Trabajadoras sexuales víctimas de la crisis, por falta de clientes tienen que bajar
Pega la crisis a prostitutas, ahora han tenido que bajar sus tarifas para poder llevar recursos a sus familias, Jazmín, quien desde hace tres años se dedica a esta actividad, señala que de 15 clientes que atendía a diario, actualmente si llegan cinco ya es ganancia.
No sólo los comerciantes y empresarios de la localidad se quejan de que durante estos meses del año, por el regreso a clases, las ventas han caído significativamente, también para las trabajadoras sexuales está siendo una temporada muy complicada, porque los clientesno llegan como antes.
Jazmín, quien tiene 24 años de edad, y tres de dedicarse a esta actividad por la falta de empleo y los bajos salarios, comenta que a diferencia de meses anteriores, ahora sólo le llegan muy pocos “prospectos”, como ella les llama, 2 diarios, cuando anteriormente atendía entre 5 y 6 y le iba muy bien en el negocio.
Pero además de que no están trabajando como antes, también se enfrentan al “regateo”, ya que de 300 pesos que cobran, les quieren pagar sólo 200 o hasta menos, por lo que regresan a sus casas en donde sus hijos y familia las esperan con menos dinero.
del habitual, cuando sus gastos siguen siendo los mismos y optan por dedicarle hasta horas extras a su “chamba”.
Pega la crisis a prostitutas, ahora han tenido que bajar sus tarifas para poder llevar recursos a sus familias, Jazmín, quien desde hace tres años se dedica a esta actividad, señala que de 15 clientes que atendía a diario, actualmente si llegan cinco ya es ganancia.
No sólo los comerciantes y empresarios de la localidad se quejan de que durante estos meses del año, por el regreso a clases, las ventas han caído significativamente, también para las trabajadoras sexuales está siendo una temporada muy complicada, porque los clientesno llegan como antes.
Pero además de que no están trabajando como antes, también se enfrentan al “regateo”, ya que de 300 pesos que cobran, les quieren pagar sólo 200 o hasta menos, por lo que regresan a sus casas en donde sus hijos y familia las esperan con menos dinero.
del habitual, cuando sus gastos siguen siendo los mismos y optan por dedicarle hasta horas extras a su “chamba”.
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