas. Vivió en Montreal y California. Luego se trasladó a Florida, donde vivió sola y fue descubierta muerta en su departamento cinco días después de morir de un ataque al corazón. /
Little Edie (Edith Bouvier Beale), la mayor de tres hermanos, nació en 1917 en el seno de una rica familia de la costa este.
Peculiar salto a la fama
Descubierta en enero de 1972, desafiante y enigmática, en medio de un jardín salvaje que rodeaba la mansión deteriorada en la que vivía con su madre, Little Edie (que ya tenía 60 años) posaba para la portada del New York Magazine vestida con un abrigo de visón y su icónico turbante, que creaba con jerséis y toallas y adornaba con un lujoso broche. Siempre tenía la cabeza cubierta pues sufría un caso devastador de alopecia.
Aquella insólita portada desvelaba la decadente historia de Big y Little Edie. Tras sucesivas redadas de las autoridades locales, Grey Gardens –nombre con el que era conocida la deteriorada mansión– y sus habitantes se hacían más famosos. Las dos mujeres vivían desde hacía décadas con gatos y mapaches y el aspecto de la casa incomodaba al vecindario de millonarios.
¿Princesas convertidas en indigentes? ¿Cómo llegaron a este estado? Phelan Beale, el padre de Little Edie, las abandonó en 1934 y, aunque pagó la manutención de sus hijos, a su esposa no le pasó un peso. En esa época, Little Edie vivía en Nueva York, pero su madre le pidió que regresara a los Hamptons, y allí quedó atrapada. Madre e hija vivieron años en la deteriorada mansión, sin dinero, vendiendo joyas, comiendo de latas y teniendo sueños de grandeza.
No fue hasta el escándalo en los medios que las glamorosas primas, Jackie y Lee, (la primera de ellas casada en aquel entonces con uno de los hombres más ricos del mundo, el armador griego Onassis) pusieron el dinero para arreglar la casa.
Luego, Grey Gardens fue descubierta por dos documentalistas, pioneros en el cine verité. A pesar del hedor a pis de gato, ellos encontraron “una mina de oro”. El documental Grey Gardens, estrenado en Cannes en 1976, se convirtió en una obra de culto.
Desde entonces, las excéntricas protagonistas, reinas de la decadencia, han ejercido una oscura fascinación en la escena y el mundo de la moda. Desde entonces, generaciones de diseñadores, cineastas, dramaturgos y escritores se han rendido a las protagonistas de este relato gótico.
Fascinados con ellas
El musical Grey Gardens llegó a los escenarios de Broadway en 2007 y ganó tres premios Tony. Tres años después, la cadena HBO estrenó Grey Gardens, una miniserie con Jessica Lange en el papel de Big Edie y Drew Barrymore en el de Little Edie.
“Creo que la razón por la que muchos están fascinados con ella, especialmente en la industria de la moda, es que Little Edie tenía un elemento divertido en la manera que vestía, similar a una niña en el closet de su mamá. Hay una fascinación en convertirse en algo diferente a quien eres y escaparte de la realidad”, dijo Catherine Marie Thomas, diseñadora de vestuario en el filme de HBO. Y eso hacía Little Edie, escapaba su realidad a través de la moda, pues ella la creaba e inventaba “couture hecho en casa”. La decadente princesa del reciclaje decía: “lo mejor es llevar panties bajo una falda corta; así te la puedes quitar y usarla como una capa”.
Contrario a toda lógica, Little Edie, una mujer que vivía por debajo de la línea de pobreza en una casa hecha ruinas, emergió y es hoy un verdadero icono de la moda.
Las Beale fueron pioneras de la mezcla, la improvisación y el vintage. Desde Marc Jacobs, quien bautizó uno de sus bolsos como Little Edie Bag, hasta Philip Lim, quien les dedicó una de sus colecciones, la lista de diseñadores que se declaran deudores de su estilo incluye a John Galliano, Calvin Klein y Peter Som.
Un año después del estreno del documental, Big Edie murió en South Hampton y en 1979 su hija vendió la casa. Little Edie logró cumplir su sueño: pisar los escenarios de Nueva York y actuó en un show que recibió duras críticas. Vivió en Montreal y California. Luego se trasladó a Florida, donde vivió sola y fue descubierta muerta en su departamento cinco días después de morir de un ataque al corazón. /
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