Cada capítulo es un recorrido, ya que establece conexiones entre fenómenos tan diversos, pero tan cotidianos, como la menstruación, el ciclo lunar, el sexo, la muerte, el amor, la conciencia de la finitud, la paternidad, la homosexualidad, la misoginia, etcétera.

México.- Quienes leen esta columna con frecuencia sabrán de mi fascinación por las investigaciones que relacionan la evolución del ser humano con la sexualidad, el erotismo y las cuestiones de género. Por ello, comprenderán que les recomiende un libro que nos habla sobre cómo la sexualidad de la mujer dio forma a la evolución humana. Se trata de Sexo, tiempo y poder, de Leonard Shlain, cirujano originario de Detroit que en su práctica médica descubrió que hay diferentes concentraciones de hierro en la sangre que se observa en los hombres y las mujeres (en el caso de ellas, es menor en un 15 por ciento), situación que lo llevó a reflexionar e investigar hasta comprender que “las diferencias significativas en los niveles de hierro entre ambos sexos fueron la fuerza impulsora inicial que subyace en muchas de las innovaciones culturales exclusivamente humanas”.
Si bien esta referencia y la profesión de su autor pueden llevarlos a suponer que se trata de un texto demasiado científico o aburrido, están lejos de la realidad: se trata de un apasionante viaje por la vida de las féminas, desde esa “Madre desconocida” —la primera de la especie— hasta la mujer moderna. Cada capítulo es un recorrido, ya que establece conexiones entre fenómenos tan diversos, pero tan cotidianos, como la menstruación, el ciclo lunar, el sexo, la muerte, el amor, la conciencia de la finitud, la paternidad, la homosexualidad, la misoginia, etcétera.
Uno de los capítulos que más me gustó es el dedicado al clímax femenino. Dice el autor: “Creo que podría asumirse con bastante certeza, cuando se observa a la hembra de un venado masticando plácidamente el sabroso trébol mientras el macho agitadamente la penetra por detrás, que ese animal no está experimentando un orgasmo del mismo orden que una hembra humana. Para las hembras de la mayoría de las especies la consumación del acto sexual es seguido de inmediato por un comportamiento que puede caracterizarse como indiferencia”. ¿Por qué entonces nosotras sentimos un gran placer durante el clímax?
Hay tres teorías, de acuerdo con Leonard Shlain. La primera es la del mazazo: la migración anatómica de la vagina a su posición actual hace que si una mujer reinicia su actividad normal inmediatamente después del coito, como acostumbran hacerlo las hembras de otras especies, tendría que ponerse de pie y comenzar a caminar, acción que llevaría a los espermatozoides a un precipicio, donde terminaría también la posibilidad de procreación. Cuando se vive un encuentro satisfactorio, la mujer se queda plácidamente tendida en la cama y con ello ayuda a que los espermas lleguen a buen camino, asegurando de esa manera la conservación de la especie.
La segunda teoría, conocida como “de la succión”, afirma que surgió el orgasmo en las mujeres porque las contracciones rítmicas asociadas con éste ejercen una delicada succión que atrae a muchos espermas hacia el interior del útero, el cual no está en línea recta con el eje de la vagina durante el coito, sino que está orientado casi en ángulo recto de él, por lo que es más difícil concebir si no hay orgasmo.
La tercera teoría postula que el orgasmo femenino estimuló a las mujeres a dedicarse al sexo con más frecuencia, pues les resulta placentero, y ello contribuye a que una pareja se vincule mejor y pueda criar en unidad a los hijos.
Muy interesantes las tres teorías, aunque después de leerlas me pregunté: si el objetivo del orgasmo en los tres casos tiene que ver con la procreación, ¿entonces por qué fue que en algún momento de la evolución la mujer se dio cuenta de que podía llegar al coito todo el año y no sólo en épocas de celo y, aún más importante, supo que podía controlar los días en que estaba ovulando para así evitar un embrazo?
Si quieren conocer la respuesta, consulten Sexo, tiempo y poder, de Leonard Shlain (quien falleció en 2009), o consulten su blog en www.sextimepower.com.
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El Buzón de Verótika
Estudio en el Tec de Monterrey y una compañera nos dijo a un grupo de chicas que la próxima semana pondrán la vacuna contra el virus del papiloma en nuestra escuela. No será gratuita, nos dijo, pero saldrá más barata que en los consultorios. Según tenía entendido, se aplica a mujeres que ya han tenido relaciones sexuales; yo aún no lo hago, pero he tenido encuentros con mi novio y nos detenemos en el último momento. Creo que pronto daré ese paso. Me gustaría estar protegida. ¿Qué sabes de la colocación de las vacunas en la universidad? ¿Si es cierto, me la puedo poner? ¿Cuánto costará?
Yendi
Estimada amiga:
Efectivamente, en tu escuela se llevará a cabo la campaña “Detente... piénsalo dos veces”, para vacunar contra el virus del papiloma humano (VPH) tanto a estudiantes como a todas las mujeres que vayan a las instalaciones correspondientes según el calendario.
Para responder tu pregunta, busqué en la red y me encontré con una nota en la agencia NotieSe. Este programa lo está organizando la Asociación de Salud y Bienestar Social de la Mujer y Familia y la Red contra el Cáncer, cuyas representantes informaron que en México, en promedio, las mujeres inician su vida sexual a los 13 años de edad y que la mayoría de ellas espera a tener 25 años para practicarse el papanicolau, pues creen que sólo afecta a mujeres mayores.
http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSv6UuC6XwQhI8xmWgExCNw2DCG3nh5wzeQ2Z6LA2-xAqnq5sBT4g“Existen cien tipos de VPH, siendo los más comunes los 16 y 18, que provocan 70 por ciento de los casos de cáncer en el mundo”, señaló Verónica Rocha, directora de la Asociación de Salud y Bienestar Social de la Mujer. En la nota informativa hay un dato que me llamó la atención y tiene que ver con tu pregunta. En ella se menciona que esta campaña de vacunación está dirigida “a mujeres que han iniciado su vida sexual”. Sin embargo, “Detente... piénsalo dos veces” (no entiendo por qué le pusieron ese nombre, ya que suena a repensarlo antes de vacunarse) debería enfocarse en mujeres que tienen actividad erótica (las que corren el riesgo de generar cáncer cervicouterino), pero también en las que NUNCA la han tenido. De hecho, la vacuna del VPH debe aplicarse, preferentemente, antes de iniciar la actividad sexual, aunque no se trata tampoco de un requisito (la seguridad social del DF la aplica a partir de los 11 años de edad, y el IMSS desde los nueve). Es decir que tú eres una candidata perfecta para que te la pongan.
http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTuuQEJW-qIPWv6mxSYbb_6RUCWnm_S68cfuOU1RhiqJ7U9CWTlLa campaña empezará el próximo 2 de mayo en el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, seguirá el 3 de mayo en el campus Santa Fe y el 4 de mayo en el Estado de México, el 5 de mayo en los campus sur y norte de la Universidad Anáhuac, con un costo de 800 pesos por dosis. La vacuna del VPH se aplica en tres fases, la primera dosis, la segunda al mes de la primera aplicación y la tercera a los seis meses de la primera vacuna.
Se difundirá información a través de las redes sociales Facebook y Twitter para motivar a las mujeres jóvenes a cuidarse y realizarse el chequeo anual, ya que en el mundo el cáncer cervicouterino cobra la vida de una mujer cada dos minutos y en México afecta a 510 mil mujeres de entre los 20 y 55 años.
 
Verónica Maza Bustamante
Milenio
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