México, 1 feb (EFE).- Una inyección de bótox en prisión a la presunta narcotraficante mexicana Sandra Ávila Beltrán, "La Reina del Pacífico", le ha costado el puesto a la directora y a la encargada del hospital del penal, informaron hoy fuentes oficiales.
http://puronarco.com/wp-content/uploads/2011/01/reina_del_pacifico.jpgÁvila Beltrán permanece presa desde hace más de tres años en la cárcel para mujeres de Santa Martha, en la periferia del Distrito Federal, por supuestas labores de intermediaria entre narcotraficantes colombianos y el cartel mexicano de Sinaloa.
Considerada una de las pocas mujeres que ha logrado destacar en el mundo del contrabando de droga en México, dominado por los capos, Ávila Beltrán ha inspirado corridos y, se dice, al personaje de la novela "La Reina del Sur", del español Arturo Pérez-Reverte.
Fuentes de la dirección de reclusorios capitalina dijeron a Efe que se trató de una intervención "terapeútica" no autorizada para la interna.
La fiscalía del Distrito Federal, por su parte, inició una investigación por "ejercicio ilegal del servicio público" contra quien resulte responsable.
Según su información, el pasado 10 de enero personal médico del penal solicitó la entrada de un médico externo para aplicarle una "vacuna" a "La Reina del Pacífico".
La sustancia era en realidad bótox, usada para prevenir la formación de arrugas y que se puso de moda hace unos años entre las actrices de Hollywood. La denuncia, a cargo de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, se recibió el día 26.
"La Reina del Pacífico" está pendiente de una resolución judicial para dictaminar si sale o no en libertad, por falta de pruebas respecto a los delitos que le adjudica la fiscalía, delincuencia organizada y delitos contra la salud (narcotráfico).
Un juez dictó hace unos meses una sentencia absolutoria para ella y el colombiano Juan Diego Espinosa, alias "El Tigre" -su pareja al momento de ser detenidos, en octubre de 2007-, pero la fiscalía federal interpuso un recurso en contra.
No obstante, debe enfrentar una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, cuyo Departamento de Estado la tiene por "veterana integrante" del cártel de Sinaloa (el más poderoso de México) e "instrumental" en las relaciones de la organización con sus proveedores colombianos.
Las cárceles mexicanas ya han tenido problemas anteriormente con la internación de supuestos capos o narcotraficantes de alto nivel, debido a que las autoridades de los penales se pliegan a sus deseos por medio del soborno.
Precisamente, hace apenas diez días se cumplieron diez años de la fuga del máximo líder del cártel de Sinaloa de un penal federal, Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Durante su tiempo como reo, "El Chapo" Guzmán gozó de privilegios y lujos que iban desde electrónica hasta prostitutas, según diversas investigaciones periodísticas. El que fuera director de la prisión salió en 2010 de la cárcel, tras cerca de nueve años de condena por colaborar en la evasión.
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