(BALLEZA, Chih, México).- Al director de Seguridad Pública de Balleza, Armando Sánchez Sánchez, ya lo apodan “El gato” por aquel famoso refrán o aquel dicho popular “…tiene más vidas que un gato”.
Apenas el 31 de mayo, un comando armado abordo de varias camionetas abrió fuego contra el domicilio del ya bautizado como “El Gato”, mismo que estaba ubicado en la comunidad del Cerrito.
El jefe policíaco acompañado de un elemento repelió la agresión y pudo salvaguardar su vida. Al siguiente día, 1 de junio, se dio un segundo atentado contra Sánchez Sánchez, quien se trasladaba en una patrulla Seguridad Pública en San Juan. También la libró.
Estos ataques seguidos dejó la Presidencia Municipal, al igual que la comandancia de policía, sin servicio.
Así mismo la psicosis llegó haya los lugareños que hasta se suspendieron las clases.
Días después el jefe policíaco reapareció sin ningún rasguño: “Todavía estamos puestos. Aquí nos quedamos hasta que Dios quiera…”, dijo en una entrevista.
Del mismo modo indicó que no eran los únicos ataques que había recibido, y que siempre estaría en alerta.
El jefe policíaco se ha salvado de múltiples atentados en su contra, y en ninguno ha resultado herido. Hoy surgió otro atentado contra la máxima figura policial del pueblo situado al sur del estado, en la frontera con Durango, mismo que dejo a cuatro presuntos sicarios muertos y solo un policía malherido; Armando Sánchez Sánchez solo resulto lastimado por esquirlas de bala.
Esta vez el enfrentamiento ocurrió en brecha entre Magdalena y Agua Puerca a dos horas de la cabecera, en donde un grupo armado enfrento a los oficiales, en información dada a conocer oficialmente por la Fiscalía.Apenas el 31 de mayo, un comando armado abordo de varias camionetas abrió fuego contra el domicilio del ya bautizado como “El Gato”, mismo que estaba ubicado en la comunidad del Cerrito.
El jefe policíaco acompañado de un elemento repelió la agresión y pudo salvaguardar su vida. Al siguiente día, 1 de junio, se dio un segundo atentado contra Sánchez Sánchez, quien se trasladaba en una patrulla Seguridad Pública en San Juan. También la libró.
Estos ataques seguidos dejó la Presidencia Municipal, al igual que la comandancia de policía, sin servicio.
Así mismo la psicosis llegó haya los lugareños que hasta se suspendieron las clases.
Días después el jefe policíaco reapareció sin ningún rasguño: “Todavía estamos puestos. Aquí nos quedamos hasta que Dios quiera…”, dijo en una entrevista.
Del mismo modo indicó que no eran los únicos ataques que había recibido, y que siempre estaría en alerta.
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