El asesinato –uno más– del alcalde de Santiago (en el estado de Nuevo León), Edelmiro Cavazos Leal, ha vuelto a consternar a México. Y, como suele acontecer en estos casos, no han tardado en ser capturados los “presuntos” responsables del crimen. Así, apenas unas horas después de la aparición de cadáver del edil en una cuneta, el Ejército capturaba a cuatro sicarios “que podrían estar implicados en el asesinato del alcalde” y a quienes se les decomisó un arsenal que incluye un lanzacohetes.
Un portavoz militar dijo que al menos 17 pistoleros habían conseguido escapar. El procurador de Nuevo León, Alejandro Garza y Garza, detalló que la información que permitió localizar la casa de seguridad donde se refugiaban los apresados fue el fruto de las investigaciones sobre los cinco policías (cuatro agentes locales y uno de Tránsito) que participaron en el secuestro del alcalde y que fueron detenidos con anterioridad.
El alcalde, de 38 años, fue “levantado” en la madrugada del lunes junto a su escolta por 15 sujetos armados que portaban uniformes falsos de la Policía Judicial Federal, una institución que no existe desde hace nueve años. “Al ver las luces de los estrobos, salió de su domicilio para ver qué pasaba; dos sujetos se dirigieron hacia él, lo tomaron cada uno de los brazos y lo condujeron hacia arriba de una de las camionetas”. El escolta había sido liberado ileso horas después del incidente y fue él quien dio aviso a las autoridades de lo sucedido.El municipio de Santiago ha registrado en los últimos meses una ola de violencia que ha dejado al menos cinco policías ejecutados, presuntamente por grupos criminales vinculados con la delincuencia organizada y el narcotráfico, cuyo control se disputan el cártel del Golfo y sus antiguos aliados de Los Zetas.
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